Instalar suelo radiante dentro de una vivienda se ha convertido en una de las mejores opciones a día de hoy, al menos si queremos tener un sistema de calefacción que sea económico y respetuoso con el Medio Ambiente. No obstante, antes de llevar a cabo la colocación del mismo, debemos ser conscientes de que nos va a exigir un mantenimiento para garantizar que funcione bien.
Pero, ¿qué ocurre si no llevamos a cabo estas tareas? Surgirán una serie de problemas con el suelo radiante que pueden afectar al consumo de tu casa o incluso deteriorarlo. Si quieres conocer las averías más comunes del suelo radiante, continúa leyendo porque te las explicamos a continuación.
Problemas del suelo radiante que puedes encontrar de manera habitual
Al igual que cualquier otro tipo de instalación de calefacción, el suelo radiante requiere de una serie de labores de mantenimiento para poder estar en condiciones óptimas y así funcionar correctamente.
Si estas no se realizan, podríamos dar lugar a una instalación que se ve afectada por la acumulación de lodos y suciedad en su interior, algo que va a dar lugar a una serie de problemas que debemos conocer para detectarlos lo antes posible. Por eso hoy te explicamos cuáles son las averías más comunes en una instalación de suelo radiante.
Mayor consumo energético
En primer lugar, cuando no mantenemos de manera correcta nuestro suelo radiante, nos encontramos con un incremento del consumo energético del mismo. En ocasiones esto sucede de manera repentina, mientras que otras lo provocamos nosotros mismos porque el suelo calienta menos y necesitamos aportarle mayor cantidad de energía.
Así que, si has notado que esto está ocurriendo, es el momento de contactar con un experto que pueda echarle un vistazo a tu instalación. Ellos son los que mejor pueden asesorarte al respecto y detectarán rápidamente la avería, lo que puede suponerte un importante ahorro energético.
El calor no se distribuye correctamente
Por otro lado, también podemos encontrar con una situación en la cual es calor del suelo no se reparte de manera homogénea por la vivienda. Esto suele producirse por algún error o acumulación de suciedad en el suelo radiante, el cual está provocando un tapón que hace que no circule bien el agua.
Se producen fugas de agua
Otro de los problemas que nos podemos encontrar en este tipo de instalación, es que de repente veamos alguna mancha de agua o de humedad en la superficie del mismo. Esto indica que se está produciendo una fuga y puede deberse a dos cuestiones:
- La instalación no se ha realizado de manera correcta.
- Se ha producido alguna avería en nuestro sistema.
En cualquier caso, tendremos que buscar la manera de solucionarlo lo antes posible porque puede hacer que nuestra factura de agua se eleve de manera considerable.
Deterioros de los distintos componentes
Si bien el deterioro de los distintos elementos que componen el suelo radiante no es algo que vayamos a ver a primera vista, sí que va a influir de manera fundamental en el funcionamiento del mismo. Pueden ocurrir fallos en las tuberías, válvulas o cualquier otra de las partes del sistema de nuestra instalación.
Para evitarlas, lo mejor es llevar a cabo ciertas tareas habituales de mantenimiento que suelen ser anuales y conllevan una limpieza en profundidad del circuito.
Aparece agua muy sucia o putrefacta
Finalmente, otro de los problemas más comunes con el suelo radiante es que este comience a acumular suciedad y el agua se vuelva más espesa, dificultando así su recorrido por el circuito. Esto ocurre porque comienza a producirse una oxidación en los fluidos y una acumulación de lodos que suelen enturbiar las tuberías.
No obstante, existen formas de controlar esto y suele ser consistir en el uso de una serie de líquidos que nos permiten llevar a cabo una limpieza del sistema de tuberías, además de mantener las mismas en las mejores condiciones posibles para así evitar que ocurran este tipo de problemas.
Como ves, las averías que nos encontramos habitualmente en el suelo radiante pueden evitarse de manera sencilla si realizamos el mantenimiento anual correspondiente. No suele suponer un coste económico elevado y puede ayudarte a evitar mayores gastos que podrían producirse el día de mañana en caso de que haya una avería mayor. Esperamos que este post te haya servido para conocer un poco más cómo debes cuidar tu suelo radiante.
Cómo detectar los problemas del suelo radiante de manera rápida
La mejor forma de mantener nuestro suelo radiante en condiciones óptimas y de poder actuar rápidamente ante posibles fallos es llevar a cabo un correcto mantenimiento del mismo. Este suele consistir en una revisión anual que nos permite detectar posibles desperfectos antes de que pasen a mayores.
Para ello, lo mejor es que contactes con una empresa que sea experta en este tipo de servicios y pueda ayudarte a efectuar esta comprobación por un precio económico.