Las bellotas son frutos que provienen de la encina. Se dice que es el alimento preferido de los cerdos ibéricos, y que las comen en total libertad en las dehesas españolas. ¿Quién no ha oído hablar del delicioso jamón ibérico de bellota? Este fruto es precisamente lo que garantiza la buena calidad de este embutido tradicional español, ya que potencia y mejora el sabor. Sin embargo, no es el único beneficio que puede aportar la bellota en nuestra dieta. Si quieres descubrirlos todos, continúa con tu lectura.
Propiedades de las bellotas
Si nos centramos en los valores nutricionales de las bellotas, diremos que éstas contienen un 30% de agua y un 52% de hidratos de carbono. Esto se traduce en que aportan, aproximadamente, un 9% de fibra, un 5% de proteínas y un 8% de lípidos, por lo que son realmente bajas en grasa. Por lo tanto, son muy saludables, y aunque ya no sea tan común incluirlas en nuestra dieta, fueron un ingrediente muy habitual en la cocina mediterránea. Si algo funcionó en el pasado, ¿por qué no va a volver a funcionar en el presente, sobre todo si están científicamente demostrados sus beneficios?
También hay que añadir que las bellotas enriquecen nuestra dieta con calcio, ya que contienen 70 miligramos de este mineral por cada 100 gramos; con fósforo, pues contienen unos 80 miligramos por cada 100 gramos; y con potasio, debido a que contienen 600 miligramos por cada 100 gramos. En definitiva, la bellota es un fruto con muy buenas propiedades, por lo que recomendamos su consumo para mantener una buena salud.
¿Qué nos pueden aportar las bellotas?
En este apartado, analizaremos con detalle los beneficios que nos pueden aportar los frutos que dan las encinas. Los más destacables son los siguientes:
- Disminuyen el nivel de azúcar en sangre: por eso su consumo es recomendado para diabéticos. Las bellotas contienen taninos, que son los componentes responsables de su sabor ligeramente amargo. La ingesta de muchos taninos puede producir irritación gástrica, vómitos y dolor de barriga. Sin embargo, en cantidades pequeñas, pueden tener propiedades beneficiosas, y entre ellas está reducir el nivel de azúcar en la sangre.
- Ayudan a reducir los niveles de colesterol: gracias a su contenido en antioxidantes, puede contribuir a que el colesterol disminuya, evitando así problemas mayores como fallos cardiacos.
- Desintoxican el organismo: también gracias a los antioxidantes, las bellotas ayudan a reducir el número de elementos que puedan resultar tóxicos para nuestro organismo.
- Factor de longevidad: este último beneficio más bien es una curiosidad histórica. Algunos autores e historiadores han llegado a plantear el consumo masivo de bellota como factor de longevidad en las poblaciones de indios americanos. No es de extrañar, puesto que, como has podido ver en el apartado anterior, las bellotas tienen muy buenas propiedades.
Algunos ejemplos de elaboraciones con bellotas
Como actualmente es un ingrediente que no es tan común en nuestra dieta, seguramente estés falto de ideas a la hora de intentar incluir bellotas alguna receta. Si ese es tu caso, que, insistimos, es totalmente normal, no te preocupes, porque en esta sección te presentaremos algunas ideas de platos deliciosos en los que la bellota ocupa un lugar importante:
- Asado al horno con bellotas: cuando vayas a preparar un asado de carne, ten en cuenta que las bellotas pueden ser el complemento perfecto. Tienen un sabor a nuez dulce que combina a la perfección con el sabor de una pieza de ternera asada, por ejemplo.
- Bellotas tostadas con sal: es una receta muy fácil de elaborar. Simplemente tuéstalas, vuélcalas en un plato o una fuente y añade la sal a tu gusto.
- Harina de bellota: es una harina que podemos adquirir en el supermercado, y es una de las más sanas que podemos utilizar. Nos puede servir para hacer galletas, panes… muy ricos de sabor, además de saludables.
- Infusión de bellotas asadas: es una tradición centenaria para los campesinos. La han utilizado históricamente como sustituto del café. No te decepcionará: está deliciosa.
También puedes preparar arroces, pastas, ensaladas… porque, como hemos explicado anteriormente, las bellotas combinan con muchos tipos de recetas. Sin embargo, antes de ponerte a cocinar con estos frutos, es conveniente que los desamargues. Consiste en sumergir las bellotas en agua para que sus taninos se transformen y sean más fáciles de eliminar a posteriori. Debes cambiar esa agua 3-4 veces al día durante 3-4 días. Al terminar el proceso, habrán reducido considerablemente ese amargor que puede resultar molesto. Hasta entonces, no las utilices, porque puedes vivir una experiencia muy desagradable.