La limpieza de la cocina es muy frecuente, en realidad es una tarea que se realiza casi a diario pues, obviamente, la mayoría de las personas cocinamos todos los días, bien sea para uno mismo o para toda la familia. Ahora bien, generalmente se limpia la cubierta de acero (u otro material), los quemadores y las rejillas, pero, ¿qué hay de los mandos de encendido y regulación del fuego?, ¿acaso no se deben higienizar con igual frecuencia?
Sin duda alguna, son unas de las grandes olvidadas y no tienes idea de la cantidad de grasa salpicada y restos de alimentos terminan en ellas, además, a menudo las tocamos con las manos llenas de cocina. Si no puedes desmontarlas y quieres aprender cómo limpiar las perillas de la cocina muy sucias ¡Sigue leyendo! Te enseñamos el método más eficaz para dejarlas impolutas sin tener que quitarlas.
Truco casero para limpiar perillas de estufa fácil y rápido
Para limpiar las perillas de la cocina repletas de grasa, aceites y mugre cotidiana, necesitarás un limpiador con efecto arrancagrasa, la buena noticia es que no necesitas ingredientes caros y difíciles de conseguir, de hecho, con vinagre blanco, jabón para lavar platos, agua caliente, un cepillo pequeño, un trapo y toallas de papel absorbente será suficiente. Estos son los pasos a seguir:
- Cierra el paso del gas o desconecta la estufa de la corriente eléctrica (en caso de que sea eléctrica). Esto con el objetivo de prevenir accidentes o desperdicio de combustible.
- Mezcla una taza vinagre y agua caliente a partes iguales y añade un poco de jabón friegaplatos.
- Humedece un paño o papel de cocina absorbente con esta solución y envuelve las perillas para que queden totalmente cubiertas.
- Espera 20 minutos a que actúen los productos limpiadores y retira el trapo o el papel.
- Hecho esto, moja con esta misma solución un cepillo pequeño (uno de dientes viejo es una buena elección) y talla las perillas hasta que notes que la grasa y suciedad va saliendo.
- Finalmente, aclara con un trapo humedecido con agua limpia y seca para comprobar que hayan quedado relucientes.
Ten presente que este método funciona muy bien en perillas de madera, aluminio, metal, cobre e incluso de vidrio, pero si son de plástico y notas que han adquirido una apariencia “quemada”, prueba con una pasta de bicarbonato de sodio y vinagre, déjala actuar por media hora y luego frota con un paño o el mismo cepillo de dientes.
Igualmente, si las perillas están oxidadas, trata de desmontarlas y sumérgelas durante 15 minutos en un recipiente lleno de vinagre o bórax diluido en zumo de limón. Pasado este tiempo, friega con un cepillo o esponja, enjuaga, seca y móntalas nuevamente. ¡Quedarán como nuevas!