¿Sabes cuál es uno de los utensilios de limpieza más usados y que resulta imprescindible tener en casa? Sí, es la escoba. Que además de la fregona, la bayeta, la pala, una buena aspiradora o plumero, es parte fundamental a la hora de realizar el aseo del hogar -y de cualquier área en general-.
Esta herramienta tan básica y sumamente empleada diariamente recoge una cantidad incontable de suciedad, por lo que, para garantizar que cumpla su función correctamente, es vital cuidar su estado y mantenerla limpia en todo momento.
La pregunta es: después de cada uso, ¿Quitas los restos de pelusa, polvo y migas adheridas a las cerdas del cepillo? Si la respuesta es un “No”, hay algo que estás haciendo mal. Aquí te enseñamos cómo limpiar la escoba fácilmente después de hacer las tareas domésticas para evitar esparcir residuos por todos lados y que las bacterias no hagan un hogar en ella.
¿Por qué se debe limpiar la escoba de barrer?
Antes que nada, debes saber que en la actualidad hay disponibles diversos tipos de escoba que varían en forma, material de fabricación de las cerdas e incluso el tamaño. Pero, esto no borra la necesidad de mantenerlos en óptimo estado para que lleven a cabo su función principal: recoger suciedad.
Si nunca limpias el cepillo de barrer, lo más probable es que se acumulen restos de comida, basura y, si limpias la caca de tus mascotas con él, ¡ni hablar! Básicamente, los gérmenes, ácaros, pelusas y el exceso de polvo se alojan en él y, con cada pasada, se dispersan en las superficies. Es ahí donde radica la importancia de asegurar la higiene y pulcritud.
Limpieza correcta del cepillo de escoba plástico
Como bien sabrás, actualmente existen cepillos de escoba con cerdas hechas en materiales sintéticos, los cuales representan un beneficio directo al ser libre de crueldad, al no ser de procedencia animal.
Además, las escobas plásticas de fibras suaves son las más comunes, pues son capaces de eliminar polvo y hojas grandes y son aptas para suelos interiores lisos tipo parqué, tarima flotante, mármol o gres, mientras que las de fibras largas y duras son ideales para exteriores.
Lo ideal es realizar este proceso al menos una vez a la semana o cada 15 días como máximo (dependiendo del uso que se le dé):
- Mientras vas barriendo, ve quitando pelos, cabellos y exceso de pelusas que se van quedando atascados entre los hilos sintéticos del cepillo.
- Al terminar de barrer, ve al exterior y golpea el cepillo de la escoba contra el suelo un par de veces para desprender la suciedad y polvo
- Hecho esto, con la mano (de ser posible, ponte guantes) quita los pelos enrollados y las pelusas adheridas.
- Finalmente, pasa un peine pequeño con filas separadas varias veces para quitar cualquier enredo que haya quedado.
Este es un procedimiento de aseo básico, pero si quieres limpiarlo profundamente, haz esto:
- Desenrosca el cepillo del palo y sumérgelo en agua con jabón lavavajillas (o lavaplatos) por 30 minutos.
- Luego, frota un poco con tus manos moviendo las cerdas para remover la suciedad.
- Finalmente, enjuaga con agua limpia y deja secar al aire libre 5 minutos hacia abajo y luego hacia arriba, es decir, el palo apoyado en el suelo.
Nota: si el cepillo de barrer está sumamente sucio y lo has usado para limpiar grasa de comida o de auto, líquidos derramados como Coca-Cola, licor o algún similar, puedes agregar lejía, amoníaco o vinagre blanco de limpieza para desinfectar y desengrasar a fondo la escoba.
Limpieza de cepillos de escoba de goma
Las escobas fabricadas con cerdas de goma o silicona son cada vez más buscadas y vendidas en el mercado, pues son ideales para barrer pelusas y el pelo de gatos y perros del suelo y alfombras, mover líquidos derramados, alimentos, tierra caída, arena o barro, de hecho, es la preferida para recoger la nieve. Su mantenimiento no es muy diferente, solo que varía un poco. Fíjate en lo siguiente:
- El primer paso es mojar el cepillo con agua templada (a presión, preferiblemente).
- Vierte un poco de jabón neutro y frota con una esponja suave para sacudir y retirar la toda la mugre.
- Aclara con agua para quitar residuos de jabón y sucio.
- Seca el exceso de humedad y déjalo al aire libre (nunca al sol directo) para que pueda secarse en su totalidad.
Recuerda que, al igual que en el caso anterior, si has recogido grasa, comida o lo usaste para limpiar la suciedad de las mascotas, es vital que añadas un chorrito de vinagre -blanco o de manzana- lejía o amoníaco para desinfectar y dejarlo impecable.