Transportarse en bicicleta ofrece una gran cantidad de beneficios. Para empezar, es una excelente alternativa como ejercicio físico, ya que le damos movilidad a los músculos y articulaciones. En segundo lugar, es un favor al planeta tierra, puesto que, aunque solo seamos personas comunes y el resto sigue moviéndose en coche a todos lados, estaríamos un sumando un “granito de arena”. Pero, ¿Tienes idea cuál es la forma correcta de limpiarla?
Si has comprado una bici recientemente para movilizarte en tu rutina diaria o participar en actividades recreativas durante tus días libres, pero no tienes conocimiento de cómo limpiar una bicicleta en casa correctamente, eso no será un problema. En este artículo te enseñaremos paso a paso el proceso de su limpieza y cómo dejarla como nueva fácilmente y sin quebraderos de cabeza. ¡Presta atención!
¿Qué se necesita para lavar una bicicleta?
Para dejar tu bicicleta impecable y hacer una limpieza efectiva de todas sus partes y componentes, necesitarás lo siguiente:
- Un balde.
- Dos paños.
- Champú para lavar bicicletas, detergente común o jabón neutro.
- Abundante agua.
- Cepillo pequeño.
- Limpiador desinfectante multisuperficies.
Cómo limpiar una bicicleta paso a paso
Si te preguntabas: ¿Se puede lavar una bicicleta con agua? La respuesta es: ¡Claro que sí! Pero no todos los días, solo cuando así lo amerite.
- Usa guantes de goma: Por lo general, tu bicicleta estará llena de tierra, barro y grasa. Así que lo mejor es que los lleves puestos para proteger tus manos.
- Rocía tu bicicleta con agua: Lo primero que debes hacer es remover la suciedad superficial con agua tibia. Vierte un poco con ayuda de una manguera o un balde de agua. Al remover esta tierra puedes prevenir que se raye o se estropee la pintura al momento de frotarla.
- Prepara una mezcla con detergente y agua para lavarla: En un recipiente mezcla agua y jabón líquido, desinfectante o algún líquido limpiador especial para bicicletas. También sirven los jabones para lavar autos.
- Empieza por el cuadro de la bicicleta: Esta es la estructura más grande y es lo primero que se lavará. En él se acumula la tierra o barro que expulsan las ruedas en su recorrido. Usa una esponja, mójala con la preparación del recipiente y frota suavemente cada parte del cuadro, sin olvidar la parte inferior. Después de esto, enjuaga con abundante agua.
- Lava las ruedas: Realiza otra mezcla de jabón con desengrasante con agua hasta que se produzca espuma. Asegúrate que las ruedas de bicicleta estén mojadas, moja un cepillo de cerdas medianamente gruesas en la preparación de agua, jabón y desengrasante y frota la superficie de ambas llantas y los pedales. Para limpiar los rayos, utiliza un cepillo más suave, mientras que, para la zona donde están los frenos, emplea una esponja para alcanzar los lugares de difícil acceso.
- Enjuaga la bicicleta y seca con un trozo de tela suave: Una vez listo el cuadro y las llantas, enjuaga por completo la bici y sécala con una toalla o un trozo de tela suave.
- Limpia la parte superior de la bicicleta: Rocía un poco del limpiador multisuperficie y con un paño de microfibra limpia el asiento y todo el manubrio, luego, déjalo secar al aire libre.
Limpieza profunda de las ruedas de una bicicleta
Si quieres efectuar una limpieza profunda a las ruedas de tu bici, lo primero que debes hacer es sacarlas del cuadro. De esta manera, es posible llegar a sitios más complicados y así dejar impoluta cada parte, tanto del rin, como de las llantas y los frenos. Hecho esto, sigue estos pasos:
- En un recipiente, agrega abundante agua y detergente. Humedece una esponja y pásala por los rayos de las ruedas. Con un cepillo de dientes reciclable puedes alcanzar a las partes más dificultosas.
- Lava las llantas con un cepillo grueso con cerdas semiduras para remover todo el sucio y la grasa para dejarlas negras como en su estado original.
- Al terminar, enjuaga las ruedas con abundante agua y seca el rin con una toalla para evitar su oxidación.
Limpieza de los discos de freno de una bicicleta
Asegurar que los discos de freno de tu bicicleta se encuentren en buenas condiciones es fundamental, puesto que estas piezas son las encargadas de disminuir la velocidad al frenar hasta detener el pedaleo por completo. Es sumamente importante en caso de que se presente riesgo de impacto repentino. Se puede limpiar de dos maneras:
- Alcohol Isopropílico: Rocía directamente o impregna un paño con un poco de alcohol al 70%, friega suavemente y deja secar al aire libre.
- Limpiadores especiales para frenos: En tiendas especializadas de repuestos de bicicletas disponen de productos limpiadores especialmente diseñados para eliminar la grasa, aceite o tierra depositada en los frenos. Generalmente, su presentación es en aerosol e integran una etiqueta con especificaciones y modo de uso.
¿Cómo limpiar la cadena de una bicicleta con productos caseros?
Esta pieza es sumamente crucial en una bicicleta, puesto que con ella se transmite la fuerza realizada con tus piernas desde el plato hasta los engranajes, y esta a las ruedas. No obstante, al mismo tiempo es una de las más se expone a los elementos del camino, razón por la que se ensucia rápidamente y se acorta su vida útil.
Si quieres limpiar la cadena de tu bicicleta con limpiadores caseros, estas son las opciones más eficaces y económicas:
- Agua y jabón: Si quieres quitar sucio y grasa, este es el modo más básico. Solo debes hacer una mezcla con estos dos elementos en un cubo, mojar un cepillo de dientes y frotarlo en toda la cadena. Enjuagar y secar al terminar.
- Bicarbonato de sodio: Este polvo es un compañero irreemplazable de las labores del hogar y su implementación en tareas domésticas es incalculable. En este caso, se mezclan dos cucharadas colmadas de agua y un poco de agua hasta formar una pasta. Se aplica en la cadena y se frota con un cepillo. Luego de 15 minutos de reposo, se enjuaga con abundante agua y se seca con un trapo.
- Vinagre: Este es otro gran aliado para remover suciedades en todo tipo de superficies. Pero, usarlo para eliminar la capa grasosa y sucia de la cadena, es necesario desmontarla y dejarla en remojo en un recipiente lleno de vinagre, después de un par de horas, frotar un cepillo, aclarar con agua tibia ¡Y listo! Solo queda volver a montarla.
Conservar tu bicicleta limpia tiene múltiples beneficios, además de un tema estético, el rendimiento general de la misma será mayor. También puedes ahorrar algo de dinero al mantener sus piezas en óptimas condiciones y alargar su vida útil para disfrutarla por mucho más tiempo.