Piénsalo por un minuto, todos tenemos al menos un par de pantuflas guardadas en el armario, sin importar que sean de peluche, felpa, piel, lana, rizo o peludas, son perfectas para mantener nuestros pies calentitos y cómodos estando en casa. Sin embargo, a pesar de que se usan frecuentemente, muchos descuidan su limpieza y al cabo de un tiempo, se ensucian, se desgastan y adquieren un terrible olor.
Si quieres que tus preciadas y suaves pantuflas duren años contigo, es fundamental limpiar este calzado con el cuidado correspondiente a su material de fabricación y a otros factores, por ejemplo, si vistes calcetas con ellas, si sales al exterior o si sufres de pie de atleta. Sea cual sea la situación debes saber cómo lavar pantuflas sin dañarlas y en este artículo te revelamos la forma correcta de hacerlo, bien sea a mano o en lavadora.
Cómo lavar pantuflas a mano o en lavadora
¿Temporada de frío en casa? El mejor aliado para combatir el frío en los pies son las pantuflas, pero si no las limpias a manudo, se convierten en un apestoso foco de bacterias. Vamos, que somos humanos y nuestro cuerpo emite calor y sudor, en especial los pies, que ocasionan humedad responsable de un ambiente propicio para microorganismos y hongos. Entonces, si quieres lavarlas a máquina o prefieres lavar pantuflas a mano para cuidarlas más, este es el procedimiento a seguir:
Pantuflas de tela de algodón
- Si huelen muy mal, realiza un pretratamiento para deshacerte de la pestilencia. Para ello, esparce bicarbonato de sodio dentro y fuera de las pantuflas y espera un par de horas para que absorba la humedad y neutralice el hedor.
- Por otro lado, si observas manchas, debes tratarlas antes del lavado. Hazlo aplicando detergente neutro directamente sobre la marca, frota con una esponja o cepillo de cerdas suaves hasta que vayan saliendo y deja actuar durante 5 minutos antes de aclarar.
- Ahora sí, es momento del lavado. Si lo haces en lavadora, selecciona un ciclo de lavado suave, con agua tibia, centrifugado a bajas revoluciones y secado a baja temperatura.
- Si lo haces a mano, llena un recipiente (o el fregadero con un tapón), con agua tibia y un poco de jabón para lavar ropa, mueve hasta que haga espuma.
- Sumerge las pantuflas y déjalas en remojo durante 20 minutos.
- Pasado este tiempo, restriega con un cepillo por dentro y por fuera y enjuaga varias veces con agua fría para deshacerte del agua jabonosa.
- Sácalas y deshazte del exceso de agua aplicando presión con tus manos en diferentes puntos sin llegar a retorcer con demasiada fuerza para no deformarla. Otra alternativa es colocarlas sobre una toalla seca y presionar para absorber la excesiva humedad.
- Finalmente, déjalas secar al aire libre.
Opcional: Si quieres que se sequen más rápido, usa un secador de pelo a temperatura media.
Pantuflas de felpa
Si tienes pantuflas de felpa, no debes lavarlas a máquina ni a mano, ya que al empaparse se pueden dañar. Lo adecuado es limpiar el exterior con una toalla húmeda para desaparecer la suciedad y el interior con una toallita de bebé humedecida para no mojar la felpa.
En caso de que esté muy sucia, agrega unas gotas de detergente neutro sobre la toallita de bebe para frotar la parte interna, luego aclara con un paño ligeramente humedecido hasta que no queden restos de jabón y deja secar a la intemperie sin contacto directo con el sol.
Si observas una mancha puntual, utiliza un kit de limpieza en seco para telas afelpadas, que consiste en un pequeño cepillo rígido y un trozo de borrador de manchas. Otra alternativa es pasar una lima de uñas o papel de lija suavemente para quitar barro seco, comida pegada o marcas de rasguños.
Pantuflas de piel
¿Tienes pantuflas de gamuza, ante o piel de cordero? Trata este material con jabón para tejidos delicados o específico para cuero de la siguiente forma:
- Humedece un paño de algodón o esponja suave en el producto limpiador que hayas escogido, frota con suavidad y espera que actúe por 5 minutos.
- Aclara con otro paño humedecido con agua fría y espera que se seque.
- Aplica un acondicionador de cuero al finalizar la limpieza para que se mantengan suaves e hidratadas y se mantenga en buen estado a través de los años.
- Si el interior es de cuero, límpialas del mismo modo, si son de tela polar, pasa toallitas de bebé para desprender la suciedad sin mojarlas.
Cuanta más atención le des al cuidado y limpieza de las pantuflas, más tiempo nos acompañarán en las inclementes noches frías del invierno. Recuerda que este calzado es indicado para el interior de casa, por lo que debes evitar llevarlas puestas en el jardín o garaje para que no se llenen de grasa, tierra y polvo excesivo.