La higiene íntima de toda mujer comienza por las prendas que entran en contacto directo con ella. Por eso, se requieren de una limpieza adecuada a las fibras y a la magnitud de suciedad, de lo contrario, podría verse perjudicada la salud en esta zona tan delicada, empezando por malos olores a causa de la acumulación de secreciones íntimas, hasta molestias, irritación e infecciones en la piel o membranas mucosas, una de las más frecuentes, la producida por el hongo Cándida Albicans, mejor conocida como: “Candidiasis”.
Sí, aunque parezca una locura, aun en pleno siglo XXI hablar de la salud y el aseo vaginal es un tabú y muy poco se oye en conversaciones habituales. Si quieres aprender como lavar y desinfectar la ropa interior femenina para prevenir problemas futuros, incomodidad y cuidar tus prendas, sigue leyendo. Te contamos cómo limpiarlas y cuidarlas sin maltratar las fibras ni usar productos químicos agresivos.
Cómo lavar la ropa íntima de mujer correctamente
Uno de los factores más importantes de las prendas interiores para la mujer, es que sean transpirables. Es por ello que uno de los materiales más recomendados —y comunes— es el algodón, una fibra natural hipoalergénica que permite una óptima absorción y evaporación de la humedad, evita olores molestos, regula la temperatura y previene la proliferación de bacterias y hongos. Por otro lado, los tejidos sintéticos como el poliéster, elastano o el nylon son más elásticos, pero no reaccionan bien a la humedad y son confeccionados con elevada cantidad de tintes, principales responsables de alergias, erupciones e infecciones.
Lavar ropa íntima de algodón
En el caso de las fabricadas en algodón de uso diario, si es posible lavar ropa interior en lavadora, sin embargo, se recomienda introducirlas en una funda de almohada para prevenir que se deforme, se maltrate o se enganche a otra prenda dentro del tambor, en especial de los sujetadores.
- Selecciona un ciclo de lavado para tejidos delicados o especial para algodón con agua tibia o caliente.
- Añade jabón líquido de uso habitual y evita la aplicación de lejía, amoníaco o cualquier otro blanqueador demasiado abrasivo.
- Al finalizar el centrifugado, no la metas en la secadora. Lo ideal es dejarla secar al aire libre y bajo el sol para matar todo microorganismo o agente patógeno presente en ella. No obstante, si es de color oscuro, déjala 20 minutos en el sol y luego en la sombra para que sufra daños en la tonalidad del tejido.
Lavar prendas íntimas de tejido sintético
Entre los diversos tipos de telas sintéticas destacan el poliéster, poliamida y elastano, sumamente usados en la elaboración de lencería de mujer y sujetadores deportivos por ser resistentes al calor, más elásticos, no se encogen con facilidad y no se arrugan.
A diferencia del algodón, para que no se encojan, lo adecuado es lavarlas a mano, con agua templada y jabón suave, de lo contrario, seleccionar el programa más delicado de la lavadora (siempre dentro de una bolsita especial o funda) y colgar en un área ventilada sin contacto directo con la luz solar.
Lavar ropa interior de seda
Si tienes ropa interior de seda, debes saber que aunque es una de las más sensuales y llamativas, es un material bastante delicado y difícil de mantener en buen estado, en especial estando en contacto con el pH ácido y la secreción vaginal expulsada. Por lo tanto, debe lavarse a mano para alargar su vida útil.
- Para ello, déjala en remojo durante 5 minutos en agua tibia (que no supere los 30° C) y agrega detergente para telas delicadas o con pH neutro.
- Pasado este tiempo, frota con tus manos suavemente, aclara y llena otro recipiente con agua y un chorrito de vinagre blanco, sumérgela en esta mezcla 5 minutos más.
- Como último paso, enjuaga con agua limpia y tiéndela al aire libre bajo la sombra.
Recomendaciones a la hora de lavar la ropa interior a mano
- Enjuaga bien: Elimina todo rastro de detergente de las fibras para prevenir cualquier irritación.
- Evita los suavizantes: Contrario a lo que se cree, estos productos químicos perfumados se quedan impregnados en la tela y entran en contacto directo con la zona íntima y repercuten en la flora vaginal.
- ¡No las laves ni las dejes secar dentro la ducha! El exceso de humedad y la poca luz que hay en este lugar es propicio para el nacimiento y propagación de hongos, por ende, es un riesgo de infecciones.
- No estrenes ropa interior sin lavarla: Cada pieza pasa por muchos procesos, manos y millones de gérmenes y partículas de polvo han pasado por ella antes de llegar hasta ti.
No olvides reemplazar las más viejas una vez al año. Ten presente que la tela desgastada o agujereada no protege de igual manera la zona íntima —y se ve muy antiestético—. Recuerda que un estilo de vida y una higiene saludable son los aliados principales para prevenir molestias genitales.