En ocasiones, cuando compramos fruta a granel, no nos da tiempo a comernos toda la que nos hemos llevado a casa y los signos de deterioro pueden empezar a notarse en la piel de estos alimentos.
Cada una tiene su propio proceso. El plátano, es una de las frutas más consumida por su sabor dulzón y su capacidad para saciarnos. No es frecuente que se no echen plátanos a perder, pero si ves que alguno comienza a mostrar estos signos, es mejor tirarlo a la basura.
Ni se te ocurra comerte un plátano si tiene este aspecto
Al tratarse de un alimento fresco, su tiempo de consumo no es muy largo. Las frutas son uno de los alimentos más susceptibles a las condiciones ambientales, ya sean frutas guardadas en la nevera o en el exterior. Es necesario permanecer pendiente de que ninguna pieza este en mal estado, ya que esta podría afectar a las demás y que tengamos que tirar más comida aún.
En el caso del plátano, un exceso de madurez en la pieza puede comenzar a notarse por las características motas oscuras que comienzan a eliminar el amarillo que lucen cuando están en su mejor momento para el consumo. Estas motas indican que el periodo útil del plátano llega a su fin. Aún se pueden comer, pero es mejor que no pase de ese día. Si el color oscuro es ya casi la mitad, es mejor no comerlo.
Si ves esto en el plátano, tíralo inmediatamente
Hay un signo de deterioro muy concreto en la cascara de los plátanos y las bananas al que es necesario prestar atención. Se trata de unas manchas blancas que pueden medir aproximadamente entre uno y dos centímetros. Estas manchas pueden indicarnos la presencia de un tipo de araña de la fruta, procedente de Brasil y que podría estar presente especialmente en los plátanos y las bananas que se importan desde América del Sur. Se trata de un insecto venenoso y, por lo tanto, representa un peligro para la salud.
Algunas pautas para evitar comer plátanos y verduras en mal estado
Tener frutas en mal estado en la nevera siempre transmite una sensación muy desagradable. Es más frecuente de lo que pensamos, ya que muchas veces creemos que un alimento fresco todavía puede aguantar un día más hasta que abrimos la nevera y ya se nos ha pasado el tiempo.
Una de las primeras reglas a tener en cuenta para evitar que la fruta se ponga en la estado es saber cuál es nuestra ingesta habitual de frutas. Muchas veces, queremos aumentar esta ingesta para cumplir con las recomendaciones de alimentación o para integrar este habito saludable a nuestra dieta. En estas situaciones compramos más fruta de la que nos vamos a comer y mucha acaba en la basura. Los hábitos no se cambian de un día para otro. Empieza a aumentar tu ingesta de fruta añadiendo pequeñas cantidades poco a poco y adecuando tu compra a ese consumo.
Otros aspecto a tener en cuenta es lavar la fruta. Muchas veces, en frutas como el plátano, no lavamos los alimentos porque vamos a quitar la cáscara y a tirarla. Pese a ello, existen microorganismos que pueden llegar a alimentos mientras lo pelamos o la cáscara puede contener productos químicos en frutas que permanecen mucho tiempo abierta —melón o sandía—. Lavar la fruta es un gesto que nunca es prescindible. Por último, si ves que una pieza está dañada, retírala de la canasta de frutas antes de que dañe a las demás.