Las natillas son el postre por excelencia en muchos hogares. Y no sabemos si también te pasa pero nosotros, cuando las comemos, nos teletransportamos a nuestra infancia y nos acordamos de las que nuestra abuela nos hacía con todo su cariño y amor. Ahora hay muchas personas que comen natillas con mucha frecuencia pero, por lo general, las compran en los supermercados y, para qué engañarnos, su sabor y textura no tienen nada que ver con los de la receta tradicional.
¿Cómo te quedas si te contamos que recrear las natillas de tu abuela en casa es más fácil de lo que crees? ¡Sí, tal como lees! Utilizando ingredientes de buena calidad y siguiendo los siguientes trucos para hacer natillas que te contamos a continuación, ¡lo conseguirás! Así que coge papel y lápiz y no te dejes ningún detalle sin anotar.
Trucos para hacer natillas
Las natillas son muy fáciles de elaborar y su receta ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Actualmente, las podemos encontrar de muchos sabores diferentes, pero si te gusta comerlas con su sabor y textura tradicional, entonces estás en el sitio adecuado. Para lograrlo te aconsejamos que sigas, al pie de la letra, los siguientes trucos para hacer natillas:
1. Utiliza ingredientes frescos
El éxito de cualquier receta, no solo para las natillas, recae en la calidad de los productos que utilicemos para prepararla. Cuanto mayor sea esa calidad, mejor nos quedarán. Así que asegúrate de que los ingredientes que compres, como la leche, los huevos, la naranja, el limón y la canela, sean frescos.
2. Cuidado con la piel de los cítricos
En la receta tradicional hay que incorporar piel de naranja y de limón y, para que te salga bien, es fundamental que tengas mucho cuidado al retirarla del cítrico ya que debes coger solo la piel naranja o amarilla, es decir, sin la parte de color blanco que la une al fruto. Si lo haces, entonces tus natillas van a quedar con un sabor un tanto amargo.
3. La leche siempre entera
Otro truco para hacer natillas es que la leche que utilices sea entera y fresca, nada de leche semidesnatada o desnatada ya que con ellas las natillas pierden esa cremosidad que tanto las caracteriza. Además, te desvelamos un truco infalible para que te quede una textura inigualable: una vez la leche hierva, cuélala para que no se traspasen a la mezcla restos sólidos.
4. Canela en rama, un must
Como bien sabes, a la hora de servir las natillas, además de decorarlas con una galleta, se les echa un poco de canela en polvo por encima. Si quieres potenciar el sabor de la canela te aconsejamos que, cuando estés hirviendo la leche con las cáscaras de naranja y de limón, añadas una o dos ramas de canela.
5. La vaina de vainilla partida por la mitad
Lo que hace que las natillas sean todo un manjar es, sin dudas, su mezcla de sabores. Y, al igual que con la canela, también es muy importante potenciar el sabor a vainilla. ¿Y cómo lo hacemos? Pues muy fácil: cuando vayas a incorporar la vainilla a la leche, pártela por la mitad. Así su aroma se desprenderá y absorberá mejor.
6. ¡Adiós grumos!
¡Qué poco nos gusta comernos una natilla con grumos! Pero, no te preocupes, que es muy fácil quitarlos, si sabes qué debes hacer, claro. Estos grumos se producen cuando el huevo se condensa a alta temperatura y, para deshacerte de ellos, lo ideal es que metas la mezcla en un recipiente el cual, a su vez, debes meter en otro bol con hielo. De esta forma, la masa se enfriará y los grumos desaparecerán. También puedes echarle leche fría e ir removiendo hasta que veas que ya no están.
7. ¿Cómo hacer para que espesen?
El truco para que las natillas espesen es saber controlar el fuego. Es decir, debes cocinarlas a fuego medio o bajo y estar atento para que la mezcla nunca llegue a hervir. Además, para que vaya espesando, debes ir removiendo muy despacio. También debes tener cuidado con la cantidad de maicena que añadas y asegurarte de que nunca añades más de 20 gramos.
Hacer unas natillas como las de las abuelas es tan fácil como te acabamos de mostrar. El mayor truco está en seguir todos estos consejos, sin saltarte ninguno, y en prepararlas con mucho, mucho amor.
Cómo se hacen las natillas
