En el listado de electrodomésticos necesarios y útiles, los protagonistas son el refrigerador, la estufa, la licuadora, y por supuesto, un buen y espacioso horno. La cantidad de recetas deliciosas que puedes hacer en este aparato -indiferentemente si es a gas o eléctrico-, son incontables. Postres, asados, panes ¡Son muchas! Sin embargo, paradójicamente, es también al que menos atendemos en cuanto al aseo y siempre olvidamos limpiarlo y mantenerlo en buen estado.
Su uso constante, aunado a la falta de mantenimiento, produce la acumulación de grasa en las paredes, el suelo y el cristal, lo cual hace de su limpieza una verdadera batalla en la que, si no contamos con los productos correctos, probablemente perdamos.
¡No dejes que la suciedad gane este round! Hoy te enseñamos cómo limpiar un horno con bicarbonato de sodio y vinagre en solo 8 pasos. Prevén la proliferación de gérmenes y bacterias en su interior y alarga la vida útil con este método casero, eficaz y el favorito de millones alrededor del mundo. ¡No querrás hacerlo de otra manera!
¿Cómo limpiar un horno muy sucio con bicarbonato y vinagre?
Realizar la limpieza a fondo del horno es una mina que no queremos pisar, de solo ver la grasa te causa terror ¿Cierto? La buena suerte es que el bicarbonato de sodio es un potente desinfectante, neutraliza olores y es ideal para ablandar mugre por su poder abrasivo. En combinación con el vinagre, gracias a su acidez, forman una mezcla ideal para renovar, abrillantar y mantener pulcro tu horno. Además de eso, ambos son asequibles, no tóxicos y amables con el medio ambiente. ¿Aún dudas si utilizarlos o no?
- Agrega en un recipiente tres cucharadas soperas de bicarbonato y dos de agua, de manera que revolviendo se forme una pasta.
- Llena el atomizador con media taza de vinagre y dos de agua y rocía con esta solución todas las superficies del horno, incluyendo el vidrio.
- Saca las rejillas y las bandejas del horno, colócalas en el lavavajillas y rocíalas con la solución de vinagre y agua, seguidamente cubre con la pasta de bicarbonato de forma abundante y deja actuar por 1 hora (o más, dependiendo de la magnitud de la suciedad).
- Pasado el tiempo, frótalas con intensidad con ayuda de la esponja para eliminar totalmente cualquier rastro de grasa pegada y residuos quemados, luego clara con agua y jabón, enjuaga y seca con un pañuelo limpio.
- Mientras las rejillas y bandejas están cubiertas con la pasta, continúa con el interior del horno que previamente rociaste con vinagre. Para ello, extiende la pasta de bicarbonato en todas las paredes, piso y vidrio sin dejar ningún recoveco sin cubrir. Permite que actué alrededor de 45 minutos. Si notas espuma, ¡Tranquilo/a! Es la reacción de estos dos compuestos uniéndose.
- Frota con la esponja firmemente en la zona donde untaste la pasta. Inmediatamente, notarás que sale la grasa pegada, la mezcla cambia de color y se vuelve oscuro.
- Hecho esto, espera algunas horas que surta efecto (preferiblemente durante toda la noche) y nuevamente repite el procedimiento de frotar y hasta que desaparezca la grasa, sucio y lo quemado, pero esta vez hazlo humedeciéndola con agua caliente para que se desprenda la suciedad mucho más fácil y rápido.
- Para finalizar, aclara con agua y jabón y un trapo. Hazlo varias veces hasta retirar todos los residuos y no olvides hacerlo también en el cristal. Seca con un pañuelo de microfibra ligeramente impregnado en vinagre para darle un último toque de desinfección y déjalo abierto para que pueda secarse completamente.
¿Ya ves lo sencillo y barato que es limpiar un horno muy sucio con bicarbonato y vinagre? Sin duda esta dupla es efectiva en múltiples tareas, pero esta, ¡es mi favorita! Inténtalo y notarás los excelentes resultados impecables y brillantes.