La limpieza del hogar amerita un esfuerzo, la inversión de tiempo y el uso de productos que faciliten la desinfección, eliminación de manchas, etc. Con el fin de facilitar el proceso, muchas personas tienden a mezclar productos, imaginando que obtendrán todos los efectos prometidos para cada ingrediente por separado. Pero, esto no es cierto, ya que la naturaleza química de cada uno puede verse alterada al entrar en contacto con otro.
El bicarbonato de sodio y la lejía son dos de los productos de limpieza domésticos más utilizados. Sin embargo, muchas personas no se dan cuenta de que mezclar estos dos ingredientes podría ser peligroso. A continuación, te explicamos los riesgos de mezclar bicarbonato de sodio y lejía y te ofreceremos el método más seguro de limpiar con cada producto.
¿Para qué se recomienda el uso del bicarbonato de sodio?
El bicarbonato de sodio es un polvo cristalino blanco que se puede encontrar en la mayoría de las tiendas. Se usa como agente de limpieza y propulsor para muchos tipos de productos, ya que tiene la capacidad de reaccionar para eliminar la suciedad y tiene propiedades antibacterianas.
Cuando está húmedo, el bicarbonato de sodio forma una sustancia espumosa, eficaz como eficaz desengrasante y depurador. Además, que es efectivo para eliminar humedad y malos olores. Aunque muchos lo conocen es por su utilidad como levadura en panes y otros productos horneados. También se sabe que es útil para neutralizar los ácidos en los alimentos.
¿Para qué puede ser útil la lejía?
Este es un producto químico que se usa para blanquear telas, limpiar superficies y desinfectar. Se puede comprar como un producto de venta libre en cualquiera de sus presentaciones: en polvo y líquido. El decolorante en polvo es más concentrado y necesita menos agua para funcionar, mientras que el decolorante líquido es más diluido y necesita más agua para funcionar.
¿Qué ocurre al mezclar el bicarbonato de sodio y la lejía?
Mezclar bicarbonato de sodio y lejía puede ser peligroso debido a la reactividad de los químicos. El bicarbonato de sodio es una base débil, lo que significa que reacciona con otros químicos para formar compuestos que pueden crear gases peligrosos y explosiones. La lejía tiene una alta acidez, lo que puede causar irritación de la piel, quemaduras e incluso quemaduras químicas por contacto. Si estos compuestos se ingieren o inhalan, pueden causar serios problemas de salud.
¿Cómo usarlos de forma segura?
Es seguro mezclar bicarbonato de sodio y lejía si tomas algunas precauciones. Para mezclar los limpiadores de manera segura, vierte una pequeña cantidad de cada uno en un recipiente limpio. Mezcla bien hasta que los ingredientes se combinen. Usa el limpiador según las indicaciones, concentrándose en las áreas que necesitan limpieza en lugar de rociarlo por todas partes. Tenga cuidado de que la mezcla no entre en contacto con sus ojos o piel, y asegúrate de esperar hasta que el limpiador se haya secado antes de manipular cualquier superficie.