Muchas personas tenemos la costumbre de dar obsequio alguna pieza de cristalería o juego de vajilla, y ¿por qué no? Es un regalo hermoso, útil y seguramente le encantará a quien lo reciba. Además, hoy en día se ha vuelto muy popular el coleccionar objetos y utensilios de cristal, en especial el de Bohemia, y mientras unos ya tienen grandes colecciones enteras, algunos recién empezamos en nuestro pequeño hogar. El verdadero meollo del asunto, además de su limpieza —bastante delicada, por cierto— es el cuidado que requiere a la hora de su almacenado.
Ya sea que tengas copas, vasos, tazas, jarras, platos u objetos decorativos en este material, es fundamental tener precaución al limpiar el cristal y guardarlo para no ocasionar un enorme incidente si llegan a caerse o chocar entre sí. En este artículo te contamos cómo guardar la cristalería correctamente, prevenir daños accidentales y alargar su vida útil para que incluso tus nietos puedan apreciar en el futuro de este tesoro trascendental.
¿Hay forma correcta o incorrecta de guardar objetos de cristal?
La respuesta es: ¡Claro que sí! El cristal es un material muy delicado que amerita un trato y almacenamiento especial para conservarlo en buenas condiciones. Sea cual sea la necesidad, bien sea que quieras recogerlo tras su uso, ordenarlo luego de una limpieza profunda del mobiliario, o si planeas una mudanza y te preocupa su seguridad, para prevenir que se quiebren, acumulen polvo y suciedad te recomendamos leer con atención estos 4 útiles consejos para guardar cristalería:
Selecciona y clasifica los objetos
Con orden todo es más cómodo de distribuir y almacenar, así que comienza seleccionando cuáles son las piezas que quieres guardar y clasifícalas en distintas categorías, de esta forma podrás identificarlos y podrás buscarlos fácilmente, sin causar desorden ni romperte la cabeza cuando llegue alguna visita repentina. ¿Qué significa esto? Es sencillo: divide en secciones como: “adornos”, “ocasiones especiales”, “opciones para obsequiar”, “recuerdos” y todos los que creas necesarios.
Lava y seca tus cristales
Recomendamos que antes de continuar con el almacenamiento, realizar una respectiva limpieza, en especial cuando se trata de platos, copas, vasos o utensilios de cristal. Para dejarlos impecables y brillantes, lávalos con agua y vinagre frotando con suavidad y nunca restriegues con estropajos para no rayarlos, déjalas secar durante varias horas antes de guardarlas para asegurarte de que no haya rastro de humedad y no se produzcan manchas, moho y mal olor.
Ahora es momento de embalarlos
Una vez clasificados, es momento de pedirle ayuda al viejo y confiable plástico de burbujas, ¡sí! Ese que desde niños nos encantaba explotar. También puedes utilizar papel periódico (con ello también lo reciclas). La clave es envolver cada objeto por separado y colocarlo en distintas cajas o sección del mueble de acuerdo a la categoría o clasificación que le hayas dado.
Guarda copas y vasos de cristal según su uso
En el caso de vasos y copas —que son los más usados— la forma de guardados dependerá de la frecuencia con la que los uses. Si te gusta tomar una copa de vino a diario o de manera recurrente, elige un cajón de un mobiliario específico para estos objetos o adquiere un divisor de cajones para organizarlos y tenerlos a la mano, ¡los consigues en Amazon por menos de 20 euros!
Por otro lado, te aconsejamos guardarlas boca abajo, pero siempre asegúrate de que se estén completamente secas para evitar que se origine moho. Si las guardas boca arriba, la humedad no será un problema, sin embargo, se alojará más polvo en su interior.
Recuerda limpiar tu cristalería cada cierto tiempo, aunque no la utilices —al menos cada 4 meses—. Un mantenimiento paulatino evitará que el polvo y las bacterias hagan de las suyas y manchen tu preciada colección. Esperamos haber resuelto tus dudas y que estos consejos sirvan de ayuda ¡Hasta la próxima!