Los últimos meses hemos podido disfrutar de temperaturas altas para esta época del año, lo que ha hecho que no fuera necesario recurrir a los abrigos ni a la calefacción. Sin embargo, estas últimas semanas ha comenzado a notarse el bajón de temperaturas, lo que ha hecho que tengamos que recurrir a ciertos elementos para calentar nuestro hogar.
Este es el caso de las estufas halógenas, las cuales nos permiten generar calor con un bajo coste de energía y hoy vamos a hablarte de ellas. Así que, si quieres saber qué son y conocer todas sus ventajas, te aconsejamos que sigas leyendo.
Qué son y cómo funcionan las estufas halógenas para la calefacción de estancias
Las estufas halógenas son uno de los recursos más útiles cuando queremos calentar nuestra vivienda sin necesidad de recurrir a la calefacción. También son útiles cuando vivimos en un lugar que no es demasiado frío y solamente necesitamos calentar nuestra casa en momentos puntuales.
Este tipo de aparatos lo que hacen es emitir calor a través de la radiación de infrarrojos que producen los tubos halógenos que lo conforman. Suelen contar con distintos niveles de potencia para poder graduar la cantidad de calor que emiten y, además, tienen una potencia de entre 1.200 y 1.600 W, la cual es más que suficiente para producir calor de manera rápida y efectiva.
Ventajas de las estufas halógenas
Como acabas de ver, estos aparatos tienen un uso bastante sencillo y cumplen un objetivo claro: ayudarnos a calentar nuestro hogar. No obstante, hay otra serie de ventajas que debemos tener en cuenta:
- Calientan de manera inmediata. No es necesario que esperemos un tiempo para disfrutar del calor, sino que este aparecerá de manera inmediata al encender la estufa.
- Emiten calor limpio. Al contrario de lo que pueda pasar con otro tipo de dispositivos que emiten calor, como los calefactores, en este caso no se mueve el polvo del ambiente. Esto implica que no ensuciamos los muebles ni otro tipo de superficies de nuestro hogar.
- Ideales para estancias pequeñas. El cuarto de baño es uno de los lugares en los que más necesitamos recurrir a elementos externos para no pasar frío durante nuestras duchas de invierno. En este sentido, las estufas halógenas son una excelente elección.
- Son manejables. Este tipo de productos suelen tener un tamaño bastante pequeño que las convierte en un aparato manejable que podemos llevar a cualquier habitación sin mayor problema. Además, el acabado y diseño de las mismas es sencillo y combina perfectamente con cualquier habitación.
- Precio bajo. Por último, vamos a hacer alusión al precio, y es que las estufas halógenas son uno de los dispositivos más económicos que vamos a encontrar si estamos buscando un aparato que de calor. De ahí que muchas personas opten por hacerse con una de ellas.
Desventajas de las estufas halógenas
No obstante, y a pesar de todos los puntos a su favor que tienen este tipo de estufas, también hay algunas cuestiones que pueden hacer que nos planteemos si este es el mejor sistema para nuestra vivienda.
- No calientan toda la estancia. De hecho, si quieres disfrutar del calor de una estufa halógena, tendrás que colocarte cerca de la misma. Esto hace que no sean la mejor alternativa si lo que estás buscando es calentar toda una habitación de tu vivienda.
- Son más peligrosas. Piensa que este tipo de sistemas funcionan con resistencias que se calientan y quedan expuestas. Esto implica que, si nos acercamos demasiado o colocamos algún objeto encima de las mismas, podemos provocar que se queme. Por eso debemos tener especial cuidado con ellas si hay niños o mascotas cerca.
Como ves, se trata de un elemento sencillo, pero que puede tener muchas ventajas si lo que buscas es una fuente de calor puntual. Esperamos que este artículo te haya resultado útil para conocer un poco más las estufas halógenas.