Plantar calçots es algo que saben hacer muy bien en la zona de Cataluña, donde el clima y las condiciones son perfectas para que esta deliciosa cebolla tardía crezca sanamente. Allí es tan típico que incluso hay todo un evento social entorno a comer a la brasa estas ricas cebollas, con una salsa romescu.
Si alguna vez las has probado, y te gustaría saber cómo poder cultivarlas en tu jardín… ¡Te damos la buenísima noticia de que puedes hacerlo perfectamente! Como con cualquier otra planta, solo se trata de saber las condiciones que necesita para ser plantada y cultivada, la mejor época del año para empezar a hacerlo y algunos otros trucos más que te llevarán a vigilarla adecuadamente y a que en tu jardín pueda convertirse en una costumbre de cada temporada. ¡Vamos a saber algo más sobre cómo plantar calçots!
Los trucos que debes conocer para plantar calçots
Para plantar calçots es importante que sepas, en primer lugar, que hay una época adecuada para hacerlo. Normalmente es una hortaliza de dos temporadas, por lo que la época típica es en los meses que van desde noviembre hasta abril, siendo el momento cumbre en enero, que es de hecho cuando se celebra una fiesta entorno a ello que se llama la calçotada.
Pero también es posible cultivar calçots para el verano, sobre el mes de junio, y eso en parte también va a depender del lugar donde los cultives. Dependiendo del clima, hay algunos sitios donde se puede cultivar este tipo de cebollas durante más meses, y alargar así la temporada típica.
La palabra calçot viene de la expresión en catalán «calçar«, que significa básicamente calzar la tierra. Entonces una vez cultivados habrá que ir poniendo más y más tierra sobre la base, para que el tallo del calçot siga creciendo buscando la luz y la manera de salir al exterior. Así es como se obtienen, y es por esto que pueden llegar a medir más de 20 centímetros.
Después de haber obtenido las semillas de los calçots, lo cuál deberías hacer más o menos antes del mes de agosto, vamos a contarte algunos otros puntos interesantes:
- En el mes de agosto puedes empezar a plantar calçots para que estos estén preparados en noviembre. Cuando llegue este mes, y con él, el frío, debes esperar a que los tallos espiguen y aparezcan al final de ellos las semillas, momento en el que estarán listos para comer.
- Se deben de plantar los bulbos del calçot con la punta hacia arriba y a unos 25 centímetros de la superficie. Cuando veas que empiezan a sobresalir brotes, entonces tendrás que calzar la tierra y enterrarlas un poco más, como te hemos contado.
- Por otro lado, es importante prestar atención a cómo es la tierra ideal para esta hortaliza. Debe de estar siempre suelta y nunca compacta, porque si está dura puede evitar el crecimiento de la planta. Si en el jardín de tu casa tienes tierra que sea arcillosa y con tendencia a compactarse, entonces puedes usar un poco de hummus de lombriz para evitarlo.
- Es importante saber que existe una gran diferencia al plantar cebollas o plantar calçots, que es el tema del riego. Mientras la primera no necesita casi agua, los calçots si la necesitan para crecer como deben, y tendrás que regarlos abundantemente dos veces a la semana hasta que llegue el otoño, momento en el que empieza a llover más.
- También es conveniente para ellos la luz, y no tienen problemas en que sean rayos de sol directos como si sucede en la gran mayoría de las plantas. Las horas de luz le vendrán bien, y ayudarán a que el tallo crezca a un buen ritmo.
- Por último, es importante saber que cuando los calçots lleven aproximadamente cuatro meses creciendo, tendrás que sacarlos para tenerlos ya listos. Hay algunas personas que piensan que pueden seguir ahí más tiempo a conveniencia, pero esto hará que florezcan y que por tanto se estropee la hortaliza para ser consumida.
En definitiva, plantar calçots es bastante fácil siempre que tengas las herramientas necesarias para hacerlo. El tema de calzar la tierra es absolutamente fundamental para que el tallo de estos crezca saludablemente, y este será la parte más deliciosa del menú, así que tenlo especialmente en cuenta.