Mucho nos enfocamos en lavar y limpiar el suelo correctamente, pero ¿Qué hay de las olvidadas juntas? Para nadie es un secreto que, a medida que pasa el tiempo, las manchas y la suciedad se acumulan en las juntas del suelo, lo cual hace que por más que limpiemos el suelo con productos de limpieza encontremos, no termina de verse impecable.
Si, es una parte un poco complicada de blanquear y la mugre se aloja e incrusta justamente en esta zona si no se limpia correctamente y a menudo. En vista de lo trabajoso que resulta y el incesante quebradero que ocasiona (sobre todo para suelos cerámicos) hemos preparado un artículo en el que detallamos cómo blanquear las juntas negras del suelo con trucos caseros, económicos y efectivos.
Cómo hacer la limpieza de las juntas negras del suelo
Recuperar la belleza y distinción del suelo y al mismo tiempo prevenir la proliferación de bacterias, es una tarea algo jadeante que no acaba jamás en la limpieza diaria de un hogar, eso lo sabes tú, lo sé yo y lo sabes todos (aunque intenten ignorarlo). Así que, deja de gastar cientos de euros en productos que le quitan brillo a tu piso y prueba alguna de estas técnicas para limpiar las juntas del suelo y dejarlas resplandecientes.
Poderoso limpiador: Amoniaco
¿Alguna vez has escuchado hablar del amoníaco? Se trata de una sustancia incolora y con un olor muy intenso, conocida por su gran poder desmanchador y exterminador de bacterias sin mucho esfuerzo. Este es el proceso para limpiar las juntas del suelo con amoníaco en un par de pasos:
- Además de los guantes protectores, en esta ocasión también debes usar un tapabocas o mascarilla, pues su olor es bastante fuerte.
- En un recipiente grande y lleno de agua, diluye 30 ml de amoníaco y mezcla bien.
- Con ayuda de un cepillo de dientes o una esponja, frota las ranuras con esta mezcla hasta que la suciedad se desprenda y se desmanche.
- Lava con bastante agua caliente y jabón neutro y frota para eliminar el amoníaco.
La reina entre productos blanqueadores: Lejía
Efectivamente, la lejía es un blanqueador y desinfectante sin precedentes, pasa de generación en generación siendo casi imprescindible a la hora de la limpieza profunda y la remoción de manchas, moho, grasa y eliminación de gérmenes y bacterias en el hogar. No obstante, debe ser manipulada con especial precaución, ya que tiene un fuerte olor y es muy corrosivo. No olvides usar guantes y mascarilla para protegerte, asimismo, evita el contacto con la piel o los ojos.
- En 1 litro de agua, disuelve 30 ml de lejía.
- Coloca la mezcla en un recipiente con pulverizador o aplica el líquido directamente en las juntas con una esponja.
- Frota energéticamente con un cepillo de dientes o de ropa.
- Permite que haga su efecto por un lapso aproximado de 10 minutos.
- Para finalizar, lava con agua y desinfectante y seca.
¡Atención, peligroso! nunca mezcles amoníaco con lejía, produce una agresiva reacción tóxica.
¿Por qué usar productos naturales para la limpieza del suelo?
En primer lugar, los productos de limpieza naturales son ecológicos: no perjudican en absoluto al medio ambiente. Además, un exceso de productos químicos de limpieza puede estropear tu suelo provocándole daños que en algunas ocasiones son irreparables. Otro motivo para utilizar productos naturales es que estos son mucho más económicos siempre. Estas son las razones principales para renunciar a lo químico en favor de lo natural para la limpieza de suelos.
Si la limpieza no funciona una Lechada
Si ya has probado con todos los métodos y ninguno cumple su función, no queda más que blanquear las juntas con lechada, sí, la misma que se usa para fijar los ladrillos y las cerámicas. A pesar de ser una alternativa drástica y muy efectiva, no queda duda de que aplicarlo puede ser algo difícil, razón por la que se debería implementar si la mancha es imposible de sacar y el deterioro es extremo, no obstante, el suelo quedará como nuevo y realmente valdrá la pena. Estos son los pasos a seguir:
- Con ayuda de un cincel pequeño (y con mucha precaución para no estropear las baldosas) remueve la lechada vieja de las juntas.
- Con un cepillo y pala, recoge los residuos y polvillo generado al retirar la lechada de las juntas.
- Realiza la mezcla de lechada según lo indicado por el fabricante en el empaque del producto.
- Aplica una capa con una espátula sobre las juntas y deja reposar por una hora.
- Con una esponja húmeda y desinfectante, enjuaga para limpiar las baldosas de los restos.
- Finalmente, remata con sellador protector sobre las juntas. Aunque este es un paso opcional, así la lechada durará más tiempo y se ensuciará menos.