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Te apetecen unas natillas de vainilla – Te enseñamos cómo hacerlas sin horno

Y lo mejor de todo es que estas natillas son sin gluten y sin lactosa.

Cremosidad, palatabilidad y que sea muy fácil de preparar, esas son las características que debe tener un buen postre. Las natillas, por cierto, de origen español, cumplen todos esos requisitos y ocupan el primer puesto en nuestra lista de recetas dulces. Además, lo mejor de este delicioso postre de vainilla es que es sin gluten y si utilizas bebida vegetal en lugar de leche animal, también podrán disfrutarlos los intolerantes a la lactosa.

Como sabemos que te encanta cuidarte, que llevas un estilo de vida saludable, que, muy pocas veces, tomas azúcar y que cuando comes algo dulce te gusta hacerlo con algo extremadamente delicioso para tus cinco sentidos y preparado por ti, te enseñamos, a continuación, cómo preparar unas natillas de vainilla sin horno.

Natillas de vainilla sin horno

Las natillas de vainilla caseras tienen muchos adeptos a su intenso sabor pero no se suelen preparar mucho en casa por miedo a que la factura de la luz aumente, de manera desorbitada, por usar tantas veces el horno de casa. Y con lo cara que está la luz, no está la cosa para llevarnos sorpresas.

Receta de natillas de vainilla sin horno

Pero todo tiene solución y no queremos que pase más tiempo sin que comas tu postre favorito, ese que te preparaba tu abuela en tu infancia con muchísimo cariño. Por eso, hoy te traemos la receta de estas natillas de vainilla sin horno, una forma fácil, y barata, de prepararlas sin esfuerzo.

¿Qué ingredientes necesitas?

Lo primero que debes hacer, antes de colgarte el delantal para cocinar, es asegurarte de que tienes por casa todos los ingredientes que necesitas para esta receta y, si te falta alguno, tienes que ir a comprarlo lo antes posible. Estos son los ingredientes que necesitarás para preparar estas deliciosas natillas de vainilla sin horno:

Cómo preparar estas natillas de vainilla sin horno

Como podrás comprobar a continuación, este postre es facilísimo de preparar y su elaboración no tiene ningún misterio, aunque sí nos gustaría darte un par de consejos para que la textura te quede espectacular y en su punto: debes tener extremo cuidado con la cocción de la leche ya esta nunca debe llegar a hervir. Además, es importante que la vayas agregando poco a poco a la misma vez que la vas removiendo para que las yemas no se cuezan. Sin más rodeos, aquí tienes la receta:

Tiempo de preparación: 30 minutos

Los pasos que debes seguir son los siguientes:

  1. Lo primero que debes hacer es mezclar una taza de leche, o bebida vegetal, con la maicena y, una vez consigas una mezcla bien integrada, homogénea y sin grumos, puedes reservarla para usarla más tarde.
  2. A continuación, pon en una olla la leche que te ha sobrado y agrégale la ramita de canela. Déjala a fuego medio bajo y, de vez en cuando, ve a moverla para que no se quede pegada o se queme. Como te comentamos más arriba, no dejes que hierva así que, antes de que lo haga, retírala del fuego.
  3. En este tercer punto es hora de empezar con las yemas de huevo. Agrégalas a un recipiente, añade todo el azúcar y bate todo, manual o con ayuda de una batidora, hasta que consigas que todo esté bien integrado y quede cremoso.
  4. Ahora debes colar la leche, o bebida vegetal, para quitarle los restos de nata que haya podido acumular y la ramita de canela.
  5. Una vez colado, este líquido debes agregarlo a la mezcla de las yemas y el azúcar y debes hacerlo sin dejar de batir para que las yemas no se cocinen cuando reciban el calor de la bebida.
  6. Cuando todo esté bien integrado, y otra vez sin dejar de batir, debes añadir la mezcla de leche y maicena que reservaste. Cuando termines, ya puedes agregar la esencia de vainilla y volver a batir.
  7. Esta mezcla debes echarla a una nueva olla, sin dejar de remover, debes dejarla durante 10 minutos a fuego lento. Cuando pasen los 10 minutos, retírala del fuego y sigue removiéndola durante 5 minutos más para que se enfríe.
  8. Cuando ya esté fría, ya puedes servirlas en los moldes que vayas a utilizar para la ocasión y meterlas en el frigorífico durante una hora para que se enfríen.
  9. Por último, puedes decorarlas con un poco de canela en polvo y una galleta María para darles un sabor de otro mundo.

A nosotros nos gusta comernos las natillas de vainilla frías, pero hay personas a las que les gusta calientes. Si este es tu caso, entonces debes saltarte el paso número nueve, el de enfriarlas una hora en el frigorífico, y espolvorearle la canela en polvo directamente.

Cómo hacer natillas tradicionales

A continuación y para terminar te dejamos nuestra receta tradicional

 

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