La alcachofa es una planta perenne de la familia de los cardos que produce largas hojas lobuladas de color verde plateado que hacen que la planta de alcachofa parezca un helecho gigante. Lo que cosechamos y comemos son los cogollos, los cuales parecen después de la siembra cuando trascurra la temporada de crecimiento. El cogollo más grande crece en la parte superior de la planta y muchos más pequeños crecen debajo.
Estas plantas grandes se pueden cultivar en hileras en el jardín, como setos, o se pueden plantar en un borde amplio. Las alcachofas pueden alcanzar alturas de hasta 1,5 metros y prefieren veranos frescos y húmedos e inviernos templados. En las regiones frías, es posible plantar alcachofa como una planta anual. Mucha gente piensa que los cardos son malas hierbas espinosas y nadie quiere malas hierbas en su huerto. Pero la alcachofa, es un caro que está lejos de ser una molestia y con los consejos que te daremos a continuación, tendrás mucho éxito al sembrarlos.
Pasos para cultivar alcachofas
Las alcachofas y otros miembros de la familia de los cardos son conocidos por su capacidad de crecer en casi cualquier lugar. Aunque requieren mucho espacio y una larga temporada de crecimiento. La forma correcta de cultivar alcachofas y lograr grandes cosechas es tomando en cuenta los detalles que te presentamos a continuación.
Elige la ubicación correcta
El cuidado de las plantas de alcachofa comienza con un buen drenaje y mucha luz solar. A menudo, los jardineros asumen que esta planta supera el invierno frío. Pero en realidad, el suelo empapado suele ser el culpable de la perdida de la plata. Estar constantemente en la humedad dañará la corona y el sistema de raíces de la alcachofa.
A esta planta les encanta un terreno con abundante nitrógeno. Si estás plantando alcachofas en tu huerto, puedes incluir plantas fijadoras de nitrógeno como acompañantes, estas con los guisantes, repollo, girasoles y estragón. Estas plantas no competirán por los nutrientes y harán que el suelo sea el adecuado.
Prepara el suelo antes de sembrar
Las alcachofas crecen en la mayoría de los suelos, pero un suelo rico en nutrientes, profundamente trabajado y lleno de materia orgánica, aumentará tu cosecha. Para verificar la textura del suelo, puedes tomar un puñado, apriétalo y luego abre la mano. La tierra bien mezclada no se aglomerará, pero tampoco se desmoronará. Debe desmoronarse suavemente en la palma de la mano. Para preparar el suelo ideal para las alcachofas, debes excavar la fila con al menos 20 cm de profundidad y trabaja en 12 cm de compost.
Planta tus alcachofas
Plantar alcachofas a partir de semillas puede ser un poco arriesgado, ya que no siempre se mantienen fieles a las instrucciones de las etiquetas de los paquetes. Cultivar alcachofas a partir de semillas no es imposible, pero ten en cuenta que lleva un poco más de tiempo. Las plántulas de alcachofa que germinan a partir de las semillas, generalmente deben tener aproximadamente 60 días antes de transferirlas a tu jardín.
Las divisiones de raíces de una planta es una opción más fácil para plantar tus propias alcachofas y, además, están ampliamente disponibles en viveros y centros de jardinería. Con una altura de hasta 1,5 metros y un diámetro maduro de hasta 1,8 metros, las alcachofas ocupan mucho espacio y requieren pleno sol, por lo que si las siembras demasiado juntas, las plantas grandes pueden dar sombra a las más pequeñas. Lo recomendado es plantar en una fila a un intervalo de 1,2 a 1,8 metros. Las filas también debes tener una distancia importante de 1,8 a 2,4 metros de distancia, lo cual dejará espacio para regar, fertilizar y cosechar fácilmente.
Considera que las alcachofas generalmente son plantas de 5 años y cada una produce retoños que comienzan a amontonarse. Para mantener un jardín de alcachofas saludable, divide cuidadosamente tus plantas de alcachofas cada pocos años. Pero, no tienes que desenterrar toda la planta. Simplemente, puedes separar un brote enraizado con tu cuchillo de jardinería y luego desenterrarlo con cuidado con una pala.