Una de mis prendas favoritas en tiempos de otoño e invierno es mi jersey blanco de lana, y es que, gracias a las propiedades químicas y físicas de esta fibra natural, es capaz de abrigar y dar calidez en los días más fríos del año. Sin embargo, para nadie es un secreto que aunque su limpieza esté al día y huela bien, la sensación de lija en la piel al vestirlo es a veces insoportable, al punto de básicamente olvidar esta prenda el armario por la incómoda sensación de comezón.
Esto se debe a una capa externa con escamas, que además de generar pelotillas antiestéticas, crean esa incómoda aspereza. Si este es tu caso y quieres conocer cómo hacer para lavar la lana y que no pique ¡Estás en el lugar correcto! Te enseñamos trucos prácticos y eficaces para suavizar el tejido, aprovechar al máximo tu suéter, chaleco o manta de lana y olvidarte del molesto picor, alergias e irritaciones de una vez por todas.
¿Por qué la lana pica?
La lana es un material versátil y de origen natural ampliamente usado en todo el mundo. Es obtenida de ovejas, llamas, alpacas y otros animales de pelaje largo y es conocido por su capacidad de proporcionar calor y confort, siendo empleada para la confección de bufandas, gorros, guantes, abrigos y demás piezas específicas para protegerse del descenso de las temperaturas.
Ahora bien, ¿cuál es el motivo por el cual causa picor en la piel? Simple: la estructura de la fibra es escamosa, por lo tanto, mientras más gruesa sea la fibra utilizada, mayor será el tamaño de la escama y el picor que genere.
Como hacer para que la lana no pique
Lo principal que debes hacer es seguir las indicaciones de la etiqueta de la prenda donde indican como lavarla y cuidarla para mantenerla en buen estado, generalmente, se enfocan en un lavado suave con agua fría. Además, es fundamental que guardes las piezas de lana dobladas en un cajón y no colgadas en perchas, de esta forma evitas que se deformen por el peso de la gravedad. Una vez esto esté hecho, aplica uno de estos métodos para deshacerte de la comezón de la lana.
El frío del congelador
¿Sientes que la textura de tu bufanda ha cambiado?, ¿ha empezado a causar comezón e incomodidad? Entonces prueba esta técnica para que el material se contraiga y gane suavidad al tacto como antes. Sigue estos pasos:
- Introduce la prenda doblada en una bolsa hermética o una de plástico bien cerrada y llévala al congelador.
- Espera al menos 3 o 4 horas para que el frío haga el efecto deseado.
- Pasado este tiempo, sácala y déjala al aire libre para que normalice la temperatura.
Suavizante para telas y glicerina
Si tu objetivo es aprender qué hacer para que una prenda no pique, entonces sí o sí deberías tener suavizante y un poco de glicerina entre tus productos indispensables. Para utilizarlo, sigue estos pasos:
- Lava la prenda a mano con jabón neutro y una cucharada de glicerina. Ten presente que no debes restregar, tampoco lavar a máquina, de lo contrario, las escamas se levantarán y el picor aparecerá.
- Luego, enjuaga con agua fría y añade un poco de suavizante para telas.
- Sumérgela en esta mezcla por un rato y al finalizar enjuaga nuevamente con agua fría.
- Deja secar al aire libre y bajo la sombra.
Vinagre blanco
Aunque suene raro, el vinagre es el suavizante casero por excelencia, cada día más recomendado para suavizar tejidos ásperos, en especial la lava. Esto es lo que debes hacer:
- Llena un recipiente con aproximadamente un litro de agua y vierte una taza de vinagre blanco.
- Sumerge la prenda durante 20 minutos.
- Hecho esto, aclara y lava como de costumbre con un poco de jabón neutro y deja secar bajo la sombra.
Mascarilla capilar o acondicionador de cabello
Así como funciona el suavizante, el acondicionador y las mascarillas cuentan con propiedades capaces de darle suavidad a la lana y prevenir el picor e irritación en pieles delicadas.
- Lava la prenda como de costumbre con agua fría y jabón.
- Mientras aún sigue húmeda, esparce un poco de acondicionador aplicando ligera presión para que se impregne por completo.
- Después de media hora, aclara con agua (o enjuaga con el programa indicado en la lavadora) y extiende en sobre una toalla limpia en un área ventilada hasta que se seque.
No olvides que para conservar en óptimas condiciones tus objetos de lana, es esencial darle cuidados especiales, no estirarla, huir del agua caliente y evitar exponerlas a condiciones desfavorables como lo es el sol excesivo, la secadora o la plancha.