¿Alguna vez has pensado si era posible plantar pimientos en una maceta? No todos tenemos la suerte de tener un hermoso jardín donde plantar preciosas flores, pero a la mayoría de nosotros nos apetece sentir la buena sensación que provoca ver crecer desde el principio una planta y poder disfrutarla en tu cocina.
Estás de suerte porque plantar pimientos en una maceta es fácil, y tan solo necesitarás un lugar como una terraza, un balcón o incluso un alféizar donde le de suficiente luz solar. Los pimientos exigen poco y crecen con relativa rapidez, siempre que tengas buena información sobre qué necesitan para que todo marche bien.
Una vez sigas los pasos que vamos a contarte, podrás disfrutar de deliciosos pimientos a la hora de la comida. Pimientos rojos, verdes o amarillos tienen más o menos las mismas características y necesidades, así que si ya tienes algunas semillas la información de este artículo te va a ser igual de útil.
¿Qué pasos debes seguir para plantar pimientos en maceta?
Antes de saber cuáles son las necesidades que tienen los pimientos para crecer de manera saludable, es conveniente que conozcas las herramientas que debes tener en casa para poder plantarlos en una maceta. A saber, estos objetos son: una maceta bastante grande, porque los pimientos necesitan espacio para poder crecer de forma sana, unas semillas limpias de la especie de pimiento que quieras y una tierra específica para macetas, porque es perfecta para que el agua drene.
Una vez tengas en tu poder todo esto, ya puedes ponerte a plantar pimientos en una maceta, algo que es realmente sencillo:
- Por cada maceta que selecciones dependiendo del número de pimientos que quieras cultivar, deberás de poner dos semillas. Enterrarlas al menos a un centímetro de profundidad de la tierra y échales la suficiente agua para que la tierra quede húmeda. Una buena forma de saber que esto pasa es ver si está saliéndose el agua por los agujeros del suelo de la maceta.
- Durante los días siguientes no debes envolver la tierra en papel film como sucede con otras especies de plantas, porque en el caso de los pimientos puede favorecer la aparición de moho y esto podría estropearlo todo. Intenta que la tierra se mantenga siempre húmeda mientras crecen los primeros tallos.
- Verás rápidamente que crecen tallitos. Cuando estos alcancen los 10 centímetros de altura, es entonces el momento de cambiar nuestros futuros pimientos a una maceta más grande.
- Una vez la maceta grande tenga a los primeros tallos de los pimientos será cuestión de ir siguiendo los mejores consejos para que la planta crezca rápido y en poco tiempo surjan las primeras verduras. Aunque algunas personas lo hacen, para cultivar pimientos no es necesario usar ningún tipo de fertilizante ya que pueden crecer al natural con mínimos cuidados.
Consejos una vez los pimientos estén creciendo
Ahora que ya sabes lo realmente sencillo que es plantar pimientos en una maceta, es hora de que sepas cuáles son las necesidades de estos para crecer de forma rápida y natural. Vamos a darte algunos pequeños consejos que seguramente te van a ser útiles.
En primer lugar, es conveniente que sepas que existe una época del año que es la mejor para empezar a cultivar pimientos. Se trata de finales del invierno, es decir, febrero o marzo. Esto es porque aunque a los pimientos no les gustan las heladas, si toleran bien el frío cuando la verdura todavía no ha salido. De esta manera, para cuando llegue la subida de temperatura de la primavera, los primeros tallos estarán disponibles para tener la mayor cantidad de sol posible.
Y este es otro tema relevante, pues los pimientos necesitan mucha luz para crecer bien. Es más, si tienes una ventana o balcón que tiene sol directo, no tengas miedo de que tus pimientos estén allí al menos un par de horas al día. En el caso de que tengas luz pero no sol directo, no te preocupes porque ellos también pueden crecer sin dificultades.
Por último, con respecto al riego, igual que pasaba cuando empezábamos a plantar los pimientos en la maceta, la tierra debe de permanecer constantemente húmeda. No te pases regando todos los días, pero si puedes comprobar de forma diaria si efectivamente el agua está húmeda, y si no pulverizar un poco más. Además de esto, cuando aún no hayan crecido las verduras pero si esté la propia planta bastante alta, puedes podar las hojas iniciales para darle más energía a los futuros frutos.