Llegó el invierno en España ¿Sabes qué quiere decir eso? Estamos en la época más familiar del año. Nochebuena, inicio del nuevo año, día de reyes magos, compartir con nuestros seres amados y decoración del hogar alusiva a las fechas. Todo va bien hasta ahí, pero si al igual que yo, escogiste un abeto navideño color blanco sin pensar en su limpieza y ya lleva contigo un par de años, lo más probable es que hayas notado manchas y una apariencia envejecida ¿Cierto?
No te preocupes, existe una solución y hoy hablo desde la voz de la experiencia. Mi pino de navidad blanco se puso amarillo y a pesar de varios lavados, no hubo manera de restaurarlo hasta que probé con este truco casero para limpiar un árbol de navidad artificial blanco. Sigue leyendo y entérate cómo lo dejé impecable y reluciente.
Cómo lavar un pino blanco de navidad
Actualmente, la moda del decorado en blanco y dorado es la nueva tendencia y ha llegado para quedarse, sin embargo, si por un incorrecto almacenamiento en el sótano o ático, exposición constante al polvo y a la humedad, tu abeto se ha vuelto amarillento y opaco, no tienes que tirarlo y gastar dinero en uno nuevo. Aunque no lo creas, quitar lo amarillo de un árbol de navidad blanco es más fácil de lo que pensabas, solo necesitas seguir estos pasos y recuperar su tonalidad inmaculada y elegante.
Elimina el polvo
El árbol pasó más de un mes puesto en el salón, se llenó de polvo e incluso ciertos insectos se habrán alojado en su interior, por eso es vital que limpies bien antes de volverlo a guardar. La forma correcta es situarlo de forma vertical sobre un paño grande para no ensuciar el suelo (o hacerlo en el exterior), sacudir, pasar un plumero y si está demasiado empolvado, pasar el aspirador con la boquilla especial para textiles.
Lava el árbol navideño
Una vez recogido el polvo, es momento de darle un “baño” al pino para quitar la suciedad. Para ello, remueve todos los adornos y guirnaldas eléctricas, sácalo al exterior (si hace mucho frío o llueve, a la ducha o bañera) y riégalo con agua templada. En caso de que el árbol sea muy grande, desármalo y lava cada pieza por separado dentro de la bañera.
Hecho esto, prepara una mezcla de agua, vinagre blanco y detergente líquido y frota toda la superficie del árbol —incluyendo las ramas y la base— con la ayuda de un paño o cepillo de mango largo empapado con la mezcla. Deja que esta mezcla actúe por 10 o 15 minutos y luego aclara con agua limpia.
Si luego de esta limpieza profunda, continúa con la tonalidad amarillenta tan molesta, utiliza un limpiador con oxígeno activo (siempre diluido) y sigue el mismo procedimiento, sustituyendo la mezcla por este producto.
Secado y almacenado
El siguiente paso es dejarlo secar al sol todo el tiempo que requiera hasta que no haya rastro de humedad. La luz solar y el vinagre blanco ayudarán a eliminar ese antiestético tono amarillento.
Cuando ya esté limpio y seco, separa el árbol, envuelve cada pieza en papel periódico o una tela delgada, mételos dentro de una caja y de ser posible, séllala para que no entren polvos ni insectos. Esto aplica también para el pie, bien sea de metal, plástico o madera.
Como recomendación final, antes de emplear cualquier producto en el árbol artificial, pruébalo en una zona poco visible para verificar que no lo estropee. Recuerda que no todos son fabricados con el mismo material sintético ni la misma calidad, por lo tanto, algunos son menos resistente que otros.