Probablemente, hayas escuchado muchos consejos de tus vecinos y amigos sobre cómo comenzar a plantar grama. Podrían haberte dicho que es mejor dejar el trabajo duro a los profesionales, pero puedes ahorrar dinero y tener éxito al sembrar grama en tu jardín a partir de semillas. Sin importar lo que hayas escuchado, todo lo que necesitas es un poco de preparación, algunas semillas de grama de calidad adecuadas para las condiciones climáticas de tu región, suelo bien preparado y un poco de paciencia. Piensa lo bien que se verá la grama que puedes sembrar junto a tu plantación de setos.
Considera que la grama que crece saludable necesita buena tierra, la mayoría prefiere suelos neutros. Entonces, para asegurarte de que tus esfuerzos no sean en vano, puedes realizar una prueba de suelo antes de comenzar la siembra. Además, debes verificar que no se hayan aplicado productos para prevenir malas hierbas en el terreno, cualquier control de malezas que se utilice evitará la germinación o matará las plántulas inmaduras. Para conocer más detalles sobre la plantación adecuada de grama, continúa leyendo.
Elige la semilla de cesped correcta
Escoge la grama adecuada para ti, tomando en cuenta el presupuesto disponible y la ubicación. Comienza por pensar en el tipo de grama que deseas y las condiciones de crecimiento en tu área. Si no estás seguro de qué tipo de césped debes cultivar, consulta con un experto en jardinería o que te ayude o investiga un poco para encontrar un tipo de grama que coincida con las condiciones de cultivo que puedes proporcionar.
Prepara el suelo
Afortunadamente, puedes obtener buenos resultados sin una prueba de suelo, siempre y cuando prepares el suelo correctamente antes de plantar y realices un seguimiento adecuado después de hacerlo. Sin embargo, si prefiere saber exactamente qué está pasando en tu suelo, puedes pedir un análisis de nutrientes condiciones del suelo. El pH ideal del suelo para la mayoría de los tipos de grama está entre 6,0 y 7,0. Si tu suelo es demasiado ácido, agrega piedra caliza molida. Pero, si tu suelo es demasiado alcalino, agrega compost.
Una vez que hayas elegido el área para tu futuro césped, querrás preparar el suelo antes de sembrar. Primero, usa una pala afilada para quitar la mala hierba existente, si se trata de un área grande, usa un cortador de césped para hacer el trabajo más rápido. Luego, da un paseo e inspeccione el área. Retira las rocas grandes y los escombros, rellena los puntos bajos y, si el suelo está compactado, trabaja con una cultivadora. Tu objetivo es descomponer el suelo en partículas del tamaño de un guisante o una canica, que servirán como alfombra de bienvenida para las semillas de césped. No quieres picos y valles en tu nueva grama, entonces usa un rastrillo de arco para que la superficie sea lo más pareja posible.
Siembra y alimenta el terreno al mismo tiempo
Una vez que tu suelo esté preparado, es hora de sembrar la grama. Al mismo tiempo, es importante darles a tus nuevas plántulas una ventaja alimentándolas, así que puedes alimentar tu nuevo césped el mismo día que lo siembras. Los diferentes tipos de semillas de grama y fertilizantes requieren diferentes configuraciones del esparcidor para una cobertura óptima.
Planta las semillas en el perímetro primero, lo que permite rellenar el resto del espacio sin preocuparse por perder ninguno de los bordes. Con un patrón similar al de la siembra, alimenta tu césped con pasadas ligeramente superpuestas. Evita poner semillas o fertilizantes en los lechos de tu jardín o en tu acera o entrada.
Después de terminar de colocar la semilla y el alimento, cúbralos con una capa delgada de tierra para ayudar a evitar que las semillas de grama se sequen y se laven. Una vez culminada la siembre, riega el espacio, manteniendo la parte superior de la tierra constantemente húmeda, pero no empapada. Es probable que necesites rociar el área sembrada una vez al día, posiblemente más si hace calor y está seco afuera.
Una vez que las semillas comiencen a germinar, intenta mantener húmedo los 5 centímetros superiores del suelo hasta que la hierba nueva alcance una altura de corte de alrededor de 10 centímetros. Después de esto, reduce el riego a aproximadamente dos veces por semana, empapando la tierra más profundamente para alentar a las raíces a crecer en lo profundo de la tierra.
Mantenimiento de la grama
Una vez que su nuevo césped alcance una altura de corte, querrás podarlo, cuando lo hagas asegúrese de cortar solo el 1/3 superior de las hojas. Ajusta tu cortadora de césped a una configuración alta para mantener la grama agradable a la vista y espesa, cuando la cortas demasiado, la debilitas, lo que permite que las malas hierbas se cuelen. Mientras la grama aún es nueva y está en desarrollo, evita el tráfico peatonal en lo posible.