Si de estancias con olores molestos hablamos, el cuarto de baño se gana el primer puesto. No importa que tan asidua sea la limpieza o cuánto desinfectante usemos para limpiar, al cabo de un par de días —horas, incluso—, el agradable aroma desaparece y reluce el olor a humedad. Por suerte, existen formas de preservar el olor a limpio por más tiempo, y mi favorito es este método fácil, económico y rápido con un utensilio de cocina.
En efecto, con una esponja para lavar los platos y un jabón sólido del aroma que más te guste, puedes fabricar tu propio dosificador de WC, que no solo te ayudará a aromatizar el ambiente, sino también a limpiar el inodoro y prevenir el mal olor. Sigue leyendo y conoce como poner en práctica este truco casero con una esponja para que el baño siempre huela bien. ¡Te encantará tanto como a mí!
Cómo hacer un dosificador para que el baño siempre huela bien
Todos conocemos los aromatizantes y dispensadores dosificadores para el WC, ¿cierto? Bien sea en forma de discos adheribles o gel activo, líquido y pastillas que se cuelgan, su función es la misma: prevenir manchas y bacterias, perfumar con cada descarga y mantener higienizado el inodoro. Sin embargo, aunque son muy efectivos, su precio es algo elevado y están llenos de químicos nocivos para el medioambiente. Mejor sigue este procedimiento y haz el tuyo propio con solo dos productos:
- Consigue una esponja para lavar platos nueva y córtala por la mitad.
- Hecho esto, abre un orificio en uno de los bordes laterales de la esponja que llegue hasta el centro, es decir, que quede como un bolsillo o un pequeño sobre.
- El siguiente paso es cortar el jabón en barra que tenga buen aroma en trozos y colocarlos en el interior del orificio abierto.
- Séllala con silicón caliente, ciérrala con ligas o un cordón para que no se salgan los pedazos de jabón.
- Finalmente, coloca la esponja en el interior del tanque de agua del inodoro y con cada descarga, el movimiento del agua hará que se disuelvan poco a poco sus compuestos, se limpiará la suciedad y olerá bien por más tiempo.
¡Y eso es todo! Esta es la solución definitiva para que el baño siempre huela a limpio con solo tirar de la cadena. Eso sí, recuerda cepillar un poco cada día el interior de la taza, pues, aunque se irá liberando el jabón y la agradable fragancia, esto no quiere decir que no se ensucie en lo absoluto cada vez que hagas tus necesidades. ¡Inténtalo, no te arrepentirás!