Responde con sinceridad: ¿Cuándo fue la última vez que limpiaste tu silla de oficina? No solo los sillones y el sofá ameritan una limpieza habitual del tapizado, estos elementos básicos para quienes trabajamos sobre un escritorio también deben cuidarse y asearse a menudo para que no se manchen y que no se conviertan en un nido de bacterias y alérgenos.
La usamos a diario, por largas horas, incluso comemos sobre ellas y no le damos la atención que necesitan, en especial las que permiten ajustar la altura, pues tienen recovecos y grietas donde se acumula polvo, migas, cabellos, pelusas e incluso algunos insectos. Hoy te contamos cómo limpiar sillas de oficina fácilmente y con productos que tienes en casa. ¡Hazla lucir como nueva!
Cómo limpiar sillas de oficina o estudio
Si tu silla de oficina o gamer cuenta con instrucciones de cuidado incorporadas en la etiqueta inferior al asiento o el fabricante aconseja un método en su sitio web, considera sus recomendaciones, sin embargo, si aun así tienes dudas, sigue estos consejos para limpiar una silla de escritorio en minutos:
Aspira a fondo
Las sillas revestidas en cuero, vinilo, poliuretano o malla plástica se deben aspirar a menudo con un aspirador de mano, de escoba o con uno convencional, pero con accesorios específicos para recoger el polvo, alérgenos, cabellos y suciedad presente en la tapicería. Si hay rincones a los que no puedes acceder, pasa el plumero o haz presión con ayuda de una lata de aire comprimido en los espacios más estrechos y complicados
Limpia la silla
Prepara una solución jabonosa con agua tibia y unas gotas de jabón líquido, humedece un paño limpio de microfibra o una esponja con esa mezcla (sin empapar demasiado) y frota el revestimiento con él para ablandar la mugre y manchas del material. No te olvides de restregar también los reposabrazos y la base donde reposan tus pies, pues son unas de las zonas con más bacterias.
Aclara y seca
Hecho lo anterior, humedece otro paño solo con agua limpia y frota con él para eliminar restos de jabón y la mugre. Al finalizar, retira el exceso de humedad con otro paño seco y deja que se seque al aire libre.
Nota: Si tienes prisa por volver a usar la silla, utiliza el aire frío del secador de pelo o un aspirador para húmedo/seco para agilizar el proceso.
Para una limpieza profunda o manchas muy difíciles que el agua tibia con jabón no eliminó del material, añade un poco de vinagre blanco al agua jabonosa o intenta con un limpiador de alfombras o tapicería a base de alcohol; eso sí, antes prueba en una zona poco visible para asegurarte de que el producto no repercuta la tela.