Sabemos que un inodoro no es lo más estético de un hogar, porque además ese no es su propósito. Solamente lo tenemos en nuestro baño para satisfacer nuestras necesidades más básicas. Sin embargo, que el WC tenga un aspecto moderno y bonito embellece la estancia.
Si has pensado alguna vez en renovar tu baño para modernizar tu casa, uno de los elementos que puedes cambiar es tu inodoro, sin necesidad de comprar uno nuevo. A continuación, te explicamos cómo hacer pequeños cambios estéticos en tu WC.
Renueva tu inodoro sin complicarte
Insistimos: no hace falta que te pongas a mirar catálogos para encontrar el inodoro perfecto para tu baño. Puedes realizar pequeñas modificaciones en el que ya tienes para otorgarle un aspecto más renovado. Esto es lo que debes hacer:
Cambia las piezas viejas por otras nuevas
Si ves partes del inodoro que se han quedado viejas o anticuadas, lo mejor que puedes hacer es retirarlas para reemplazarlas por otras nuevas. De todos modos, si una pieza está dañada o rayada, tendrás que cambiarla sí o sí para evitar más desperfectos. Por ejemplo, si las bisagras de tu inodoro tienen muchos años, sustitúyelas por otras.
Las alternativas que ofrece el mercado y que más te recomendamos son bisagras de plástico, aluminio o acero, ya que son materiales que no se estropean ni se oxidan tan fácilmente. Sin embargo, el consejo más básico es que escojas las que mejor combinen con tu WC.
Limpia muy bien todo el inodoro
Pocas cosas hay peores en un baño que un inodoro sucio. Es importante que, en la medida de lo posible, este elemento esté impoluto; ya no solo por estética, sino sobre todo por higiene. Para ello, ponte unos guantes de goma y frota todas sus partes exceptuando el interior (compuesto por la base, la taza, la tapa y la cisterna) con una esponja mojada con agua templada y un poco de jabón. De esta forma lo dejarás brillante, pues retirarás todas las manchas.
La taza del inodoro también tiene que estar impecable, y para limpiarla debes utilizar un producto específico, aplicado con un cepillo de cerdas fuertes. Después, pasa un trapo con spray desinfectante para eliminar todas las bacterias. Al final de todo el proceso, el inodoro debe estar y oler a limpio.
Hazte con una tapa nueva
Es importante que elijas una tapa con la misma forma que la que tenías antes, ya sea cuadrada, ovalada… Normalmente, viene con las bisagras incluidas, por lo que no te costará instalarla. Si quieres ser más original, no la compres de color blanco clásico y atrévete con otra tonalidad más llamativa.
También puedes comprar una que ofrezca prestaciones adicionales, como por ejemplo: un revestimiento antibacteriano, un sistema de caída amortiguada para evitar que tus hijos se pillen los dedos… Por último, te recomendamos recubrir el asiento del inodoro con unas fundas para que te sea más cómodo sentarte.
Restaura su esmalte
Con el paso del tiempo, el color del inodoro se deteriora, pues su esmalte pierde brillo e intensidad. No obstante, este problema tiene fácil solución. Para renovar tu inodoro en este aspecto, necesitas tres componentes: diluyente, imprimación y esmalte con acabado cerámico. Gracias a la reacción química que produce la combinación de estos tres elementos, la pintura se unifica y queda endurecida. El diluyente sirve para limpiarlo antes de empezar.
Protege primero todas las zonas que no quieras pintar con cinta de carrocero. Una vez hayas hecho esto, colócate los guantes y la mascarilla para aplicar la imprimación. Deja que pasen unas 6 horas para que se seque bien. Después aplica el esmalte. Deja que la primera capa se seque 24 horas antes de aplicar la segunda y definitiva. ¡Tu inodoro quedará como nuevo!