Un cabecero es un adorno precioso para decorar nuestra cama, pero no solo eso, sino que también es un elemento que nos permitirá estar más cómodos sentados en ella. Por ese motivo, se ha convertido en algo indispensable en los dormitorios de muchos.
Si quieres instalar uno, ya sea comprado o fabricado desde cero por ti, debes hacerlo de manera que no se caiga ni se despegue fácilmente. A continuación, te daremos las claves para que logres fijar bien tu cabecero a las paredes de tu hogar.
Cómo colocar bien el cabecero de tu cama
Puedes hacerlo fácilmente por ti misma o por ti mismo en unas horas cuando tengas más tiempo libre. Los materiales que debes utilizar son: alcayatas, anillas, una cinta métrica y un lápiz para tomar medidas y un berbiquí para agujerear la pared. No es una tarea complicada, pues no tienes que seguir muchos pasos para completarla. Son los siguientes:
Decide la altura a la que quieras colocarlo
Dependerá del uso que le vayas a dar al cabecero. Si quieres utilizarlo como respaldo para sentarte a leer, a mirar el móvil o simplemente a descansar, lo más recomendable es situarlo cerca de la cama a una altura más bien media. Sin embargo, si pretendes que sea únicamente un elemento decorativo, puedes instalarlo más arriba o también más abajo. Ten en cuenta que, cuanto más arriba lo coloques, mayor impacto visual tendrá nada más entrar a la habitación en la que se encuentre.
Por lo tanto, antes de intentar sujetarlo a la pared para que no se caiga al suelo, piensa muy bien qué uso quieres darle. Este paso es fundamental, porque si no determinas esto, no podrás pasar al siguiente.
Toma medidas y ánclalo a la pared
Hay dos tipos principales de cabeceros: unos llegan hasta el suelo y otros no, por lo que hay que colgarlos. Debes tener esto muy presente cuando tomes las medidas para colocar el que se cuelga de la mejor manera posible. También tienes que localizar los extremos capaces de soportar mejor la fijación. Usa una cinta métrica si lo necesitas, aunque es preferible que la utilices.
Marca con un lápiz el lugar exacto del cabecero donde quieras colocar las anillas para colgarlo. Nunca hagas esto a ojo, porque el resultado puede ser desastroso. Después, abre unos agujeros en la pared con berbiquí y atornilla todas las anillas en la zona que has definido para colocar el cabecero. Una vez tengas todos los agujeros en la pared, cúbrelos con alcayatas, las cuales deben coincidir a la perfección con las anillas.
¡Ya solo te falta el paso más importante! Para que el cabecero de tu cama quede perfectamente fijo en la pared, debes colgarlo de las anillas. El método más práctico es enganchar las de la parte de atrás del cabecero a todas y cada una de las alcayatas que has puesto en los agujeros. ¡Mucha suerte con la instalación de tu cabecero!