Ya sea porque quieres hacer una remodelación general de tu baño o porque los grifos de tu ducha se han estropeado, en este artículo te explicaremos cómo instalar una nueva grifería. Lo mejor es que no hace falta que contrates a especialistas, pues te daremos las pautas necesarias para que lo hagas por ti misma o por ti mismo.
Hay muchos modelos de grifos que puedes elegir en el mercado, pero lo ideal es que consigas uno funcional y que tenga buena estética. Es fácil de encontrar, pues existen muchas opciones que puedes valorar. ¡Sigue leyendo para aprender a instalar una nueva grifería en tu ducha!
El grifo de ducha más adecuado
Lo que más te recomendamos es visitar una tienda especializada en este tipo de productos para elegirlo. Sin embargo, si tu intención es cambiar la grifería porque la antigua se te estropeó o se te rompió, simplemente debes buscar una similar, del mismo tipo. Estos tres tipos de grifos son los más populares:
- Grifo de ducha de una sola manija: permite un suministro de agua caliente y fría y tiene forma de T. Permite ahorrar más agua, además de controlar la temperatura de una manera muy práctica.
- Grifo con dos manijas: una manija es para la salida de agua fría y la otra para la salida del agua caliente. Moviendo las dos conseguimos una temperatura equilibrada para ducharnos.
- Grifo con tres manijas: la otra manija que se añade a las de agua caliente y fría es la que se encarga de regular la potencia a la que sale el agua.
Cómo instalar la nueva grifería
Cuando hayas elegido el tipo de grifo que quieres instalar en tu ducha, ahora llega la parte divertida: instalarlo. Sigue los pasos que te indicaremos en esta sección y podrás hacerlo por tu cuenta, sin la ayuda de un técnico especialista.
Hazte con todo el material necesario
Además de las piezas de repuesto o el nuevo grifo, tendrás que utilizar una serie de herramientas y materiales para esta tarea. Entre ellas, encontramos: un alicate ajustable, una cinta de teflón, varios destornilladores de cabeza plana, un recipiente para recoger los restos de agua de las tuberías, una llave inglesa grande ajustable, gafas de seguridad y guantes, toallas para limpiar los más que posibles charcos y goteras y, por último, una caja que te sirva para tirar los componentes que deseches.
Corta el suministro principal de agua y protege la bañera
La mayoría de los hogares tienen válvulas de cierre para baños individuales para no tener que suspender el suministro general. Generalmente, ésta se sitúa en el tubo de salida principal cerca del tanque. Para cerrarla, has de girarla en sentido horario hasta que veas que se haya cerrado. Si tu vivienda utiliza el suministro de agua urbano, puedes encontrar la válvula de cierre en el medidor de agua. Es muy importante este paso porque, si no lo completas, puedes provocar un estropicio.
Después, asegúrate de que el plato o la bañera está limpia y en condiciones para poner unas telas o toallas protectoras. De esta manera, la protegerás de abolladuras y arañazos que le puedan provocar las herramientas que utilices. Con todo preparado, ya puedes meterte en faena sin ningún miedo.
Retira la grifería antigua
Utiliza un destornillador de cabeza plana para retirar las tapas pequeñas, identificadas normalmente con las letras C y H, de cada manija. Para quitar el surtidor, solo tienes que girarlo ligeramente en sentido antihorario y tirar hacia a ti a la vez, con ayuda de una llave inglesa o unos alicates. La brida, si es que el grifo cuenta con una, se retira de la misma forma. Cuando la hayas sacado, retira la placa de alrededor quitando los tornillos o cortando el sellador con ayuda de un cúter.
Lo único que te faltaría por retirar son los montajes de la válvula, que suelen tener una base con forma hexagonal y ubicarse cerca de la pared. Utiliza para ello unos alicates o una llave inglesa. Para acabar, marca el lugar donde quieres instalar el nuevo grifo y haz cortes donde lo necesites. En general, los grifos de ducha se instalan a 120 centímetros del suelo y los rociadores a 2 metros. Cuando hayas tomado las medidas, perfora los agujeros necesarios con el taladro y retira un pedazo suficiente de la pared para poder instalar la grifería apropiadamente en la tubería. Después, limpia bien las paredes antes de seguir.
¡A instalar los grifos nuevos!
Antes de instalar la nueva válvula, comprueba sus montajes. Toma todos ellos de la válvula y ábrelos del todo mediante giros de los vástagos en sentido antihorario. Si no los abres del todo, no podrás incorporarlos bien a la tubería. Después, utiliza la cinta para envolverla alrededor de las roscas de las válvulas, tres veces completas en sentido horario en total. Este proceso debes repetirlo con todos los componentes de la válvula nueva.
Posteriormente, coloca la nueva válvula dentro de la tubería y gírala en dirección horaria dando tres o cuatro vueltas con los dedos. Debe quedar bien encajada. Luego, instala los demás componentes: brida, manguito y las cubiertas de los tornillos con la mano y los destornilladores. Utiliza sellador de bañera por si acaso hubieras producido algún agujero y, para finalizar, activa de nuevo el suministro de agua y abre el grifo para comprobar si hay goteras. ¡Ya lo tienes!