Tanto tú como yo sabemos lo desagradable que es vomitar en el suelo por no llegar a tiempo al lavabo o inodoro y, la verdad es que no hace falta describir detalladamente lo que sentimos en ese momento tan incómodo, especialmente porque después del malestar, tenemos que limpiar el suelo y soportar el hedor de los jugos gástricos.
Pero no estás aquí para recordar ese episodio de tu vida, estás aquí porque necesitas saber cómo limpiar el vómito del suelo. Por suerte, no es tan complicado hacerlo y neutralizar el olor impregnado en el ambiente tras vomitar y aquí te enseñamos cómo hacerlo fácilmente. No te despegues de la pantalla y toma nota de estos infalibles trucos de limpieza para acabar con este problema.
Cómo limpiar vómito del suelo y disipar el hedor
Sea cual sea la causa, bien sea por una mala digestión, el resultado de una noche de fiesta, un niño enfermo del estómago o una mascota tras purgarse, limpiar el vómito del suelo es una pesadilla, sin importar la situación. Así que presta atención a este paso a paso y aprende a hacerlo de la forma más sencilla y eficaz.
Antes que nada, ten presente que lo fundamental a la hora de tratar el vómito en la superficie, es actuar con rapidez. De esta manera, se previene que el olor se impregne y que sea más difícil de sacar. Así que, ¡Corre a salvar el suelo!
- Limpiar estos desechos es asqueroso, tanto, que incluso dan ganas de vomitar. Si quieres evitar que te den náuseas al realizar el aseo, aplícate un poco de pomada mentolada en la punta de tu nariz.
- Hecho esto, hazte con algún producto absorbente que te ayude a recogerlo fácil y sin riesgo a ensuciarte con solo barrerlo. El serrín es ideal para esto, pero si no cuentas con él en casa, también puedes recurrir a otros productos granulados o en polvo como detergente, sal o simplemente arena cernida, la misma que usan los gatos.
- Cuando ya tengas el serrín, sal, jabón o arena, cubre el vómito con él y espera que estos absorban el líquido durante al menos 5 minutos.
- Con un cepillo y una pala recoge los desechos y bótalos dentro de en bolsa plástica bien amarrada para evitar que el mal olor se expanda.
- Cómo paso final, se debe lavar el suelo con una sustancia que remueva los residuos y que no sea agresiva con el suelo. Una excelente alternativa casera es el vinagre blanco, un líquido ecológico reconocido por atenuar malos olores como el pescado e incluso la humedad.
Otra alternativa válida después de que el suelo esté limpio, es cubrir con bicarbonato de sodio el área, deja actuar por un lapso de tiempo no mayor a 15 minutos y luego recoger con una aspiradora o con un cepillo. Este polvo funciona como un desinfectante y desodorizante natural muy eficaz en estos casos.
Nota: No olvides limpiar a conciencia la escoba y pala utilizadas en el procedimiento anterior con suficiente jabón e incluso un poco de vinagre para mitigar el hedor.