El cabecero es una parte de la cama que no solo cumple con una función decorativa, sino que además nos permite estar más cómodos si queremos sentarnos a leer, a escribir o simplemente a estar con el móvil revisando nuestras redes sociales.
Uno de los más bonitos que puedes diseñar tú misma o tú mismo es el cabecero de madera, un material ideal para la fabricación de multitud de muebles y complementos de mobiliario, al igual que otros que también consiguen resultados excelentes. ¡Aprende a hacer uno para darle otro toque a tu dormitorio de tu hogar!
Cómo hacer un cabecero de madera
Antes de explicarte los pasos que debes seguir para construirlo, tenemos que listarte los materiales que tendrás que utilizar: 4 tablas de madera, un barniz ultrarresistente, un rodillo de buena calidad para aplicar el barniz, tornillos y destornillador, 2 listones, colorante para madera y pintura del color que más te guste. La longitud y el ancho de los listones y las tablas que utilices las hallarás una vez midas las dimensiones de tu cama. Una vez reúnas todo esto, podrás ponerte manos a la obra.
Toma las medidas de la cama
Como hemos explicado en el párrafo anterior, lo primero que debes hacer es medir la anchura de la cama y la máxima altura que quieres que tenga el cabecero que vayas a instalar. Con respecto a la anchura, es mejor dejar unos centímetros más por los dos lados, pues así lograrás que el cabecero se asome por ambos costados.
Cuando tengas claras las medidas, compra tablas de madera y córtalas en función de estas o adquiérelas ya cortadas de una carpintería. Si no has cortado este material nunca, es más recomendable que le pidas a un especialista que lo haga por ti.
Decora y prepara el cabecero
Cuando tengas las tablas y los listones cortados, móntalos para formar el cabecero. Cuando lo tengas, tendrás que acondicionarlo y decorarlo bien. En primer lugar, debes pasar una lija fina por su superficie para eliminar sus imperfecciones. Posteriormente, aplica la pintura que hayas escogido para adornarlo como quieras: puedes hacer un estampado, hacer que sea liso y de un solo color…
Cuando la pintura esté seca, deberás aplicar el barniz para proteger la madera. Cuando se seque, ya podrás colocarlo en tu cama. Como ves, no es tan difícil hacer un cabecero de madera desde cero. Además, tienes un sinfín de posibilidades en cuanto a su forma y su decoración. No hace falta que sea un cabecero rectangular recto clásico, pues puedes inventarte una figura en zigzag, circular, pentagonal… Todo depende de lo que te guste, puesto que al fin y al cabo es un elemento decorativo de tu habitación. ¡Esperamos que nuestras pautas y consejos te sirvan de ayuda!