Las alfombras son un objeto frecuentemente visto en muchísimos hogares de todo el mundo, incluyendo a España. Esto se debe a que, además de lucir muy bonitas y darle un toque decorativo a cualquier estancia, ayudan a aislar el calor durante las temporadas frías en las que baja la temperatura. Pero, ¡Que complicado es mantenerlas impecables siempre!
Marcas de suciedad, polvo acumulado, manchas cotidianas, cambios de color, desgaste periódico, todos estos factores hacen que, con el tiempo, pierda su apariencia inicial y comience a verse opaca y sucia, a pesar de haberla lavado hace poco (sobre todo cuando hay bebés, perros o gatos). Por eso, es fundamental aprender cómo limpiar correctamente una alfombra y que luzca impoluta como recién comprada.
Bien sea de pelo, de fibra natural o sintética, lana, algodón o materiales ecológicos, en este artículo revelamos los mejores trucos para limpiar y darle el cuidado especial a todo tipo de alfombras dependiendo de su material, tamaño y la qué tan sucia esté. Sigue estas recomendaciones y no volverás a sufrir por estas piezas tan significativas del hogar. ¡A por ello!
¿Qué tipos de materiales de alfombras existen y como se deben limpiar?
Para nadie es un secreto que en casi todas las áreas del hogar puede haber una alfombra, empezando por el salón, pasillos y dormitorios. No obstante, el uso puede variar con respecto a las características de cada familia y el lugar donde se encuentra. Si hay mascotas o niños pequeños, lo ideal es optar por una alfombra de buena calidad y lo más resistente posible, con colores sólidos que aguanten varias lavadas sin desgastarse.
Alfombras de materiales naturales
- Lana: Una de las grandes ventajas de la lana es que es antibacteriana y antialérgica, no acumula electricidad estática, absorbe la humedad y es aislante. Es recomendada en ambientes con constante tránsito de personas, como salones de estar o habitaciones. Para limpiarlas, lo idóneo es sacudir, pasar el aspirador sin el cepillo para no estropear las fibras y si hay alguna mancha o suciedad fuerte, frota con un pañuelo humedecido con agua, jabón neutro y sal (para evitar la mezcla de colores), luego seca rápidamente. Recomendamos recogerla en verano para que los insectos no la dañen (como la polilla, por ejemplo).
- Algodón: Al igual que la anterior, tampoco acumula electricidad estática, resiste altas temperaturas (es aislante) y absorbe muy buen la humedad, razón por la cual es tan usada en los baños. Es ideal en sitios con poco/medio tránsito, por ejemplo: habitaciones o cuartos de baño. Para limpiarla de manera básica solo hay que aspirar por ambas caras del centro hacia afuera (y viceversa). Si quieres darle una limpieza profunda, frota con vinagre blanco y agua.
- Yute: Este es otro material natural de tacto suave y gran resistencia al desgaste cotidiano, pero se deteriora con la humedad. Es ampliamente recomendada en salones, dormitorios e incluso ambientes externos (siempre que estén cubiertos). Su limpieza es sencilla, con aspirar por ambos lados (arriba y debajo) y quitar suciedad con un trapo húmedo y agua con sal será suficiente. Recuerda que no son lavables, así que no las mojes ni sumerjas, pues se dañan con el agua.
- Viscosa: Proviene de fibras de madera o algodón tratados con elementos químicos. Su textura es muy suave y sedosa, motivo por el cual no es adecuada para sitios húmedos como el baño, sino que es apta para vestidores o salones de estar. Este tejido se debe limpiar en seco para no maltratarlo, pues es bastante delicado.
- Sisal: Es de las más destacadas por su amplia resistencia al desgaste y larga vida útil que ofrece, siento ideal para salas centrales o habitaciones. No absorbe muy bien la humedad, y tampoco acumula electricidad estática. Se aconseja limpiarla regularmente con una esponja o paño y agua salada y sin frotar demasiado, puesto que las fibras podrían desprenderse.
- Bambú: Este es un material que, además de ser muy versátil, es ecológico, confortable, antibacteriano, higiénico y muy resistente a la torsión estando seco. Son estupendas en salones de estar, vestidores, dormitorios e incluso exteriores cubiertos.
Su limpieza es sencilla, tan solo debes aspirarlas y aplicar un poco de aceites especiales para conservar el color. Si están muy sucias se pueden lavar en lavadora con jabón neutro en un programa de agua fría (sin centrifugar) o a mano. Por otro lado, si son muy grandes, puedes cepillar con jabón desengrasante, enjuagar y dejar secar al sol.
Alfombras de materiales sintéticos
- PVC: frecuentemente llamadas vinílicas o teplón. Muy resistente al deterioro, es hipoalergénica, antibacteriana y no acumula electricidad estática. Soporta la humedad y constante paso, por lo que es válida en cocinas, baños y exteriores (pero no bajo el sol directamente). Este tipo de alfombras puede aspirarse, barrerse o lavarse con agua directamente.
- Polipropileno: Esta fibra sintética es antialérgica y muy fuerte, muy buscada por su gran resistencia al desgaste diario causante de la decoloración y a los rayos UV, por esta razón es ideal para usarla en el exterior, bien sea entradas de la casa en porches, patios o terrazas. Para limpiarla puede lavarse directamente con abundante agua, cepillar con jabón neutro y secar al sol.
- Vinilo: resaltan por tener estampados, ser muy coloridas y llamativas. Para su limpieza es recomendable contar con champús o jabones específicos para este tipo de material, o, en su defecto, limpiar solo con agua cuando se trate de polvo o suciedad fácil de retirar.
Trucos caseros para limpiar alfombras muy sucias
Si a causa del desgaste, el sol o el tiempo se ha ido consumiendo el color original de tu alfombra, te tenemos una buena noticia: existen técnicas para recuperarlo y limpiar una alfombra fácil y rápido (y sin gastar demasiado). Conócelos a continuación:
- Otra técnica muy eficaz para eliminar manchas es el vinagre blanco y el agua tibia. Con un atomizador aplica esta mezcla y frota la superficie con un paño o un cepillo de cerdas suaves y deja actuar por 5 minutos, retira el producto con un paño seco y aspira como de costumbre.
- Para suciedad que parece imposible de eliminar, en un recipiente mezcla agua y sal gorda hasta formar una especie de “pasta” espesa. Échala en la alfombra y extiéndela hasta que se seque. Pasado este tiempo, frota con un cepillo en toda la superficie y limpia con la aspiradora.
- En caso de que la alfombra sea oscura, esparce sedimentos de café (un poco húmedos) y retíralos con la aspiradora al secarse.
- Si la alfombra huele mal y está muy sucia, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio y sal en la superficie, frota suavemente con un paño y deja que actúe por una hora. Luego limpia normalmente con el aspirador para eliminar los restos. Puedes agregar un toque de aromatizante en spray de aceites esenciales como canela, jazmín o lavanda.
- En caso de que se haya manchado con algún líquido, lo primero que debes hacer es limpiar rápidamente con papel absorbente ¡Nunca con una esponja mojada! Puede causar que la mancha se esparza y sea incluso peor.
- Si se trata de manchas causadas por aceite o grasa, espolvorea un poco de Maizena o almidón de maíz y deja actuar por 40 minutos. Con la aspiradora retira el producto y refuerza con cepillo o esponja la mancha. Verás que saldrá más fácil y rápido.
- Para eliminar manchas de vino o café, puedes mezclar una cucharada de lavaplatos con 50 ml de agua oxigenada y con un cepillo de cerdas suaves frotar sobre la mancha. Permite que actúe por 30 minutos y limpia con un paño húmedo para finalizar.
- Si tu alfombra tiene un chicle pegado (algo por lo que lamentablemente pasé), no tires de él bruscamente. Endurece el chicle con hielo hasta que se derrita y será más sencillo retirarlo.
- Y, si por alguna razón le ha caído tinta de bolígrafo ¡No desesperes! Con un paño limpio impregnado con leche líquida limpia la mancha tratando de “agarrarla”. ¡No la frotes! Puede empeorar la situación.
Recomendaciones para cuidar de una alfombra en casa
- Gira los muebles y mesas de vez en cuando, así evitarás que con el pasar del tiempo el peso de los mismos vaya marcándola y desgastándola.
- Limpia el polvo rápidamente apenas lo notes, de esta manera previenes que arruine las fibras y se apelmace a la alfombra. Aspira cada cierto tiempo únicamente con el tubo, no con el cepillo, puesto que puede afecta la estructura de la fibra.
- Cuando decidas guardarla (en caso de ser alfombra de invierno) llévala a una tintorería para que la limpien profundamente y guárdala enrollada en papel periódico para que absorba la humedad.