Uno de los tufos más incómodos y que particularmente detesto es el de la humedad, en especial cuando se adhiere a las sábanas, cobertores, fundas y sobre todo cuando lo desprenden las toallas y los albornoces que se supone estaban “limpios”.
Esta clase de prendas de baño son fabricadas con el objetivo de secar todo lo mojado en manos, cara y cuerpo en general, por lo que, inevitablemente, tras varios usos, comenzarán a emanar un hedor que no es el que desearíamos. Además, si no se extienden correctamente después de usarlos para que se sequen, este olor será cada vez peor y más insoportable.
Lo bueno es que existen trucos caseros con productos de limpieza que seguramente tienes en casa ¡Incluso algunos son ecológicos! ¿Te gustaría conocerlos? ¡Sigue leyendo! Anteriormente, te contamos cómo quitar el olor a humedad de la ropa, ahora te revelamos qué hacer para quitar el olor a humedad de las toallas fácil, rápido y sin gastar casi nada de dinero.
¿Por qué las toallas huelen mal?
En la mayoría de los casos, este olor es originado por la humedad constante, que, con el tiempo, acarrea acumulación de bacterias, esporas y moho. Algunas de estas causas son las siguientes:
- Las prendas se guardan sin estar totalmente secas.
- Se tiran al cesto de ropa sucia estando mojadas o húmedas.
- Se quedan mucho tiempo dentro de la lavadora después del lavado.
- Al colgarlas, se empapan nuevamente con la lluvia y no se secan adecuadamente.
Remedios caseros para quitar el mal olor de las toallas
Antes de iniciar con las técnicas infalibles para que las toallas tengan un olor agradable, tienes que saber que se deben lavar y desinfectar como mínimo una vez a la semana. Pero, si se trata de paños que usas fuera de casa (para el trabajo o el gimnasio) lo idóneo es enjuagarlos con agua y jabón diariamente.
Ahora que ya sabes este dato importante, presta atención a mis técnicas favoritas para eliminar el hedor de humedad en tejidos:
Lavar toallas con vinagre y bicarbonato en lavadora
Uno de los métodos más eficaces para tener toallas y albornoces sin este molesto olor, es la dupla irrefutable de la limpieza en casa: vinagre blanco de limpieza y bicarbonato de sodio ¿Has escuchado de los efectos de este limpiador multiusos? ¡Seguro que sí! Sus propiedades son idóneas para remover todo resto de hongos y bacterias, desinfectar a fondo, suavizar ¡E incluso blanquear! Fíjate cómo:
- Prepara una mezcla en un barreño con abundante agua caliente (al menos a 60° C), dos tazas de vinagre blanco (aproximadamente 250 ml) y una taza de bicarbonato de sodio (200 gramos).
- Además de eliminar el hedor, es perfecto para quitar manchas amarillentas y conseguir resultados impecables de manera totalmente ecológica.
- Introduce las toallas y déjalas en remojo por 1 hora.
- Hecho esto, lleva las toallas a la lavadora y lávalas con detergente habitual (también puedes lavarlas a mano sin problema). De igual forma, puedes añadir una taza de vinagre o bicarbonato al cajetín del suavizante (ideal para neutralizar olores en ropa deportiva).
- Una vez finalizado el ciclo de centrifugado, deja que se sequen al aire libre (mejor al sol) ¡Y listo!
Recomendación final: Si estás batallando contra manchas difíciles, aplica bicarbonato directamente sobre la mancha y frota con fuerza con ayuda de un cepillo.
Lavar y desinfectar toallas con amoníaco líquido
¿Sientes que tus toallas desprenden un vomitivo olor a rancio? Acude al amoníaco, un poderoso detergente capaz de acabar con los hedores más potentes y arrancar manchas difíciles.
- Coloca el tejido dentro de la lavadora.
- Vierte un poco de amoníaco líquido especial para lavadoras en el compartimento indicado para el jabón.
- Programa un ciclo de lavado corto con agua caliente y un configura un centrifugado suave.
Si lo lavas a mano, el proceso es similar, solo que debes dejarlas en remojo por 30 minutos en un barreño con agua tibia y un tapón de amoníaco líquido. Pasado este tiempo, escúrrelas, enjuágalas y déjalas secar al aire libre (preferiblemente al sol).
Nota: No olvides ponerte guantes y hacerlo en un espacio ventilado para que no te afecte el olor del amoníaco.
Lejía o lavandina, la opción ideal para toallas blancas
Si lo que quieres, además de quitar el olor de humedad, es blanquear o desmanchar toallas o albornoces blancos, un gran aliado es el cloro, también conocido como lavandina o la famosísima “lejía”. Este es un blanqueador desinfectante perfecto para la tela blanca, sin embargo, antes de usarlo, revisa la etiqueta de lavado para asegurar para asegurarte de que sea apto y no maltrate las fibras del tejido.
- En lavadora: Vierte un chorrito de lejía pura en el cajetín del detergente (es el triángulo en los símbolos de la lavadora) y lávala con agua fría, un ciclo corto y centrifugado suave.
- A mano: Llena un barreño con bastante agua fría (que cubra las prendas), agrega una taza de lavandina y deja en remojo las toallas por 20 minutos. Pasado ese tiempo, mueve un poco con las manos, enjuágalas, escúrrelas y cuélgalas al sol directamente.
Eliminar el mal olor a humedad en toallas: Consejos finales
Si ya te has deshecho de este hedor insoportable, debes saber que esta tarea no se queda ahí. Recuerda que la mejor manera de que no vuelvan a oler a humedad es previniendo su aparición. Esta es la manera:
- Una vez te hayas duchado, no dejes la toalla tirada en la cama, tampoco la tires sobre la ropa sucia en el cesto y no las cuelgues en sitios cerrados.
- Si cuelgas las toallas en el baño, ventila esta área a diario y si hay ventanas, ábrelas para evitar la proliferación de humedad.
- Cuando las laves, espera que estén totalmente secas antes de doblarlas y guardarlas.
No dejes ninguna prenda (sobre todo las toallas) dentro de la lavadora por varias horas, pues generará moho y malos olores ¡Tiéndelas de inmediato! - No uses suavizantes comerciales (también aplica en ropa deportiva).
- Lávalas con la cantidad adecuada de detergente. El exceso aumentará la probabilidad de que adquieran mal olor luego de utilizarlas.
¡Y no olvides! Si hay humedad en el armario y las guardas en él, esto conducirá a que ganen este olor al cabo de un par de días guardadas. Una manera de combatir este mal es colocar bolsitas de tela llenas de arroz, café o sal. ¡Pruébalo y cuéntanos qué tal!