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El método para organizar y planificar la limpieza a fondo de la casa

No seas esclavo/a de la limpieza. Organízate semanalmente y establece una planificación para dejar tu casa reluciente y gozar de tiempo libre.

Todos, -con excepción de los amantes de las tareas domésticas y los personajes de la serie de Netflix Clean with Passion for Now– pensamos con un poco de preocupación en el tedioso día de limpieza profunda. Y es que esto no quiere decir que limpiar sea molesto, o que lo odiemos, sino que desearíamos enfocar nuestro tiempo y energía en actividades que nos generen más provecho o placer personal, como estudiar, dedicarnos a un pasatiempo apasionante o simplemente entregarnos al ocio y ver una maratón de nuestras películas favoritas.

Pero si, para quienes nos encanta ver el hogar limpio, ordenado y con aroma agradable, poner patas arriba la casa y dejarla reluciente no entra en discusión; hay que hacerlo sí o sí. La clave está en aprender estrategias para organizarse al limpiar la casa a fondo para que los quehaceres no sean sinónimos de pérdida de tiempo y estrés.

Hoy te contamos algunas recomendaciones útiles que puedes incorporar a tu rutina de limpieza en el día a día para disfrutar de más horas libres. No, no se trata de una acción milagrosa o mágica, sino de hábitos que con el tiempo aligerarán la carga pesada y harán que las discusiones por obligaciones en el hogar sean cosa del pasado.

Estrategias de organización en la limpieza profunda del hogar

Quizá no seamos obsesivos con la pulcritud, mucho menos entramos a la categoría de misófobos. Sin embargo, no puedes negar que te incomoda recibir visitas en casa si está hecha un desastre, o te genera algo de inquietud ver como el cesto de ropa sucia sube y sube con el pasar de los días.

organizar limpieza semanal

Sabemos que existen diversos quehaceres que deben llevarse a cabo diariamente, entre ellos: recoger el desorden diario de las habitaciones, hacer las camas, repasar la cocina y comedor después de cocinar y comer, tirar la basura, higienizar el lugar donde tus mascotas hacen sus necesidades y aspirar el polvo y la suciedad de las zonas más transitadas del hogar.

No obstante, cuando hablamos de limpiar a fondo, es normal preguntarnos: “¿Cómo se dividen las actividades de limpieza en casa?” para contestar esta duda te recomendamos establecer 3 o 4 labores diarias entre las habitaciones, cocina, baño y la ropa:

Planifica la limpieza semanalmente

Cada domingo por la tarde haz una lista en tu agenta u organizador y planifica tu semana en torno a labores que debes realizar de lunes a viernes, de esta manera, repartes el trabajo, tienes claro en qué área enfocarte sin desconcentrarte y no dejarás todo acumulado para la faena de un solo día, de esta manera podrás disfrutar de un poco más de horas disponibles en la semana, así como también, podrás descansar como se debe los sábados y domingos.

Toda la familia debe colaborar

Si se distribuyen las ocupaciones entre cada miembro familiar, por muy pequeñas o simples que sean, al final harán un cambio sustancial. Concienciar a cada una de las personas que vivan en casa es una excelente idea para que sepan cuál es su deber con exactitud. Prepara un plan diario en el que se especifique las obligaciones a cumplir y el nombre de quien desempeñará la labor.

Cuenta con herramientas y productos adecuados

Ten a la mano un cubo o cesta con todos los instrumentos de limpieza. Desde bayetas de microfibra, payos suaves para espejos, cristales y ventanas, cepillos, mopas y productos de limpieza y desinfectantes. Así no perderás tiempo yendo al supermercado a comprar lo que te falta una vez que hayas comenzado con el aseo.

La limpieza de los baños

La frecuencia adecuada para esta zona tan importante es dos veces a la semana, puesto que se llena mucho más rápido de gérmenes, bacterias y microbios. Inicia con el inodoro y sus alrededores, el lavabo, la ducha, bañera, bidé, espejo y finalmente el suelo.

Limpiar la cocina

Este es otro de los sitios que más se ensucia, más mugre aloja y al que más grasa se adhiere. Aunque diariamente se debe limpiar (ya que se usa a diario), cuando se trata de limpieza profunda, al igual que el cuarto de baño, lo idóneo es hacerlo dos veces por semana para dividir las ocupaciones.

En uno de los días frota las encimeras a fondo, la estufa, el fregadero, las puertas de la despensa y la alacena, los azulejos y, para terminar, friega el suelo. El segundo día, dedícate a limpiar o hacer el mantenimiento de los electrodomésticos, como, por ejemplo: el horno, microondas, la campana, el airfryer, refrigerador, la lavadora y el lavavajillas.

Aspirar el polvo y limpiar suelos

Así como en la vida existe la frase “un paso a la vez” en el oficio hogareño nos adaptamos a “una estancia a la vez”. Esto quiere decir que, para no cansarnos demasiado, lo ideal es limpiar el polvo y los suelos de una habitación por día. Ejemplo: lunes, la habitación principal. Martes la de los niños (de tener). Miércoles, la de visitas. Jueves, el salón, los muebles, sillones y alfombras. Viernes, un repaso únicamente a los suelos y observar que se ha ensuciado. Se plantea diferente, ¿No?

Lavar la ropa, toallas y sábanas

Cada día de la semana lava algo, así evitarás acumulación excesiva de prendas en la cesta de ropa sucia -especialmente cuando es una familia grande- y tendrás suficiente tiempo para que se seque, plancharla, ordenarla y dejarla en su lugar. Un día puedes lavar ropa negra y pantalones, al siguiente, ropa blanca y toallas, y luego sábanas y ropa de color ¡Sin dolores de cabeza!

Finalmente, para organizar la limpieza general de la casa se deben apartar un par de días cada 2 o 3 meses para limpiar y organizar el interior de los armarios, las paredes, las ventanas, los cristales, las cortinas y persianas. ¡Y no te olvides de ventilar a diario! Abre las ventanas y deja entrar aire fresco para que huela a humedad y encierro.

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