Cuando un tornillo está muy oxidado, no podemos seguir el método convencional para sacarlo de la pared, que sería simplemente usar el destornillador. Antes, tendremos que aflojarlo para que salga bien, de tal manera que no nos contamine los dedos.
Esta tarea de bricolaje es realmente sencilla: cualquiera la puede hacer, por lo que si tú estás teniendo ese problema, solamente siguiendo los pasos que te indicaremos a continuación lo podrás solucionar. A partir de ahora, ya no quedarán más tornillos oxidados incrustados en las paredes de tu hogar.
Cómo aflojar tornillos oxidados
Hay distintos métodos para realizar esta tarea, y todos ellos son muy efectivos. No obstante, nosotros te explicaremos en esta sección del artículo los que funcionan mejor. Apunta bien, porque son estos:
Martillo y destornillador
Ya hemos explicado en la introducción que un destornillador solo no sirve para aflojar un tornillo oxidado. En todo caso, podemos combinarlo con otra herramienta para lograrlo, y una de las mejores para ello es un martillo convencional.
Acomoda bien el destornillador y martilléalo con pequeños y repetidos golpes. Lo más probable es que, si no está demasiado incrustado, las vibraciones de dichos golpes consigan despegarlo. Para comprobarlo, utiliza el destornillador. Si lo puedes sacar es que lo has hecho bien. Si no lo puedes sacar, repite el proceso de nuevo.
Coca-Cola
Esta bebida, por sus componentes, te puede servir para aflojar un tornillo oxidado incrustado en tu pared. Aplícala en la zona donde se encuentre atornillado al material, sea éste el que sea: madera, concreto, metal, etc. varias veces en un día.
Debes dejar que el metal del tornillo absorba el refresco durante unas 12 horas aproximadamente. Después de que haya pasado este tiempo, no deberías tener mucho problema en sacarlo con ayuda de un destornillador. En caso de que no puedas, aplica la técnica que hemos explicado anteriormente.
Aceite lubricante
Si has intentado soltar el tornillo con un destornillador que encaje bien y no has podido, una de las mejores cosas que puedes hacer es echar una cantidad generosa de aceite lubricante en toda la superficie de unión.
Este producto tiene la capacidad de desprender el óxido, por lo que nos permitirá sacar el tornillo de una manera muy sencilla después dando unos golpecitos con el martillo. Si el tornillo no está muy oxidado, este método es muchísimo más efectivo, aunque también funciona con uno con mucha cantidad de óxido.
Soplete
Si ninguno de los trucos que te hemos explicado te han servido para retirar el tornillo oxidado de la pared, solo queda el “jefe final”, por así decirlo: el soplete. Con esta herramienta, lo que haremos será eliminar el material que se encuentra alrededor del tornillo. Dañará la zona, pero lo positivo es que es una técnica que funciona siempre, sin excepciones.
Si no tienes un soplete, puedes utilizar también la llama de una vela. Acércala al tornillo y mantenla ahí por unos 10 minutos. El calor tiene el poder de dilatar los metales, lo que hará que se infle y salga. Si aún así no sale, pon hielo en la zona justo después. La dilatación por el calor y la compresión de los materiales hará un cambio en la estructura tal que el tornillo se aflojará mucho.