En el mundo del glamur, la moda y la belleza, la seda es uno de los tejidos más cotizados, valorados y codiciados, no por nada existe una inmensa variedad de prendas diseñadas con este tipo de tela. Sin embargo, este material textil es delicado y requiere de una limpieza y cuidados específicos.
Esto se debe a que es una fibra natural compuesta por proteína creada por diversos insectos, arácnidos y en especial gusanos al momento de tejer capullos (donde atraviesan la metamorfosis y pasan de gusanos a polillas), razón por la que destaca con un brillo natural tan encantador y elegante y por la que se deben limpiar y lavar con precaución.
Una de las piezas top en ventas en este tejido es la ropa de alta costura y prendas formales, por eso, si te da algo de miedo dañarlas durante el lavado, sigue leyendo y aprende cómo lavar vestidos de seda, ahorrar gastos de tintorería y dejarlos impecables sin tanto esfuerzo.
Cómo lavar correctamente un vestido de seda en casa
El gasto de lavandería puede resultar abismal incluso por solo una pieza, de hecho, el lavado de un solo vestido de gala hecho en seda ronda los 20 euros ¿Puedes creerlo? Por suerte, aunque parezca difícil, si se lleva a cabo un mantenimiento adecuado, es posible lograr buenos resultados lavar la seda en casa siguiendo ciertos trucos y pasos fundamentales.
Lavar en la lavadora un vestido de seda ¿Es buena idea?
No es ni buena, ni mala. Lo recomendable es hacerlo con un ciclo de lavado para tejidos delicados y un jabón suave que proteja las fibras naturales, sacarla inmediatamente finalizado el proceso para evitar arrugas -sin que llegue a centrifugar-, extender en una superficie plana, retirar la excesiva humedad con una toalla, colgar en una percha en una zona aireada ¡Y por nada del mundo uses la secadora!
Generalmente, las prendas de sedas son de lavado estricto a mano, puesto que, al estar húmeda, pierde hasta un 20% de su resistencia y es muy poco elástica, razón por la que, si se estira o se exprime con algo de fuerza, terminará deformándose y perdiendo la estética refinada que la caracteriza.
Ten en consideración que este material textil es sumamente sensible a la luz solar. Si se expone al sol intenso por un rato, se debilita su estructura, pierde su forma y color.
Cómo lavar un vestido de seda a mano
Siempre lee la etiqueta de instrucciones, pues, si la prenda especifica estrictamente “solo lavar en seco” no se podrá hacer otra más, ni lavar a mano ni mucho menos en lavadora. Si el fabricante indica que, si se puede, antes de aplicar cualquier detergente pruébalo impregnando un bastoncillo de algodón con él y pasándolo en una mínima zona de la pieza, y si se destiñe o la afecta de algún modo, descarta ese producto.
Una vez hecho lo anterior, necesitarás un balde grande, agua fría y dicho jabón. Sigue estos pasos:
- Cuando ya hayas hecho la prueba del detergente, procede a llenar un barreño lo suficientemente grande con agua fría (no uses caliente ni tibia) y agrega el jabón.
- Mueve el agua jabonosa hasta que se forme la espuma.
- Sumerge el vestido completamente y déjalo remojando por 5 minutos para que el detergente actúe y saque manchas y suciedad.
- Retira el exceso de jabón con abundante agua fría.
- Extiende una toalla en una superficie plana y coloca el vestido sobre ella. Presiona con suavidad para quitar el exceso de agua y cuélgala en una percha al aire libre.
Nota: si la seda está manchada, prepara una mezcla con media taza de agua y una cucharada de vinagre blanco, aplica en el sitio de la mancha con ayuda de un paño suave y frota suavemente. Luego, procede a lavar con el procedimiento anterior.
Y si el problema es seda blanca amarillenta, el secreto es dejarla en remojo con un toque de agua oxigenada por 1 hora ¡Esto será suficiente para revivir tu tonalidad original y se verá impecable!
¿Cómo planchar ropa de seda sin dañarla?
Si el vestido ha quedado arrugado, plánchalo al revés, con la mínima potencia y siempre coloca una tela de algodón sobre la superficie donde vas a plancharlo. Asimismo, sobre la prenda, coloca otro tejido de algodón para que la placa caliente no entre en contacto directo con la seda y no haya riesgo de quemarla accidentalmente.
Recuerda que este método también funciona a la hora de lavar camisas y blusas de seda, pijamas, bata e incluso ropa interior femenina. ¡Durarán años contigo!