Cantora es el nombre de la finca en la que vivía la cantante malagueña Isabel Pantoja con su marido Francisco Rivera, más conocido como Paquirri, un torero muy laureado en su época. Es una vivienda de estilo rural, como la que vendió Oprah Winfrey. Recientemente, entre ella y su hijo Kiko Rivera, han vendido esta propiedad, la cual tiene un significado muy especial para la cantante.
“Lo que más me gusta del mundo es venirme aquí, a curar mis heridas de combate” solía decir cuando hablaba de esta mansión. Después del triste fallecimiento de su madre, ya no quedaba nada que la atara a ella, y por ello la vendió. ¡Descubre lo que tiene para ofrecer esta casa!
Un enfrentamiento con su hijo por la venta de la mansión
Kiko Rivera, quien compartía la propiedad de la vivienda con Isabel Pantoja, quiso venderla prácticamente desde el primer momento, y eso le condujo a un enfrentamiento muy desagradable con su madre. La cantante malagueña quería esperar por lo menos hasta que falleciera su madre para vender la casa, y por un precio considerablemente menor que el que fijó Kiko.
Actualmente, la casa se encuentra en un estado más descuidado, pues desde el fallecimiento de la madre de la malagueña nadie se instaló en ella. No obstante, continúa teniendo el mismo potencial. Esto lo saben bien los compradores, ya que se encuentra en una zona privilegiada de Cádiz, rodeada de un entorno completamente natural y con una privacidad más que garantizada.
¿Qué tiene para ofrecer la finca Cantora?
La propiedad fue un sueño en vida del torero Paquirri, ya que él siempre quiso una finca ganadera para vivir con su familia. Cuenta con 2.000 metros construidos, contando el camino de entrada al principio del cual se puede ver un cartel con el nombre del domicilio. No solo incluye la vivienda familiar, sino también algunas naves industriales utilizadas para la explotación agrícola y ganadera. Paquirri era un hombre de campo apasionado por los animales y la naturaleza en general, y las características de Cantora lo demuestran.
Entre las comodidades que tiene la vivienda, podemos encontrar un salón de juegos con gimnasio y sauna incluidas, un trastero bastante espacioso para guardar todo tipo de cosas, dos garajes, oficinas y hasta una plaza que se utiliza para seleccionar los futuros toros sementales y las vacas nodrizas. A este proceso se le conoce como tienta de reses, y se basa en la bravura y en la fuerza de cada animal. En definitiva, se trata de una finca rural muy completa que seguro que los nuevos inquilinos disfrutarán durante muchos años tras una necesaria reforma.