Los platos de resina son popularmente conocidos por su resistencia, cualidad antideslizante (previene accidentes y caídas causadas por resbalón) y por ser cómodas a la pisada, asemejándose a la sensación de la piedra natural. Varían en cuanto a su tamaño y forma, puedes conseguirlos cuadrados, rectangulares e incluso curvos ¡Hasta puedes mandarlos a hacer a la medida que prefieras y con los detalles que desees!
Este novedoso material es llevado a cabo a base de una carga mineral (minerales y resinas). Además de eso, generalmente los recubre una capa de laca, pintura o gel coat sanitario -este último le da más durabilidad-, razón por la que se ha convertido en uno de los favoritos a la hora de diseñar y decorar el cuarto de baño.
Hasta ahora, todo va color de rosa. No obstante, amerita una limpieza especial un poco más cuidadosa que la de otros materiales para que luzcan impecables sin estropearla. Si se ha manchado de moho, cal o suciedad del uso diario, sigue leyendo. En este artículo te enseñaremos cómo limpiar un plato de ducha de resina fácilmente con trucos caseros, efectivos, económicos y muy seguros.
Cómo limpiar el plato de ducha de resina con agua y jabón
Lo más recomendable es evitar productos químicos agresivos que generen opacidad y maltrato al material, por ende, si no está demasiado sucio y quieres limpiar humedad y residuos de jabón, bastará con un poco de agua, una bayeta, jabón neutro y tu disposición para hacerlo. Sigue estos pasos:
- Vierte agua caliente sobre el plato para ablandar sobras de jabón, champú o cualquier otra mancha incrustada
- Hecho esto, agrega jabón líquido (o en pastilla) al plato previamente mojado y frota con la bayeta con suficiente intensidad hasta que la suciedad se vaya removiendo.
- Cuando compruebes que se ha despegado la mugre, enjuaga un par de veces hasta eliminar todos los restos jabonosos y seca con la bayeta para finalizar.
- Una vez que las manchas y restos hayan desaparecido, enjuagamos todo bien con la bayeta y luego terminamos echando un poco de agua con la propia ducha y secando con cuidado.
Limpieza de plato de ducha resina con vinagre
El vinagre blanco es un aliado de las tareas domésticas cotidianas, también usado para limpiar la alcachofa de la ducha e incluso para blanquear las juntas de los azulejos, y en este caso no se ha quedado atrás. Este limpiador elimina bacterias, malos olores y gracias a los ácidos de su composición, funciona muy bien con marcas persistentes demasiado adheridas a la superficie.
- En un recipiente o botella con atomizador, mezcla agua y vinagre blanco (o de limpieza) a partes iguales.
- Vierte el producto casero sobre el plato de ducha y deja actuar durante 30 minutos.
- Pasado este tiempo, con ayuda de una esponja, frota con suavidad para remover la suciedad y desinfectar ¡No apliques demasiada fuerza para no rayarlo!
- Aclara con abundante agua hasta dejarla totalmente limpia y seca con una bayeta al finalizar para comprobar su brillo y la correcta eliminación de sedimentos jabonosos, cal y demás residuos.
Nota: Jamás uses la parte verde o negra de las esponjas amarillas ¡Son abrasivas! Mucho menos cepillos con cerdas muy duras, estropajos metálicos ni de acero.
Desmancha platos de resina en la ducha con acetona o lejía
Para casos extremos, en los que se necesite combatir manchas rebeldes que se rehúsan a despegarse -como esmalte de uñas o tinte de pelo-, es posible acudir a productos químicos que, a pesar de ser agresivos, no dañarán su estética si se utilizan de manera esporádica y por un tiempo muy corto. Se trata de la lejía o la acetona (nunca juntas). Fíjate cómo sacarle provecho al limpiar un plato de ducha:
- En una botella difusora agrega un poco de acetona, -en su defecto, lejía-.
- Rocía un poco en toda la superficie del plato de ducha, enfocándote sobre las zonas más mancadas.
- Espera 5 minutos para que haga efecto y remueve frotando con un trapo suave limpio.
- Enjuaga con agua limpia y seca al terminar con un paño de algodón. Verás como incluso las marcas más complicadas saldrán sin esfuerzo.
Eliminar manchas de cal de un plato de ducha de resina
En el caso de que haya manchas blancas producidas por la cal o incluso moho o marcas de óxido, lo más recomendable es adquirir un producto específico para la resina y para este tipo de manchas. Sin embargo, un truco casero muy bueno para limpiar un plato de ducha de resina negro es mezclar limón y vinagre de limpieza de esta manera:
- En un recipiente, mezcla el zumo de dos limones y dos tazas de vinagre blanco.
- Agrega esta composición al plato y deja actuar por 30 minutos.
- Una vez transcurrido este tiempo, frota con un paño de algodón y abre la ducha para aclarar la superficie.
- Finalmente, seca totalmente para evitar marcas de humedad al terminar.
No olvides que no se deben aplicar jabones abrasivos, amoníaco, salfumán (aguafuerte) y similares, pues en un santiamén afectarán la capa superior del plato de ducha. El jabón neutro es lo más adecuado para el aseo rutinario, el vinagre para desinfectar y desmanchar y la lejía en situaciones más complejas.
Si hay restos de obras ¡No rasgues ni frotes con un cuchillo, dañarás el plato! Lo mejor es que acudas a una tienda especializada y compres un producto específico para removerlo sin deteriorar ni arriesgar el plato de ducha,
Sin lugar a dudas, el toque elegante y moderno de este elemento, sumado a la seguridad, comodidad de la pisada y su sistema antibacteriano, le da un aspecto y bienestar exclusivo al ambiente durante un momento tan importante como lo es la ducha. Cuídalo para prolongar su vida útil y mantenlo en buenas condiciones por muchos años.