Lavar la ropa es fácil, o eso es lo que dicen ¿Cierto? Pero la verdad es que tiene más complicaciones de las que crees. Para empezar, la limpieza de los tejidos no solo es introducirlos en la lavadora, pulsar dos botones y esperar a que termine, sino que también se deben separar las prendas por color, nivel de suciedad y material de fabricación para saber qué tipo de detergente usar, la cantidad, y sí, la temperatura adecuada para tu lavado.
Para conservar su forma, color y textura, es vital seleccionar una temperatura ideal para lavar la ropa. Este es un factor bastante ignorado y que tiene mucha importancia, pues es la clave para que tus prendas duren mucho más tiempo o se vean terriblemente mal en un par de meses. Toma nota a este artículo donde te contamos todo acerca de este tema.
¿A qué temperatura hay que lavar la ropa para mantenerla en buen estado?
En algunos casos, el fabricante recomienda en la etiqueta de instrucciones limpiar la ropa con agua fría o estándar a 30° C, mientras que en otros lo indicado es lavar a 40 grados o más, es lo ideal para acabar con manchas, bacterias y mal olor. Esto dependerá del tipo de prenda y la cantidad de sucio que aloje en las fibras, y aunque lo recomendable es no usar agua hirviendo para no correr riesgo de desteñir la tela y reducir el consumo energético (hasta 40% menos en electricidad), en ciertos tejidos es lo más inteligente.
De 30 o 40 grados
Esta es la temperatura que integran por defecto la mayoría de los programas de las lavadoras. Es la idónea para gran parte de los tejidos y es el grado de calor máximo recomendado para mantener en buen estado las telas delicadas como la seda, lino, lana e incluso algodón (cuando son fabricadas en su mayor parte por este material).
Lo mismo se aplica para la ropa oscura y los jeans para que no se destiñan (o de preferencia agua fría). Solo si notas manchas complicadas o grasa que no sale, puedes hacer una excepción y emplear un poco de agua caliente.
De 40 a 60 grados
La ropa blanca o de colores claros que se ha ensuciado puede lavarse a esta temperatura para blanquear y dejarla impecable —siempre y cuando la etiqueta del tejido lo indique—. Ten en cuenta que, por ejemplo, si lavas un jersey de lana blanco con agua caliente, lo arruinarás de forma irreversible.
Además de eso, las sábanas, fundas y las toallas claras deben lavarse como mínimo a 40° C para combatir olores molestos, bacterias, manchas y residuos corporales que se adhieren a ellas mientras nos secamos o dormidos.
Nota: no olvides clasificar las prendas por colores, tipo de tejido y canridad de mugre.
De 60 a 90 grados
Los tejidos compuestos de algodón y otro material (poliéster o similar), son bastante resistentes a altas temperaturas, por eso, los manteles, ropa de cama o toallas blancas muy sucias o que hayan usado pacientes enfermos, se recomienda lavarlos a más de 60 °C para garantizar una desinfección completa.
Igualmente, sucede cuando se trata de ropa manchada o llena de microorganismos, como la de un mecánico, uniformes médicos, calcetines blancos o telas blancas con sangre.
Recuerda que es fundamental revisar los símbolos en la etiqueta de la prenda para conocer las recomendaciones del fabricante y darles un trato idóneo a las fibras. Por ejemplo, el cubo con números indica si es posible lavarla y la temperatura máxima, el triángulo significa que puedes usar blanqueadores como la lejía (si está tachado, quiere decir que no). Y si lo que hay es un círculo, entonces es un tejido susceptible y lo mejor será llevarla a una tintorería para que un experto la limpie sin encogerla, desteñirla ni estropearla.