El hidróxido de sodio (NaOH), o soda/sosa cáustica, es un producto químico ampliamente versátil que puede encontrarse en forma sólida, cristalina, en escamas o líquida y se obtiene mediante procesos químicos o mediante celdas electrolíticas. Se utiliza para la elaboración de diversas sustancias de limpieza, entre ellos: detergentes, limpiadores de desagües y arrancagrasa,
En vista de sus poderosas cualidades, es considerado un gran aliado en la higiene doméstica y su venta es común, sin embargo, es altamente tóxico y su manipulación errónea muy peligrosa ¡Así que, si quieres probarla y limpiar en casa, hazlo con cuidado! Si estás aquí buscando información acerca de los usos de la sosa cáustica para limpiar y las medidas de protección adecuadas ¡Sigue leyendo, porque estos datos te interesan!
Usos de la sosa cáustica en la limpieza del hogar
A nivel industrial, el hidróxido de sodio se utiliza para la elaboración de jabones, detergentes comerciales, blanqueadores con cloro y desatascadores de tuberías, no obstante, si se usa con precaución y con medidas de seguridad pertinentes, también se pueden aprovechar sus propiedades con los siguientes trucos de limpieza:
Destapa los desagües y el WC
La sosa cáustica alcanza grados de temperatura realmente elevados al combinarse con agua o cualquier elemento líquido, pero si las tuberías que tienes en casa son lo suficientemente resistentes para soportar altos grados de calor, entonces vierte un vaso de esta sustancia en el desagüe, espera 15 minutos y luego deja correr el agua.
Nota: Gracias a sus propiedades intrínsecas y su alcalinidad (su pH es superior a 13 sobre 14), también funciona para descomponer y eliminar residuos orgánicos del retrete.
Jabón artesanal con sosa cáustica
Necesitarás medio kilogramo de hidróxido de sodio, 3 litros de agua y 3 litros de aceite de oliva virgen. Estos son los pasos a seguir:
- Protégete con guantes, mascarilla y gafas protectoras para los ojos.
- En un recipiente amplio y resistente a elevadas temperaturas, vierte el agua y disuelve poco a poco la sosa. Es importante que lo hagas lenta y cuidadosamente para no ocasionar vapores perjudiciales.
- Espera un par de horas a que la soda cáustica se enfríe y vierte el aceite de oliva con paciencia y de a poco.
- Mezcla con una paleta de madera hacia un mismo sentido durante 45 minutos a 1 hora. Con el paso de los minutos, la solución espesará.
- Cuando se haya endurecido lo suficiente y ya no sea tan maleable, dale un toque especial de tu preferencia. Agrega el zumo de alguna fruta cítrica, de alguna planta (aloe vera, por ejemplo), o un poco de aceite esencial del aroma que más te guste.
- Mientras aún tenga un poco de manejabilidad, retira el jabón del recipiente y viértelo en un cajón de madera previamente forrado con papel antiadherente (el papel de hornear funciona bien) o de silicona.
- Una vez hayan pasado entre 24 a 48 horas, corta el jabón en trozos y déjalo secar durante 6 a 8 semanas (proceso de curación). Pasado este tiempo, podrá ser usado este jabón casero para la higiene personal, limpieza y desinfección de suelos, paredes, encimeras y diversas superficies.
¡Advertencia! Cuando empieces la receta, vierte siempre la sosa en el agua ¡Nunca al revés!
Limpia las parrillas y barbacoas
Por su cualidad descalcificadora, es estupenda para desprender restos y suciedad de la parrilla de la barbacoa, horno, cocina o campana demasiado sucia. Bastará con llenar un barreño (resistente al calor) con 4 litros de agua y 400 gramos de sosa cáustica, deja actuar durante 6 a 8 horas y luego friega con una esponja y jabón como de costumbre.
Recuerda usar guantes y protección facial completa para prevenir accidentes en caso de salpicaduras.
Medidas preventivas de seguridad al manipular sosa cáustica
Si no se manipula con cuidado y se mantiene un contacto prolongado, la sosa cáustica (en cualquiera de sus presentaciones) es capaz de corroer, ocasionar irritación y daño ocular considerable, quemaduras graves en la piel y su inhalación podría causar irritación severa al sistema respiratorio.
Te advertimos que la soda cáustica, al combinarse con agua, eleva su temperatura, se vuelve sumamente corrosiva y muy perjudicial para la piel, ojos, mucosas y afectará la respiración. Así que, la clave es evitar la exposición una vez entre en contacto con sustancias líquidas o ambientes húmedos.
Igualmente, es vital tener máximo cuidado con elementos que la hagan reaccionar, entre ellos las aleaciones metálicas como el estaño, aluminio, magnesio, zinc y el bronce. Por otro lado, no se debe mezclar con ácidos, líquidos inflamables ni compuestos nitrosos.
Cuando decidas utilizar este compuesto para la elaboración de remedios caseros en casa, debes ventilar el área y asegurarte de alejar a niños y mascotas de la zona, pues alguna gota podría caer a tu alrededor y es un riesgo para los peques, gatos y perros. Igualmente, a la hora de guardarla, hazlo en un sitio seguro y lejos del alcance de niños o mascotas.