El cuero es un material de origen animal que destaca por su resistencia y flexibilidad, es altamente resistente al fuego, impermeable y de limpieza sencilla, por lo que casi cualquier producto fabricado en esta materia prima es considerado de buena calidad y no pasa de moda, pues reflejan actitud y elegancia.
Desde hace muchos años, una de las prendas más populares en este material son los guantes de cuero, de hecho, nuestros antepasados los usaban para cubrir sus manos de magulladuras o quemaduras cuando trabajan la herrería y en la cocina, y hoy en día siguen vigentes más que nunca. Si quieres aprender cómo limpiar guantes de cuero correctamente para conservarlos en buenas condiciones y eliminar el mal olor similar al Cheetos, sigue leyendo ¡Tengo la solución!
Cómo limpiar guantes de cuero sin dañarlos
En el presente, aunque ya no forjamos espadas para ir a la guerra, vestimos este accesorio de piel vacuna u ovina para prevenir riesgos mecánicos y térmicos como las chispas de las soldaduras, calor excesivo, cortes, heridas con astillas, objetos ásperos e incluso para andar en motocicleta y hacer juego con nuestra ropa. Toma nota a estas recomendaciones para lavar tus guantes de cuero sin dañarlos y dejarlos impecables.
A pesar de que la piel es conocida por tener una excelente resistencia a la abrasión, no todos los tipos de cuero son iguales, por lo que se debe tener cuidado a la hora de lavarlos.
Con un paño húmedo y jabón
- Ponte el guante en la mano y limpia con la otra para tener más control sobre el proceso de lavado y para que puedas localizar donde está la mugre y las manchas más visibles.
- Si no está demasiado sucio, solo tendrás que humedecer un trapo suave y limpio con agua templada, exprímelo para que no gotee y pásalo sobre la superficie del cuero hasta que se desprenda la suciedad.
- Si notas manchas de barro o sucio muy persistente, agrega al trapo un poco de jabón específico para cuero, uno con pH neutro, o el detergente suave que ya tengas en casa. Aprieta con tus manos para formar espuma y luego frota con delicadeza las partes sucias para no maltratarlo.
- Aclara pasando otro trapo húmedo (sin llegar a gotear) para retirar la suciedad desprendida y los restos de jabón.
- Repite el proceso con el otro guante y al final, seca con un paño limpio y déjalos un rato en un área ventilada para que desaparezca cualquier rastro de humedad.
¡Advertencia! Nunca los seques en un calentador, al sol ni en ninguna fuente de calor. Una excesiva exposición prolongada a altas temperaturas dañará el cuero, se endurecerá y se resquebrará.
Bajo el chorro de agua
Si notas manchas de grasa o aceitosas, probablemente no salgan del todo limpiando con un trapo. En este caso, puedes probar lo siguiente:
- Ponte los guantes en las manos y mójalos bajo el chorro de agua por unos segundos.
- Friega con jabón neutro sobre ellos tanto en la parte de la palma de la mano como la cara exterior. Un jabón en barra de Marsella será de gran ayuda y es más fácil de controlar.
- Cuando ya hayas provocado espuma y el sucio empiece a salir, enjuaga con agua fría hasta eliminar todo lo jabonoso y quita el exceso de agua colocándolos dentro de una toalla seca y aplicando presión, de esta manera, exprimirás con delicadeza y sin estropear su forma.
- Déjalos secar totalmente estirados en una superficie plana al aire libre, pero nunca al sol.
Trucos para quitar manchas y cuidar guantes de cuero
- Vinagre y aceite de linaza: Además de mitigar marcas de suciedad, mitiga el mal olor y mata bacterias. Bastará con preparar una mezcla a partes iguales con vinagre blanco (piel clara) o de sidra (piel oscura) y aceite de linaza, humedece un paño suave en esta mezcla y da unas cuantas pasadas en el cuero.
Nota: Para el interior, solo limpia con vinagre y agua a partes iguales.
- Alcohol: Si son manchas muy rebeldes, como las de tinta de bolígrafo o rotulador, impregna una bolita de algodón en alcohol y frota para eliminarlas.
Si observas que se han cuarteado y han adquirido un aspecto envejecido, bastará con aplicar vaselina o unas gotas de aceite de ricino en un paño humedecido con agua y pulir la zona afectada para rejuvenecerlo. Otra alternativa para evitar que la piel se agriete y pierda su distintiva apariencia, es humectarla, si no tienes hidratantes especiales para cuero, humecta con crema corporal cada tres meses.
Esperamos que este artículo haya sido de utilidad y que con estos consejos para que mantengas tus guantes de cuero impecables por mucho más tiempo. ¡Pruébalos tú mismo y cuéntanos qué tal te va!