Mantener buena salud es una de nuestras grandes preocupaciones. Hacemos deporte, cuidamos la dieta y elegimos con cuidado esa silla en la que vamos a pasar horas trabajando. ¿Pero qué pasa con las sillas de comedor? Es cierto que su uso es más limitado, que pasamos menos tiempo en ellas. Pero también lo es que nuestra espalda siempre va a agradecer un asiento adecuado.
Cuidar la salud postural ayuda a prevenir dolores de espalda y de cabeza, pero también hernias discales y otro tipo de lesiones y patologías que pueden incluso ser discapacitantes. Por ello, si no nos sirve cualquier silla de trabajo, tampoco nos debe servir cualquier silla de comedor. Y eso no quiere decir que no tengan diseños cuidados. Al contrario, la ergonomía es un aspecto que cada vez se tiene más en cuenta y se combina a la perfección con líneas modernas y elegantes que encajan sin problemas en cualquier ambiente.
Cómo debe ser una silla ergonómica de comedor
Identificar una silla ergonómica de otra que no lo es mucho más sencillo de lo que tal vez imaginas. Solo tienes que fijarte en dos aspectos. El primero de ellos es el respaldo, debe ser curvo para que toda la espalda apoye perfectamente en él y pueda mantenerse bien erguida. No es necesario que el respaldo sea muy alto, pero sí que apoye bien la zona lumbar.
El segundo aspecto básico es el asiento, que también debe ser ligeramente curvo y tener una pequeña inclinación en la parte delantera y en la trasera. De esta manera se evita demasiada presión en la piernas, se libera la zona de los muslos y se favorece una buena circulación sanguínea.
Lo ideal: que estén tapizadas
Hay sillas de materiales plásticos o de madera que ofrecen estas características. Si no vas a utilizar el comedor mucho son una buena elección. Pero si utilizas con frecuencia el comedor, si eres de los que disfruta de largas sobremesas con la familia o los invitados, el consejo es elegir sillas tapizadas. El motivo es muy sencillo: si eliges un tela adecuada, se favorece la transpiración y, con ella, la comodidad.
Cómo elegir las sillas ergonómicas según el estilo del comedor
La variedad de modelos de sillas ergonómicas de comedor que hay en el mercado en enorme. Sea cual sea su estilo, podrás encontrar una que encaje a la perfección. Pero no solo cuenta el estilo, también el uso del propio comedor.
Comedor formal
Para esos comedores que se usan en ocasiones especiales o que están integrados en el salón las sillas con respaldo alto son perfectas. Si es una estancia de corte clásico o nórdico, lo ideal son sillas con respaldos y asientos mullidos. La tapicería dependerá del resto de la decoración. No es necesario que tengan reposabrazos, de hecho, son sillas más voluminosas, pero no necesariamente más cómodas.
En salones de estilos más contemporáneos o minimalistas, elige sillas con estructura ergonómica simplemente forradas de tela o de cuero. Lo habitual es que tengan además una base metálica muy ligera, por ello, son también una elección adecuada para comedores pequeños.
Comedor informal
Para ese comedor de diario el consejo es elegir sillas de líneas muy sencillas. Por un lado, porque suelen ser comedores más pequeños en los que no conviene introducir mobiliario muy voluminoso. Y, por otro, porque suelen ser mucho más manejables, al tener respaldos más cortos. Eso no quiere decir que tengas que renunciar al estilo. Al contrario, con las sillas de comedor ergonómicas puedes convertir un rincón soso en otro con mucha personalidad.
Dentro de las sillas ergonómicas hay modelos que juegan mucho con curvas y con colores, y son perfectas para dar esa nota de estilo que le falta, por ejemplo, al office de la cocina. Elige un color que destaque o un estampado llamativo y tendrás todo: una silla cómoda que cuidará tu salud y un elemento de lo más decorativo para esa cocina.
Ten en cuenta estos consejos para elegir las sillas de tu comedor y podrás disfrutar con toda tranquilidad de cada comida y de esas sobremesas que tanto se disfrutan. Tu espalda no se resentirá, y tampoco el estilo y la esencia de tu hogar.