La chimenea es uno de los sistemas de calefacción más eficientes que podemos encontrarnos, pero cuando el invierno llega a su fin, muchas personas se olvidan de ella hasta la próxima temporada de invierno.
Sin embargo, esto puede ser un grave error, ya que la falta de mantenimiento durante los meses de calor puede tener consecuencias negativas para su funcionamiento y para la seguridad en el hogar. Por eso hoy te vamos a explicar cómo puedes cuidar tu chimenea en esta época, continúa leyendo.
La importancia de cuidar la chimenea en los meses de mayor calor
En el momento en el que el termómetro comienza a marcar una subida de temperaturas, nos olvidamos de aquellos sistemas que nos han permitido mantenernos calientes durante el invierno, como pueden ser las chimeneas o la calefacción.
Este tipo de dispositivos pasan a mejor vida y nuestra mente comienza a preocuparse por otros aquellos que le van a solucionar la papeleta durante los meses de mayor calor, como el aire acondicionado o los ventiladores.
No obstante, antes de olvidarnos por completo de nuestra chimenea, es importante dejarla en buenas condiciones porque, de lo contrario, cuando queramos usarla en la próxima temporada es posible que experimentemos ciertos problemas.
Pero, ¿cómo tenemos que realizar el mantenimiento de una chimenea en verano? Esa es una duda que vamos a resolver con mayor detalle a continuación.
Cómo mantener tu chimenea durante el verano
Existen una serie de pasos que debemos dar si queremos garantizar que nuestra chimenea continúe funcionando de manera perfecta de cara al próximo invierno. Y es que, de no llevarlas a cabo, es posible que nos encontremos con un dispositivo con fallos o una eficiencia energética menor.
Así que toma nota de estos consejos y aplícalos antes de comenzar la temporada de calor:
- Limpia bien tu chimenea: Sobre todo si hay ceniza en la chimenea, ya que la acumulación excesiva de la misma puede afectar la circulación del aire y a la capacidad de la chimenea para ventilar adecuadamente. Si dejamos que esos restos permanezcan allí durante todo el verano, podríamos provocar diversos problemas, como incendios. O la suciedad podría incrustarse y afectar al funcionamiento de este dispositivo.
- Elimina la suciedad del cristal: Uno de los puntos de la chimenea que más se ensucia es, precisamente, el cristal de la misma. Aunque lo normal es que no lo estemos limpiando a diario, sí que debemos tratar de quitar toda la suciedad durante la primavera porque, si la dejamos mucho tiempo, se incrustará y luego va a resultar más complicado.
- Verificar su estado: Es recomendable inspeccionar la chimenea periódicamente para asegurarse de que no haya daños, obstrucciones o acumulaciones de hollín, pero esto es especialmente si vamos a dejar de usarla durante una temporada larga. Piensa que, en caso de existir alguna avería, es mejor solucionarla en aquel momento en el cual no tengas que utilizarla porque te resultará más cómodo y, además, será mucho más económico.
- Cierra o tapa la chimenea: Por último, si no vas a emplear tu chimenea durante toda la temporada, también es aconsejable que busques la manera de cerrar o tapar la misma. De esta forma evitarás que entre suciedad o se cuelen distintos tipos de bichos, lo que podría dar lugar a malos olores.
En resumidas cuentas, el mantenimiento de la chimenea es algo necesario tanto durante el invierno como en el verano, al menos si queremos que la misma funcione de manera eficiente de cara a la siguiente temporada.
Esperamos que estos consejos te hayan resultado útiles para limpiar tu chimenea antes de dejar de utilizarla durante los próximos meses.