Encender la luz es una de las acciones que más solemos llevar a cabo dentro de nuestra vivienda y, precisamente por eso, es importante conocer el impacto económico que puede tener este simple acto en nuestras facturas de suministros.
Porque, ¿es mejor encender y apagar la luz cada vez que vayamos a entrar a una estancia o dejarla encendida un momento? ¿Qué acción nos ayuda a reducir el consumo energético?
Estas son las dudas que vamos a resolver en este post, así que continúa leyendo para averiguar la respuesta.
Qué consume más: encender y apagar la luz o dejarla encendida
Quizás alguna vez te hayas hecho esta pregunta: ¿Consume más dejar la luz encendida durante un breve periodo de tiempo o estar apagando y encendiendo?
Esta duda es más habitual de lo que te parece y su respuesta puede influir de manera considerable en el consumo eléctrico de nuestra vivienda. Por eso vamos a explicarte a continuación qué es lo que ocurre en realidad.
Lo cierto es que, encender y apagar la luz consume más energía que dejarla encendida durante un tiempo, ya que cada vez que se enciende y apaga una bombilla se produce un pico de consumo. Y, por otro lado, cada vez que se enciende y apaga una bombilla, se reduce su vida útil.
Por lo tanto, es más eficiente dejar la luz encendida durante un tiempo si se va a necesitar durante un período prolongado. Sin embargo, si la luz no se va a necesitar por un tiempo prolongado, es mejor apagarla para ahorrar energía.
Es decir, si vas a emplear la luz porque vas a estar un rato en esa estancia, es mejor que la dejes encendida aunque vayas a salir un momento, ya que si la apagas para luego volver a encenderla gastarás más.
Consejos para consumir menos electricidad
Como acabas de ver, muchas veces la mejor manera de ahorrar electricidad es manteniendo encendidas las luces de nuestra vivienda durante un breve periodo de tiempo, en vez de apagarlas y encenderlas.
No obstante, hay otra serie de pautas que nos ayudarán a reducir el consumo eléctrico y te las contamos a continuación:
- Apaga las luces cuando no las estés usando. De hecho, los expertos recomiendan no encenderlas si no es estrictamente necesario.
- Opta por lámparas LED en lugar de bombillas incandescentes. Las luces LED consumen menos energía y duran más tiempo.
- Asegúrate de que las lámparas y los interruptores estén cerca para evitar tener que encender más luces de las necesarias.
- Limpia regularmente las bombillas y pantallas de luz para que la luz se propague de manera más efectiva. Esto te ayudará a regular mejor la intensidad y no incurrir en costes innecesarios.
- Utiliza sensores de movimiento o temporizadores para que las luces se apaguen automáticamente cuando no haya nadie en la habitación. De esta manera, evitarás los gastos innecesarios.
- Aprovecha la luz natural durante el día. Abre las cortinas y persianas para aprovechar la luz solar.
- Emplea lámparas de mesa o de pie en lugar de luz ambiental. Estas lámparas suelen ser más eficientes desde el punto de vista energético.
- Incorpora interruptores con control de intensidad para ajustar la cantidad de luz que necesites. Así evitarás estar usando una potencia mayor a la que necesitas en un momento determinado.
- Considera instalar luces LED de baja potencia en áreas exteriores para ahorrar energía y reducir el consumo de energía.
Seguir estas sencillas pautas e incorporar gestos como el que hemos comentado más arriba te ayudarán a reducir el consumo eléctrico de tu vivienda, así que no lo dudes más y comienza a ponerlos en práctica.