Las deliciosas alcaparras provienen de un arbusto bastante hermoso que puedes plantar fácilmente en tu casa. Lo que comemos de este arbusto son los capullos de flores sin madurar, que se recogen, se secan y se ponen en salmuera, usándose luego para agregar una explosión de sabor ácido e intenso a una variedad de platos. Incluso si no eres fanático de las alcaparras, estas plantas pueden ser una maravillosa incorporación a tu jardín y como proyecto de hogar y manualidades, ya que producen flores blancas, aromáticas y ornamentales con hermosos estambres violetas.
Estas plantas crecen lentamente, alcanzando la madurez en unos dos años y logrando una producción óptima al año siguiente. Se adaptan bien a suelos con grava, por lo que pueden ser una buena adición a un patio o jardín de rocas que reciba mucha luz solar.
¿Cuáles son las necesidades de las plantas de alcaparras?
Bajo las condiciones adecuadas, los arbustos de alcaparras crecerán y no requerirán mucho mantenimiento. No necesitan mucha agua y pueden estar incluso en suelos rocosos y pobres en nutrientes, por lo que los aficionados a la jardinería probablemente serán muy exitosos con este cultivo. Además, los arbustos de alcaparras no tienen problemas serios con plagas o enfermedades.
Luz
Los arbustos de alcaparras necesitan mucha luz solar directa para prosperar. Plántalos en algún lugar donde puedas obtener al menos de seis a ocho horas de luz al día. Si la sombra parcial es la única opción en tu paisaje, siembra apuntando a un lugar para que reciba el sol de la mañana y la sombra de la tarde.
Suelo
Los arbustos de alcaparras son bastante amigables cuando se trata del suelo. Les va bien cuando se hace la siembra en mezclas de todo tipo, incluyendo suelos bajos en nutrientes, arenosos o especialmente pedregosos. Lo mismo ocurre con el nivel de pH de su suelo: ácido, neutro y alcalino son buenas opciones.
Agua
Los arbustos de alcaparras tienen un sistema de raíces profundas y un follaje que encuentra y retiene la humedad fácilmente. Al inicio necesitarás hacer riegos más frecuentes. Después de esto, solo será necesario un riego mínimo y la planta se volverá tolerante a la sequía.
Temperatura y humedad
Prosperarán en lugares donde puedan experimentar calor seco. En regiones muy cálidas, la planta puede permanecer siempre verde, pero perderá sus hojas si las temperaturas descienden significativamente en invierno. Si experimentas veranos calurosos, pero inviernos más fríos, puedes considerar mantener tu arbusto en un recipiente de tamaño adecuado y llevarlo al interior cuando las temperaturas bajen.
Fertilizante
Un arbusto de alcaparras establecido puede prosperar en suelos altamente infértiles y no necesitará alimentación adicional. Sin embargo, durante los primeros años del arbusto que vas a sembrar, es decir mientras la planta aún es joven, puede ser beneficioso alimentarla con una solución de fertilizante de liberación lenta en la primavera y el verano.
¿Cómo plantar alcaparras por esquejes?
Comienza recogiendo los esquejes de 7 a 10 centímetros de los tallos de la planta. Estos esquejes deben tener al menos 0.6 centímetros de ancho. Considera que lo más recomendado es que abarquen de 6 a 10 yemas. Es preferible hacer la recolección en febrero, marzo o abril.
Para cultivar un arbusto de alcaparras, planta los esquejes en un medio de suelo suelto y bien drenado con una fuente de calor en la base. Inserta un lápiz en un recipiente con el sustrato para macetas, con el fin de abrir un hoyo adecuado. Retira el lápiz, creando el agujero ideal.
Introduce los extremos cortados en un medio de enraizamiento durante 15 segundos y luego insértalos con cuidado en los agujeros que acabas de hacer. Considera que tu planta joven no producirá flores hasta dentro de dos o tres años.