¡Quien no ha soñado alguna vez con un jardín o una terraza repleto de claveles, tantos y de tanto color que alegren la vista desde primera hora de la mañana! Una de las flores más relacionadas con el amor, con la pasión y la intensidad, y toda una declaración de intenciones a la hora de ser escogidas como plantas para tener en el hogar.
Si sueñas con tener muchos claveles en tu jardín, y créenos, no eres la única persona que sueña con esto, debes saber que tu única opción no es ni mucho menos dedicarte a comprar y comprar especímenes de claveles hasta que llenes todo el espacio que quieras. Es posible reproducir los claveles por ti mismo, y además una vez aprendas a hacerlo, siempre tendrás los pasos para llevarlo a cabo. De paso, también podrás hacerlo con otros tipos de plantas.
Los claveles son plantas que se pueden tener, por otro lado, tanto en el interior como en el exterior, y además aunque muchas personas piensan que solamente son rojos, también hay especies en tonos blancos y rosas. Desde la primavera y hasta el otoño podrás tener sus flores en su máximo esplendor, sobre todo cuando aprendas cómo reproducirlos. Así que vamos con ello.
Pasos que debes seguir para reproducir los claveles en casa
Existen métodos diferentes para reproducir claveles de manera rápida y sencilla. La propia planta tiene un componente masculino y otro femenino, lo que quiere decir que incluso con una sola muestra de clavel, se podría llevar a cabo esta actividad y lograr tener un sinfín de claveles en casa. Aunque hay diferentes especies de claveles, este método de producción sirve para todos, así que estate atento porque vamos a contarte cómo hacerlo.
Lo primero y más importante es que la reproducción de claveles se puede llevar a cabo mediante dos métodos diferentes. Uno es por esquejes y otro es por semillas, y antes de que nos lo preguntes, no hay uno que sea mejor, simplemente cada uno tiene sus ventajas y desventajas.
Vamos a ver, en primer lugar, cómo se haría mediante esquejes y después veremos cómo es el método de las semillas:
- Los esquejes son pequeñas ramificaciones de una planta de clavel, que normalmente tiene al menos un año de antigüedad y cuyas características son sanas y estables. Cuando un clavel tiene estas características, entonces podemos encontrar la forma de cortar uno de esos tallos que se encuentran entorno al tronco central, para plantarlo por su lado y que empiece a crecer.
- Dichos tallos son los esquejes, y tienen que tener algo concreto, que es básicamente un tamaño suficiente para haber desarrollado al menos dos o tres hojas y que se puedan plantar en solitario. También es importante asegurarse de que las raíces de la llamada planta madre, que es el clavel central, son fuertes y no tienen ningún problema de salud previo, ya que esto se trasmitiría al esqueje que será un futuro clavel.
- Este método es muy rápido, y además suele ser efectivo en la gran mayoría de las ocasiones. La única desventaja es que a veces, como te comentábamos en el punto anterior, es relativamente fácil que se transmitan virus, enfermedades o plagas entre las diferentes plantas y los esquejes, y esto puede hacer que además haya algún defecto en los nuevos claveles. No suele pasar a menudo, pero se conocen casos de claveles que no tienen el olor tan intenso como el que tenía la planta madre.
Y ahora que ya conoces la forma de reproducir los claveles mediante esquejes, es el momento de que sepas que también se puede hacer a través de semillas. Es una técnica un poco más lenta que la de los esquejes, pues uno tiene que extraer las semillas del clavel original, y cultivarla en tierra, con fertilizante, agua y ciertas características para que crezca.
No obstante, aunque sea más lento, también es más efectivo. Los claveles que logren salir adelante con las semillas extraídas del clavel original, simplemente nacerán sanos, lejos de enfermedades y muy resistentes para a su vez poder ser el clavel original del que salgan otros en el futuro. Para esta técnica de reproducir los claveles mediante semillas, es importante que la semilla se saque de una planta cuando esta esté bastante crecida, y también que a la hora de cultivarlos, en el caso de que tengas más semillas, dejes espacio de al menos 10 centímetros entre cada una de las nuevas plantas.
Como ves, es bastante fácil lograr reproducir claveles y así no tener que gastar dinero y tiempo en ir a buscar otros a tiendas especializadas. Simplemente hace falta un poco de paciencia y cuidado, que son los ingredientes principales de cualquier actividad de jardinería.