Reutilizar envases de plástico para conservar alimentos en la nevera puede parecer una solución práctica, económica y, además, favorable para el medio ambiente. Sin embargo, seguir usando algunos de estos envases pueden tener consecuencias negativas sobre la comida y nuestra salud.
Es necesario saber qué envases son aptos para la reutilización y cuáles debemos enviar a la basura al consumir el producto original para el que fue fabricado.
Algunos envases de plástico no son reutilizables
Si eres de esas personas que se arma de tuppers para conservar tener comidas preparadas en la nevera, o para guardar las que te sobra porque siempre te pasas con las cantidades, seguramente hagas como muchas familias y reutilices envases de tarrinas de helado, los take away del fin de semana o los tarros de las salsas, mermeladas y similares. Sin duda, se trata de un hábito muy práctico, nos ayuda a ahorrar tanto en comida como en recipientes y, además les damos una segunda.
Sin embargo, no todos los envases son aptos para la reutilización y, en ocasiones, puede resultar de lo más contraproducente lo de no aplicar el «usar y tirar». Puede que ahora mismo te preocupe el estado de conservación de los alimentos que tienes en la nevera pero, no te preocupes, vamos a despejar las dudas que tengas acerca de cuáles son los recipientes aptos para su reciclaje y cuáles debes tirar una vez los hayas vaciado por primera vez.
¿Qué recipientes no puedes utilizar y por qué?
Como ya hemos dicho, no todos los recipientes son aptos para ser reciclados en el almacenaje de alimentos. Algunos envases están penados para un único uso, el original del fabricante, y su reutilización más allá de eso puede llegar a contaminar la comida que guardemos en ellos. Estos recipientes pueden reaccionar al contacto con los alimentos y liberar elementos químicos nocivos para tu cuerpo.
Entre los envases que no debemos reutilizar, a menos que estén fabricados para ello —como el caso de los populares tuppers—, se encuentran los envases de plástico. Muchas personas encuentran de lo más útil lavar y reutilizar envases de helados, yogurts, cacao, etc. Habitualmente, estos envases están pensados para el alimento para el que fueron fabricados y no reúnen las características y composición necesarias para guardar alimentos diferentes al original. Podría no solo afectar a su conservación, sino que los químicos del material del envase afecten a la comida.
Otros recipientes poco recomendables para volver a ser usados son las latas. El caso de las latas es particularmente destacable por el poco uso que debe dársele una vez abierta. No debemos almacenar alimentos en una lata una vez abierta, ni siquiera el alimento que guardaba originalmente. Una vez abiertas, el riesgo de que algún metal se transfiera los alimentos es inminente. Aunque en principio no tiene que entrañar riesgos para nuestra salud, la reacción de la lata con el alimento al momento de ser abierto puede darle a este cierto sabor a metal. Además, los alimentos, en especial las salsas, conservados en metal tienden a secarse rápidamente a partir del momento en que se abren. Lo ideal es que si no vamos a consumir todo el producto del interior de la lata, vaciemos el sobrante en un recipiente apto para la conservación de la comida.
En tercer lugar, ten mucho cuidado con las botellas de colores. Reutilizar botellas de plástico es una práctica de lo más común en la mayoría de los hogares. Sin embargo debemos poner atención en qué botellas destinamos a un segundo uso, en especial, si es para guardar bebidas o alimentos. En algunas botellas PET el plástico está teñido de colores que imitan el contenido. No es recomendable reutilizar estas botellas, ya que los químicos de estos tintes suelen desprenderse al poco tiempo de uso y entran en contacto con el líquido que contienen. Mejor reutiliza botellas de plástico transparente.
Por otra parte, en todos los envases está el riesgo de la conocida como contaminación cruzada. Esta es la que se da cuando las bacterias y otros microorganismos presentes en los restos que puedan quedar de el alimento que contenía entren en contacto con el nuevo alimento que almacenemos.
Los mejores recipientes para guardar comida
Existen envases y recipientes fabricados y pensados expresamente para la reutilización en el almacenaje de cualquier tipo de alimentos. Puede que no sea tan económico como usar un envase que se regala con la comida que compramos, pero es mucho más beneficioso para nuestra salud y eso no tiene precio.
Para guardar nuestros guisos o sobras en la nevera o en el congelador, lo mejor es utilizar recipientes de plástico herméticos fabricados con este fin. La fabricación de estos recipientes estás pensada para conservar alimentos utilizando materiales que no afecten a su composición. Otra muy buena opción son las bolsas de plástico con cierre hermético, que además de contar con prácticamente las mismas propiedades que los otros envases de plástico, suele ser una opción muy útil para optimizar el espacio de tu nevera.
Los envases con cierre hermético, ya sean de plástico pensado para la conservación o de cristal, otra muy buena opción para conservar comida, cuentan además con la ventaja de estar diseñados en forma y tamaño para distintos tipos de alimento y la presentación que solemos darle en la mesa. Así, podemos encontrar recipientes planos pensados para guardar embutidos cortados en rodajas ahorrando espacio en el frigorífico. También redondos, para guisos o papillas. O envases cuadrados con distintas capacidades para almacenar verduras o frutas cortadas.