Aunque no lo creas, la fórmica es un material compuesto por papel impregnado de resina con más de 100 años, y aunque inicialmente fue creado como sustituto de la mica al ser aislante térmico, hoy en día es uno de los más usados del mundo entero, siendo común verlos en encimeras, mesas de comedor, armarios y recubrimiento de muebles en general. Sin embargo, ¿sabes cómo es su correcta limpieza?
Una de sus grandes ventajas es que es resistente al calor, rayones, impactos, humedad y a las manchas. Esto se debe a que el proceso de fabricación de los laminados la hacen densa y poco porosa, haciendo que, además de ser asequible, su higiene es muy sencilla. Si estás aquí buscando información acerca de cómo limpiar superficies y muebles de fórmica ¡Estás en la web correcta! Toma nota a estos datos interesantes sobre este material y el método adecuado para limpiarlo.
Cómo limpiar y darle brillo a superficies de fórmica
Muchos la confunden con la melamina, que es el nombre genérico de los laminados a baja presión, a pesar de que ambos son alternativas a la madera y son laminados estéticamente parecidos, se diferencian, pues la fórmica es una marca de laminado a alta presión (HPL) de mejor calidad y durabilidad. Además de eso, al no tener poros, inhibe la proliferación de hongos y bacterias, siendo un material antialérgico e higiénico ideal para el revestimiento de mobiliario en centros de salud. Fíjate a continuación cómo se debe limpiar y cuidar la fórmica para mantenerla en buen estado por más tiempo.
Agua tibia y detergente común
Si se trata de suciedad superficial, lo mejor es asearlas con ayuda de una esponja y solución jabonosa hecha con agua tibia y detergente suave, aclarar bien y secar al finalizar. Ahora bien, si se trata de manchas de grasa o mugre incrustada, aplica un poco de agua caliente y más cantidad de jabón limpiador.
Contrario a lo que se cree, no es para nada recomendable aplicar productos limpiadores de cerámica a base de ácido, mucho menos sustancias para eliminar cal, puesto que podrían ocasionar manchas permanentes en la superficie. Así que si te preguntabas si se puede limpiar fórmica con vinagre ¡La respuesta es NO!
Amoníaco en muebles de fórmica Wengue
Una de las formas más eficaces y seguras de limpiar esta tonalidad es diluir 50 ml de amoníaco perfumado en 250 ml de agua tibia, humedecer un paño de algodón o microfibra con esta mezcla y pasarlo en la superficie hasta quitar la suciedad. Si notas exceso de humedad, seca con tora bayeta seca de inmediato. ¡Relucirá como el primer día!
Quita manchas difíciles en la fórmica con acetona
Ahora bien, si buscas desaparecer marcas de tinta de rotulador o bolígrafo, un truco muy eficaz es impregnar un paño limpio con un disolvente, por ejemplo, acetona o alcoholes metilados, aclarar con otro trapo humedecido en agua tibia y secar por completo como paso final.
Limpia los muebles de cocina de fórmica con limón
Uno de los productos más efectivos, seguros —y claro, ecológicos— es el limón. Este fruto cítrico tiene propiedades limpiadoras y desinfectantes, capaces de higienizar y darle brillo a la fórmica en minutos. Para ello debes picar un limón a la mitad y frotar con una de las mitades en el área manchada. Si está demasiado incrustada la grasa, sigue estos pasos:
- Combinar el zumo de 3 limones con 50 gramos de bicarbonato y mezclar hasta formar una pasta.
- Restriega con una esponja suave para desprender la grasa de los muebles y deja actuar por unos minutos.
- Aclara con agua tibia con ayuda de un trapo (sin empapar demasiado el laminado).
- Finalmente, seca con un paño de algodón ¡Y disfruta de los resultados!
¿Cómo limpiar fórmica blanca amarillenta?
El color blanco luce elegante y moderno a la vez, no obstante, su limpieza es un verdadero dolor de cabeza una vez adquiere ese tono amarillento tan antiestético. Para combatir este problema lo primero que debes hacer lo siguiente:
- Recoge todo el polvo de la superficie.
- Preparar una solución limpiadora con 500 ml de agua y 100 ml de alcohol y verter esta mezcla en una botella pulverizadora.
- Rocía la zona y frota con una bayeta de microfibra y retira la humedad con un trapo absorbente.
Recuerda que los cuidados de la formica no solo se enfocan en limpiarla, abrillantarla o revivirla, sino en prevenir su deterioro y alargar su vida útil. Por eso, evita blanqueadores fuertes, jabones abrasivos y estropajos agresivos. De igual forma, jamás cortes alimentos encima y no coloques ollas, cazuelas o sartenes calientes directamente sobre ella.