Los precios de las propiedades están en constante cambio debido a las fluctuaciones de las diversas variables que influyen en ellos y las parcelas catalogadas como “Fincas Rústicas” siempre han mantenido un precio de venta notablemente menor al que podrías conseguir en las zonas urbanizables o urbanas. Pero con la atenuante de ser este tipo de terrenos de los más prohibitivos con relación a los permisos y a las posibilidades de uso.
Si bien una finca rústica es una parcela que tiene como fin la explotación agrícola o ganadera y que en efecto consta de construcciones para tal fin, por lo que en teoría es imposible utilizarla para fines residenciales. Pero que por distorsiones legales es posible conseguir hacerlo, siempre y cuando se respeten algunas puntuales situaciones de interés natural. Veamos si es posible y cómo mantener una vivienda con fines residenciales en una finca rústica.
Las fincas rústicas y la legalidad de vivir en ellas
Una finca rústica, como su nombre lo establece, es un enclave destinado a la explotación de actividades agrícolas y ganaderas, con las necesarias infraestructuras para atender a este tipo preciso de actividad comercial, generalmente no ofrecen servicios de alcantarillado, electricidad o telefonía; por lo que son catalogadas como no aptas para ser usadas como zonas residenciales.
La gran mayoría de ellas cuentan con protección urbanística, es decir, no es posible llevar a cabo construcciones sobre ellas. A menos que las edificaciones tengan como fin algún tipo de actividad relacionada con la naturaleza y con su explotación. De allí que entre los posibles fines de una finca rústica figuran: Viñedos, hoteles, actividades ganaderas y agrícolas, campings, talleres de artesanías, actividades relacionadas con la gastronomía y la cultura e investigaciones científicas.
Las opciones disponibles para vivir de forma legal en una finca rústica
La legalidad de las construcciones en suelos no urbanizables siempre estará en entredicho, por lo que se hace necesario que la finca rústica cuente con una casa preexistente que esté debidamente inscrita en el Registro de la Propiedad con al menos 40 años de antigüedad. Allí se convierte el legal el hecho de residir en ella, además de lograr acometer obras de mejoras y de restauración para la construcción.
Para lograr vivir en legalidad en una finca rústica se deben cumplir una serie de requisitos de carácter obligatorio y por ende destinar la propiedad a ciertas actividades. Estas generalmente están relacionadas con actividades asociadas con la naturaleza, a continuación se enumeran y se ofrece una veloz explicación de cada una de ellas con la finalidad de expandir los conocimientos relacionados con la legalidad de vivir en una finca rústica.
Rehabilitando una vivienda existente
Son incontables las fincas rústicas que tienen viviendas o construcciones inscritas en el Registro de la Propiedad, en este caso en particular la ley permite que puedas vivir en estas casas y llevar a cabo reformas y mejoras de las obras, así como las restauraciones que desees. Pero teniendo la plena consideración que existen ciertas prohibiciones, como por ejemplo se impide que los resultados alteren la superficie, la altura y la estructura de la casa.
Es importante analizar y verificar la normativa legal de cada una de las Comunidades Autónomas o del Ayuntamiento, porque en muchos casos es posible que este último conceda o niegue la licencia de reforma de la propiedad cuando la vivienda está en ruinas o si se incumplen algunos parámetros establecidos en la normativa específica de la zona, siendo de gran ayuda la importancia de discutir con un arquitecto la viabilidad del proyecto.
Edificando un hotel
Puedes evadir la limitación de construcciones en fincas rústicas levantando un hotel, en esta construcción evidentemente se le permitirá al propietario vivir en él, pero deberá cumplir con impulsar el cuidado hacia la naturaleza. Además, uno de los requisitos para llevar a cabo la construcción de un hotel en suelos rústicos es el de que la parcela debe tener al menos una superficie de 10 mil metros cuadrados como mínimo.
Construyendo una casa nueva
En la gran mayoría de las situaciones está plenamente prohibido construir una casa en una finca rústica y además es una situación que es sancionable por las leyes del estado. Pero con algunos puntuales escenarios en los que sí es posible desarrollar una construcción de una vivienda totalmente nueva, pero con una plena dependencia de la decisión del ayuntamiento.
Es posible construir una vivienda si tendrá como fin la explotación de la finca rústica, un ejemplo muy común es el de construir una casa de aperos. La explotación y productividad de la finca deberá ser preexistente a la nueva construcción y la misma deberá suponer al menos el 50 % de los ingresos totales del propietario durante los últimos tres años. También es posible construir una casa nueva cuando la residencia principal del dueño está muy alejada.
Una casa prefabricada móvil o un camping
Las casas prefabricadas móviles están inmersas en un vacío legal que les permite hacer vida activa en una finca rústica, siempre y cuando no precisen de ningún tipo de cimentación o de obra, por lo que debe ser autosuficiente y mantener el hecho de evitar modificaciones al terreno. En el caso del camping, la finca rústica tiene que mantener una superficie mayor a los 5 mil metros cuadrados y desarrollar actividades ligadas a la preservación ambiental.