El lavabo forma parte integral de todas las salas y cuartos de baño, actualmente abunda una gran diversidad de modelos, tamaños, materiales de fabricación y tipo de instalación (pedestal, sobreponer, empotrables o bajo cubierta); pero siempre destacando el tradicional en forma de semicírculo y elaborado en cerámica o porcelana donde destaca por sobre todos los demás el color blanco. Estos lavabos de cerámica son de amplia resistencia a la humedad y altamente duraderos al desgaste y capaces de soportar derrames a diversas temperaturas, así como cualquier tipología de líquidos. Pero igualmente están expuestos a manchas, suciedad y a diversos agentes patógenos (virus, bacterias) peligrosos para la salud, por lo que es evidente una necesaria limpieza.
Aunque sean resistentes debes cuidarlos y nada mejor que ofrecerles a tus lavamanos de cerámica una efectiva limpieza y un mantenimiento para que siempre estén en las mejores condiciones, logrando que luzcan maravillosamente bien en el aspecto visual y estético y que te ofrezcan mucha salud, de esta manera y al igual que la limpieza de los azulejos del baño, los lavabos de porcelana necesitan de ciertas recomendaciones para mantenerlos limpios y cuidados, siempre con la máxima sencillez y empleando métodos seguros y muy fáciles.
Limpia de manera correcta tu lavabo de cerámica
El lavado sin lugar a dudas es de los equipos que más utilidad tiene en nuestra casa, son capaces de darte el necesario espacio y solución para lavarte tus manos y cara, pero además funciona como una estación de lavado para la ropa interior. Por lo que este rudo y versátil trabajo lo hacen víctima de manchas, rayones y acumulación de suciedad.
Para obtener una eficiente limpieza necesitarás de ciertas pautas, además de la correcta periodicidad en la aplicación de la misma, así como de lograr la identificación de los factores que pueden ayudarte a ahorrar problemas y complicaciones de mayor escala. Los peores enemigos para los lavabos de cerámica son las manchas de óxido y de grasa, pero no te preocupes porque efectivamente podrás deshacerte de ellas mediante las técnicas que te muestro a continuación.
Cómo limpiar tu lavado de cerámica eficientemente
1. Una suave esponja y detergente
La porcelana por su condición de lograr rayarse con suma facilidad hace que haya que evitar utilizar estropajos o lana de acero o cualquier otro método abrasivo. De allí que para eliminar sin riesgos las manchas superficiales necesites de comenzar con una esponja y un detergente (desengrasante). Realiza movimientos circulares y luego enjuagas todo el detergente con otra esponja o con un paño húmedo. Recuerda usar agua lo más caliente posible para que los resultados sean mucho mejores.
2. Bicarbonato de sodio
Cubre un paño húmedo o una esponja con bicarbonato de sodio y recorre todos los sectores manchados. Recuerda que el bicarbonato es un abrasivo que aunque muy leve, podrá ayudarte muy bien a eliminar las manchas sin hacer daño a la superficie de la cerámica. Friega siempre haciendo movimientos circulares y finalizas enjuagando con un paño limpio. Este proceso puedes potenciarlo agregando un poco de zumo de limón al bicarbonato.
3. Utiliza el famoso vinagre
Comienzas tapando el desagüe del lavabo y lo llenas con agua caliente. Seguidamente agregas un par de tazas de vinagre blanco y lo dejas actuar por unas 4 horas. Cuando lo vacíes verás que las manchas pueden ser removidas con suma facilidad mediante un paño o una esponja.
Nunca olvides enjuagar el lavabo con agua limpia luego de finalizada la limpieza con vinagre, recuerda que este es un ácido y que efectivamente puede dañar la superficie de cerámica de tu lavabo si no prestas los necesarios cuidados.
4. Jugo de limón y sal de mesa
Aunque pueda sorprenderte, esta mezcla de sal de mesa y zumo de limón es ideal para eliminar las diversas y molestas manchas de óxido. Aplica la sal y el zumo de limón sobre la mancha y friega contundentemente con una esponja sobre ella, permite que repose 15 minutos y enjuagas con abundante agua. Recuerda no emplear este método de forma periódica porque al ser muy abrasivo tiende a opacar el color y el brillo de la cerámica.
Restaura todo el brillo de tu lavabo luego de su limpieza
Muchas veces el mismo proceso de limpieza del lavabo y debido a los ingredientes utilizados es posible que se afecte de modo directo el brillo natural de la porcelana, de allí que sea imprescindible que puedas conocer como devolver el brillo perdido una vez finalizado el proceso de limpieza. A continuación 3 modos sencillos para restaurar este brillo perdido.
- Esmalte restaurador de cerámica: La cerámica es fácilmente restaurable desde casa y así podrás devolver la belleza como si del día de estreno se tratase. Escoge cualquiera de los productos restauradores de cerámica disponible en el mercado y fácilmente adquirible en los hipermercados. Luego de limpiarlo, aplicas el restaurador con un paño limpio sobre toda la superficie del lavabo y permites que actúe basándote en las indicaciones del envase.
- Cera de autos: Con ayuda de una esponja aplicas un poco de cera de pulitura automotriz y cubres toda la extensión de tu lavabo de cerámica, además de recuperar el brillo podrás disfruta de un delicioso y suave aroma.
- Limón o aceite para bebes: Aplica algunas gotas de aceite de bebes o de zumo de limón sobre un paño húmedo y cubres todo el lavabo de porcelana. Verás como el brillo vuelve de inmediato y además crearas una película protectora sobre la cerámica, evitando que las manchas se peguen y alejando los microorganismos dañinos.
- Prueba otros limpiadores específicos no abrasivos. Existen innumerables productos destinados a la limpieza de la cerámica y de otras superficies que pueden servirte para limpiar y eliminar las manchas del lavabo, trata de probarlos siempre manteniendo la constante de evitar los abrasivos.
Un lavabo limpio y desinfectado
La limpieza del lavabo es un proceso necesario y sencillo, mediante el cual puedes mantenerlo en las mejores condiciones de limpieza y de salud, garantizando que esté libre de microorganismos, bacterias y elementos dañinos y peligrosos para la salud. Adicionalmente podrás devolverle su condición de nuevo al garantizar un color brillante y un aspecto de estreno. Trata de llevar a cabo limpiezas rápidas diarias mediante un paño húmedo y así evitar la acumulación de residuos y de manchas.
Además de llevar a cabo alguno de los métodos antes explicados y desarrollados por lo menos con una frecuencia trimestral, por lo que ya no tendrás escusas para disfrutar en tu casa de un lavabo de cerámica limpio y repleto de brillo capaz de ofrecerte el mejor desempeño y al mismo tiempo garantizarte una estética ejemplar con una larga vida útil para el equipo.