No hay duda de que el jamón ibérico es uno de los manjares más exquisitos de la gastronomía española, y por ello se suele servir de aperitivo en ocasiones especiales: cumpleaños, bodas, comidas de Navidad con toda la familia… Sin embargo, las Navidades ya han llegado a su fin, pero, aún así, es posible que todavía nos quede algo de jamón, el cual podría estar en mal estado por el paso del tiempo o por una mala conservación.
Sea como sea, tienes que aprender a identificar cuándo este producto cárnico deja de ser apto para consumir. Por ello, en este artículo te daremos las claves que necesitas saber para lograrlo sin fallo. Si las interiorizas bien, no tendrás que pasar nunca por el mal trago de consumir una loncha de jamón ibérico incomestible.
Cómo reconocer un jamón ibérico en mal estado
Realmente no se necesita ser un experto charcutero para identificar cuándo un jamón se puede comer y cuándo no. Con que conozcas tres claves infalibles que cualquier persona puede aprender es más que suficiente, y son las siguientes:
Puntos blancos y negros en el jamón ibérico
Cuando veas que tu jamón está decolorado, por ejemplo, con puntos blancos, puede deberse a un problema en el sacrificio del cerdo. En otras ocasiones, esto puede deberse a que los niveles de pH del animal son extremadamente bajos, lo que desde luego disminuye tanto la calidad de su sabor como la de su textura. En el caso de que los puntos sean negros, estos se deben a las hemorragias del cerdo sacrificado: algo que puede resultar indigesto. Ten mucho cuidado con esto.
La presencia de bichitos blancos en el jamón ibérico
Existen algunas especies de insectos que se pueden alojar en nuestro jamón, como los saltones o la mosca azul. Lógicamente, estos pequeños bichos infectan este producto cárnico haciéndolo incomestible en muchas ocasiones. Una buena conservación del jamón ibérico es la mejor forma de evitar que aparezcan estos insectos invasores. De lo contrario, corres el riesgo de que hagan acto de presencia y estropeen irremediablemente tu pata de jamón.
Coqueras que pican tu jamón ibérico
Si prestas atención a la superficie de la pata de jamón ibérico y descubres algún detalle irregular o alguna cavidad extraña, probablemente se deba a las coqueras: una enfermedad frecuente en este producto alimenticio. Estas coqueras generan mal olor y pueden propiciar la aparición y crecimiento de hongos capaces de infectar la pieza todavía más. Cuando tu jamón huela mal, muy probablemente se deba a esto, y, lógicamente, tendrás que devolverlo inmediatamente.
Qué sucede si comemos jamón ibérico en mal estado
Como con cualquier otra comida que no se pueda consumir, podemos sufrir de intoxicación alimentaria. En la mayoría de los casos, consiste en vómitos, náuseas y diarrea. Aunque en gran parte de los afectados la intoxicación alimentaria no suponga un problema excesivamente grave, para otros puede ser razón suficiente para una hospitalización. Por ese motivo, debes tener mucho cuidado con lo que te metes en la boca.