Esta es la manera correcta de limpiar y desinfectar almohadas según su material

Uno de los factores más importantes a la hora de descansar se centra en un cómo colchón limpio, pulcro y libre de ácaros y una almohada confortable, suave, con buen olor ¡Y bien limpia! Y es que para nadie es una sorpresa que, con el pasar del tiempo, el sudor y la saliva que cae de nuestra boca al dormir, se amarillean y en ella se aloja una gran cantidad de microorganismos que perjudican la salud, principalmente porque son causantes de alergias y problemas respiratorios.

Es por ello que, para prevenir este tipo de problemas ocasionados por ácaros y proliferación de bacterias, además de reemplazar periódicamente las fundas, se debe aplicar una limpieza y desinfección de las almohadas periódicamente. Sin embargo, ¿sabes cómo y cada cuanto tiempo hacerlo? Si tienes dudas al respecto, ¡no te preocupes! Sigue leyendo y conoce las formas de lavar almohadas con relleno fácilmente, sin estropearlas, sin salir de casa y garantizando una óptima higiene y una apariencia impecable.

Limpieza y desinfección de almohadas en casa

Lo recomendado por los expertos es lavar y desinfectar las almohadas cada 3 meses ¿Tenías idea de este dato? ¡Yo tampoco! Por otro lado, en cuanto a la ropa de cama (incluyendo las fundas) se sugiere un lavado semanal para prevenir la acumulación de polvo, hongos y bacterias.

A pesar de que hoy en día casi cualquier almohada puede lavarse en la lavadora sea cual sea su material interno (pluma, látex, sintética o viscoelástica), debes tener en consideración las instrucciones de mantenimiento y lavado indicadas por el fabricante en su etiqueta para no dañarlas accidentalmente.

¿Cómo limpiar almohadas en seco?

Las almohadas con tejidos más delicados como la viscoelástica o las plumas naturales deben lavarse en seco para que no pierdan la adaptabilidad al cuello y cabeza. Puedes optar por jabón neutro o un limpiador, antibacteriano y quitamanchas casero que combina el bicarbonato de sodio, aceite de árbol de té, que es un eficaz desinfectante, y aceite de lavanda, que tiene una relajante fragancia que te ayudará a conciliar el sueño en cuestión de minutos. Estos son los pasos a seguir:

1. Mezcla media taza de bicarbonato de sodio con 15 gotas de aceite esencial de árbol de té y 5 de lavanda.
2. Espolvoréalos sobre la almohada y espárcelo un poco con tus dedos.
3. Deja que actúe por una hora.
4. Pasado este tiempo, con ayuda de un cepillo de cerdas suaves frota con especial insistencia en las zonas con manchas.
5. Finalmente, retira los residuos con ayuda de un trapo húmedo, seca con un paño seco y ábrela al sol.

¿Cómo lavar almohadas en lavadora?

En este caso, el material adecuado para este tipo de limpieza son las sintéticas y las de plumas artificuales. Lo más recomendable es usar detergente líquido, de esta manera, no se corre riesgo de que queden restos en la almohada luego de enjuagarla. Presta atención al procedimiento:

1. Llena la lavadora de agua y añade un par de prendas livianas para que exista equilibrio y no se atasque al lavar.
2. Agrega jabón líquido pH neutro.
3. Inicia el ciclo normal de lavado para ropa delicada a una temperatura máxima de 40°C, pero selecciona el enjuague y centrifugado suave un par de veces para eliminar el detergente acumulado en el relleno.
4. Al terminar el proceso, saca la almohada y deja secar al aire libre en horizontal día entero.

¿Cómo lavar almohadas a mano?

Gran parte de las almohadas de látex son aptas para lavar a máquina. Aun así, aunque el fabricante indica que es posible higienizarlas en lavadora, el látex puede perder su forma prematura con los movimientos bruscos de este electrodoméstico, es por este motivo que es preferible realizar un lavado manual de la siguiente forma:

1. Llena un barreño con agua fría y jabón líquido para tejidos delicados.
2. Sumerge la almohada y, sin frotar, muévelas un poco para que absorban el producto y desprendan la suciedad sin maltratarlas.
3. Pasados un par de minutos, enjuaga con abundante agua cambiando el agua de ser necesario hasta que ya no veas que sale jabón de ella.
4. Saca la almohada y retira el exceso de humedad con ayuda de una toalla seca.
5. Colócala en posición horizontal al aire libre (sin que pegue el sol directo) hasta que se seque en su totalidad para evitar mal olor, humedad y moho.

Limpieza y desinfección de almohadas con bicarbonato y vinagre

Este es un truco casero muy poderoso, principalmente porque garantiza una limpieza profunda en caso de haber sudado por varias noches tras combatir una fiebre o quieras remover una mancha de sangre del tejido. Este par de limpiadores son aliados infalibles de múltiples tareas domésticas, y en este caso también aplica. Fíjate cómo hacerlo:

1. En un recipiente mezcla media taza de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre blanco y aparta.
2. Llena tu lavadora de agua e introduce la almohada.
3. Añade la mezcla previamente preparada y lava de forma tradicional con un poco de jabón líquido.
4. Enjuaga un par de veces para que se extraiga todo el producto y deja secar por todo un día al sol.

¿Cómo lavar y desmanchar almohadas amarillentas?

Es casi una misión imposible evitar que las manchas amarillas aparezcan en la almohada blanca con el pasar de los meses y años. Los principales causantes de estas manchas son la sudoración -aunque no lo sentimos, sudamos al dormir-, la saliva que botamos y la grasa que suelta el cabello. Pero existe un método para blanquearla y dejarla como nueva, es este:

1. Llena la lavadora, introduce las almohadas y selecciona la opción de ciclo de agua caliente junto a un programa de dos enjuagues.
2. Agrega en el compartimento o cajetín de la lavadora 1 taza de detergente biodegradable para lavavajillas, blanqueador casero (agua, zumo de limón, agua oxigenada y bórax).
3. Una vez cumplido el ciclo, asegúrate que haya soltado todo el jabón y extiende en una superficie plana para que pierda toda la humedad. Puedes abrirla un par de horas al sol de ser necesario.

No olvides que en la etiqueta informativa de la almohada encontrarás el método de cuidado adecuado de acuerdo a su composición (lavado, secado, planchado, lavado en seco y si puede o no usarse cloro). De igual forma, es esencial que antes de iniciar su lavado, te asegures de que no esté rota o descosida por donde el relleno salga mientras se está lavando.