Las aspiradoras tienen un aproximado de 80 años y cada día aumenta la cantidad de personas que las eligen para sus rutinas de limpieza diarias por facilidad de uso, mejoras en su diseño (ya no son tan pesadas, voluminosas ni incomodas de usar) y por la durabilidad en el hogar. Sin embargo, en ciertos casos es necesario acudir a lo ya conocido, es decir, nuestra vieja confiable: la escoba.
Este ha sido el principal aliado para remover la suciedad del suelo, y aunque muchos están decididos a aprovechar los avances imparables de la tecnología para esta tarea, se hace inevitable de vez en cuando barrer antes de aspirar si se trata de desastres colosales y basura. Sigue leyendo y conoce qué es más efectivo: ¿Barrer o aspirar?
¿Cuándo es mejor barrer que aspirar?
Puede que te hayas preguntado si pasar la aspiradora sea suficiente para luego trapear el suelo, y aunque generalmente los resultados son muy buenos al utilizar este electrodoméstico tan funcional y que tanto tiempo y esfuerzo nos ayuda a ahorrar, algunas veces puede que no sea lo adecuado.
El barrido es una forma de mover el polvo, tierra o escombros ubicados en el piso empujándolos de un sitio a otro para poder apilarlos, recogerlos y deshacernos de ello. Las más grandes y anchas son usadas en sitios abiertos y al aire libre, las más pequeñas son indicadas para habitaciones, salones y estancias en el interior. Usualmente es recomendable barrer en suelos de madera dura, cerámica o piedra.
Esto se debe a que, por lo general, la mayoría de las aspiradoras integran una barra batidora ideal para remover suciedad incrustada en las fibras del tejido de alfombras, pero resulta agresivo en pisos de baldosas o madera dura pues puede causar rayones y daños irreversibles. Por otro lado, cuando nos referimos a los beneficios de la escoba para barrer, estas ayudan a sacudir fácilmente la mugre acumulada en las juntas de azulejos o cerámicas y las grietas entre un pedazo y otro de cerámica o piedra.
¿Y cuáles son los beneficios de pasar la aspiradora?
En lugar de mover y empujar la suciedad de un lado a otro, la aspiradora se encarga de recoger los desechos aspirándolos hacia su interior en un depósito que puede ser un recipiente o una bolsa desechable. Entre los pros de usar este aparato a la hora de eliminar el sucio del suelo, destaca que no es necesario recoger la suciedad (en comparación a cuando se barre); no obstante, este depósito debe vaciarse y preferiblemente lavarse una vez lleno.
¿Esto quiere decir que se puede barrer con una aspiradora? Si y no. Las aspiradoras son empleadas para limpiar las fibras de las alfombras, en derrames (las que cuentan con esta función) o zonas húmedas en donde las escobas no son útiles y en pisos de vinilo o laminados siempre y cuando tengan activa la configuración «Piso desnudo», pues resisten la fuerza de la barra batidora sin riesgo a dañarse.
Cabe destacar que existen aspiradoras más innovadoras con diversas funciones como desmontar o desactivar la barra batidora e incluyen cepillos especiales, por ende, sabiéndola usar, también es apta su uso en sueños de baldosas de cerámica, madera o piedra.
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Entonces, ¿Primero se debe barrer o aspirar el piso?
Al llegar a casa de la calle usualmente volvemos con residuos en nuestros zapados, desde tierra, piedras, polvo e incluso chicles masticados que ni siquiera nos dimos cuenta que hemos pisado. Sumado a eso, al abrir la ventana y circula el aire, entran partículas de polvo, y esto se triplica si vivimos cerca del mar o en una zona en construcción. Es por ello que, para proteger la superficie de nuestro piso es vital limpiarlo al menos dos o tres veces por semanas.
Si se trata de excesiva suciedad y basura de tamaño considerable, lo correcto es barrer con una escoba para evitar que cualquier objeto pequeño entre y obstruya el aspirador estropeando el motor. Pero si es para asear alfombras y realizar mantenimientos diarios al suelo, la aspiradora es la aliada perfecta. Además, evita que el polvo se levante, flote en el ambiente y se esparza por todos lados causando alergias incómodas.
En conclusión, aspirar de dos a tres veces semanalmente diversas superficies además de suelos (alfombras, esquinas, techos, railes de puertas y ventanas) demuestra más ventajas que barrer, sobre todo para los pulmones, puesto que no se está expuesto a excesivo polvo como cuando se levanta con la escoba. Un beneficio notable para pacientes con alergias recurrentes, asma o complicaciones con su sistema inmunológico.